La Junta de Personal Docente de Centros no Universitarios de Sevilla y los sindicatos CGT y SADI criticaron hoy a la Consejería de Educación por despedir a profesoras interinas de Sevilla cuando estas estaban embarazadas.

La Junta de Personal Docente de Centros no Universitarios de Sevilla y los sindicatos CGT y SADI criticaron hoy a la Consejería de Educación por despedir a profesoras interinas de Sevilla cuando estas estaban embarazadas.

La Junta de Personal Docente señala en un comunicado que ’estos casos son los más llamativos, pero existen otros, igualmente graves, de trabajadores interinos que han sido cesados o propuestos para cese por encontrarse en situación de baja por enfermedad’.
Del mismo modo, informa de que ’se ha creado una comisión con la Delegación Provincial de Educación para el seguimiento de estos casos’. También exigió a la Consejería ’un cambio inmediato de la normativa que le permite cesar a trabajadores en situación de enfermedad’.

La Federación Andaluza de Sindicatos de Enseñanza de la CGT expresó en una nota su ’indignación’ ante el caso de las cinco profesoras despedidas por ser consideradas sospechosas de engañar a la Delegación de Educación de Sevilla.

Según añadió, este es un caso que sirve como ejemplo de la visión que tiene dicha Delegación tiene del profesorado, y en especial del interino. Por ello, CGT pidió ’la inmediata destitución del delegado de Educación de la provincia de Sevilla, Jaime Mougán’.

Por su parte, el Sindicato Andaluz de Docentes Interinos (SADI) lamentó en un comunicado que ’la administración juegue con la salud y el trabajo del funcionariado interino’ y consideró que Mougan ’se jacta en la prensa de haber ahorrado dinero a la Junta, cesando a funcionarios interinos, que estaban de baja por enfermedad’.

Según esta organización sindical, ’muchos interinos han recibido amenazas de despido, tras presentar su baja por enfermedad’, por lo que algunos ’se han visto en la obligación de pedir el alta voluntaria, aún en contra de la opinión del médico de cabecera, por miedo a perder su trabajo’.


Fuente: Las Provincias