Desde el pasado 21 de diciembre, en que se impidió la manifestación por el Centro Okupado Rote Flora en Hamburgo, la violencia policial ha ocupado los barrios centricos de la ciudad. Con las excusa de agresiones a la policia por parte de grupos de jóvenes izquierdistas, las autoridades han declarado un estado de excepción encubierto que les permite registrar y detener a cualquier persona sin motivo.

Rote Flora (“la Flora Roja”) es un centro social y cultural de izquierda en Hamburgo que lleva okupado y autogestionado desde el año 1989. El propietario del edifico puso un plazo a los activistas de la Rote Flora, ordenándoles salir como muy tarde el 20 de diciembre. No cabía duda ninguna de que no iban a aceptarlo, porque Rote Flora bleibt (Rote Flora se queda!).

Rote Flora (“la Flora Roja”) es un centro social y cultural de izquierda en Hamburgo que lleva okupado y autogestionado desde el año 1989. El propietario del edifico puso un plazo a los activistas de la Rote Flora, ordenándoles salir como muy tarde el 20 de diciembre. No cabía duda ninguna de que no iban a aceptarlo, porque Rote Flora bleibt (Rote Flora se queda!).

El sábado 21 de diciembre se convocó en las calles del centro de Hamburgo una manifestación con un triple objetivo: dejar claro que cualquier intento de desalojo del centro social dará lugar a una resistencia masiva; denunciar el caso de especulación inmobiliaria que se está produciendo en el vecino barrio de Sant Pauli, en el que los vecinos de un bloque de viviendas conocido como Esso se verán obligados a abandonar sus casas ante el riesgo de derrumbe de las mismas para dar paso a un nuevo edificio de apartamentos de lujo y por último en el derecho de residencia de los refugiados llegados desde Lampedusa.

Mediante un despliegue de unos 3.000 policías, bajo el pretexto de que podía haber participantes violentos las autoridades impidieron la manifestación, que había sido comunicada y se encontraba bajo un marco completamente legal. Pese la presión policial, 7.300 personas según fuentes policiales y más de 10.000 según los organizadores, se dieron cita en el centro de Hamburgo. Cuando la cabecera de la misma solo había recorrido unos pocos metros fue atacada por la Policía, que utilizó gas pimienta, porras y cañones de agua para disolverla. Esto provocó fuertes disturbios en el centro de la ciudad, los más graves en años según la Policía, así como cientos de heridos, algunos de los cuales necesitaron atención hospitalaria. Asimismo,16 personas fueron detenidas. Cabe destacar que la Policía declaró el centro de Hamburgo como zona peligrosa, lo cual bajo la legislación alemana supone una serie de permisos especiales que habilitan a la Policía para registrar y detener a cualquier persona sin ninguna sospecha concreta. Así mismo varios cientos de  manifestantes pasaron más de 4 horas en un kettle (cerco policial), rodeados por la policía, al aire libre, sin comida y en plena lluvia.

En el comunicado que llamaba a la movilización, los activistas de dicho centro social decían: “Rote Flora es sólo uno de los muchos lugares que en la actualidad reflejan los conflictos que atraviesan la ciudad”. En este sentido, frente al desalojo forzoso de Esso, se reclama que este edificio sea  rehabilitado evitando así la demolición del bloque de edificios y un nuevo episodio de gentrificación dentro del largo proceso que atraviesa el barrio de Sant Pauli. Respecto a la situación de los cerca de 300 refugiados, que llegaron a Hamburgo a principios de este año procedentes de países como Siria, Egipto o Libia, y que están luchando por su derecho a permanecer en la ciudad, el citado comunicado decía “hasta ahora, las autoridades les han negado el derecho a quedarse, bajo la amenaza de ser deportados a Italia, aunque un gran número de ellos se han registrado ante las autoridades y han presentado su solicitud de asilo”.

Fuentes: Kaos en la red y Diagonal


Fuente: Kaos en la red y Diagonal