Una vez terminada, para no mezclar, la campaña electoral, es oportuno analizar qué está ocurriendo con la mayoría de los docentes andaluces, que están manifestado un NO a la propuesta de la Consejería de Educación de recibir 7000 euros en cuatro años.

Una vez terminada, para no mezclar, la campaña electoral, es oportuno analizar qué está ocurriendo con la mayoría de los docentes andaluces, que están manifestado un NO a la propuesta de la Consejería de Educación de recibir 7000 euros en cuatro años.

Llama la atención la honradez de este enorme colectivo de funcionarios públicos (más de 100.000 en Andalucía), que han dicho mayoritariamente NO a un aumento retributivo, por considerar que con esa medida no se consigue en realidad la Mejora de los Resultados Escolares. Porque « Hay ciertas cosas en el mundo ante las cuales uno se debe rebelar…” (dice Cyrano).

Por otro lado nadie impide a nadie que se implique activamente en la mejora de los resultados escolares de su centro. Nada tiene que ver el dinero «ofrecido», por los políticos, que al parecer no saben hacer otra cosa, con lo que saben y hacen, los docentes del Sistema Público de Educación, como trabajadores y trabajadoras conscientes de la enorme importancia social de su trabajo.

Por ello los docentes andaluces seguirán haciendo que su trabajo cotidiano sea cada vez más eficiente, con mejores condiciones de trabajo, con un menor número de alumnos a atender, con un tiempo imprescindible para preparar una acción tutorial que me permita compartir más tiempo y orientar mejor a las familias y a los alumnos y alumnas, con un cobertura de todas las bajas por enfermedad de forma que esas ausencias no interfieran en su trabajo diario, con más recursos económicos para gastos de funcionamiento de forma que todas las actividades de interés educativo puedan desarrollarse con los mejores estándares de calidad y puedan, a aquellos alumnos y alumnas más desfavorecidos, aportarles más actividades compensadoras. Porque el punto de partida de cada uno de los alumnos y las alumnas es tan, ¡tan diferente !, que es precisa la personalización real de los procesos de enseñanza aprendizaje.

Aquellos docentes que votaron SI no deben tener la sensación de que han perdido o le han quitado algo. Alguien ha perdido en esta confrontación (si es que se lo plantea así, ¡y parece que es así !), pero ese alguien no son los compañeros y compañeras que han optado por el SI y han visto como en sus claustros no ha salido esa opción.

La Consejería de Educación y los sindicatos que firmaron el acuerdo, si tenían intereses “políticos”, para que el SI fuera abrumador, para que esta convocatoria se convirtiera en un “Referéndum” que avalara el acuerdo firmado. Tanto la Consejería de Educación como los sindicatos firmantes del acuerdo (en mayor o menor medida) deben tener en estos momentos la sensación de “perdedores”, ya que solo su aval no ha sido suficiente para llevar al profesorado andaluza a un callejón sin salida, alicatado con dinero. Sobre todo cuando una parte muy importante de los docentes andaluces han interpretado la oferta como “indigna” : ¿Rascar con mi mano izquierda algo de oro mientras mi mano derecha fingiendo ignorarlo recoge la limosna ? No, gracias. (dice Cyrano).

Después de cada Claustro, sea cual sea la votación, todos los docentes comprenden que a la mañana siguiente será otro día en el que su tarea estará condicionada por las condiciones objetivas en las que se realiza y que solo con un esfuerzo colectivo y solidario podrán exigir los medios para que sus planes de mejora, “oficiales o no”, consigan mejorar la educación que recibe su alumnado.

Otro asunto de mucha importancia para todo el personal de la Junta de Andalucía es la actualización de las retribuciones. Pero ese asunto debe tratarse directamente sin distractores, sin tapujos y sin complejos. ¡Que la Administración Pública Andaluza debe dinero ! ¡que debe mucho dinero !. Desde 1982 los funcionarios públicos han ido año a año perdiendo poder adquisitivo porque sus salarios se han ido alejando del autentico coste de la vida que ha sido enorme. Desde enero de 1978, año en el que nace nuestra constitución, hasta enero de 2008, se ha producido un incremento del IPC del 554,8%. ¡Sí ! Lo escribimos bien. La fuente utilizada es el Instituto Nacional de Estadística. Para completar la información cada año se ha ido produciendo un incremento de las retribuciones de los docentes, como las del resto de los funcionarios públicos. El análisis de la evolución de estos incrementos desde el año 1982 hasta el presente arroja un déficit del 42,8% en contra de los funcionarios, de forma que las subidas anuales de los salarios no han estado acordes con los incrementos del IPC. Si a esto le añadimos que el IPC no refleja, ¡y toda la ciudadanía sabe por experiencia !, el verdadero aumento del coste de la vida, estamos ante un panorama que debe empujar a todo el personal que presta servicios en la Junta de Andalucía a pedir ¡aumento de sueldo !. Además de las razones expuestas anteriormente, se le añade el alardeo de los políticos gobernantes de que hay ¡Superávit !. Es evidente que una parte importante del mismo se sustenta en el ¡robo !, cometido a todos los funcionarios públicos, con el consentimiento de aquellos sindicatos que además de firmar acuerdo tras acuerdo y pacto tras pacto enciman quieren hacer creer que : -¡Nuestros salarios gozan de buena salud ! (Página oficial de CCOO).

CGT entiende que no solo los docentes, sino todos los sectores de las comunidades educativas y la ciudadanía en general tiene que exigir para mejorar los resultados educativos :

a) Ratios adecuadas, nunca superiores a las marcadas por la LOE y cercanas a lo que podemos denominar grupos coloquiales, donde todos los participantes tengan la oportunidad de expresarse y trabajar personalizada y cooperativamente.

b) Sustitución de todas las bajas desde el primer día.

c) Incremento del 100% de los gastos de funcionamiento y que este gasto sea específico para cada centro en función de su situación real, que permita donde no hay dotar de todo y donde hay completar lo que haga falta.

d) Mayor capacidad de autogestión económica y organizativa de los centros.

Por otro lado, los docentes, personal de administración y servicios de los centros educativos y el resto del funcionariado andaluz, pero contundentemente deben exigir el incremento retributivo que suponga la equiparación con las retribuciones más altas que se estén pagando en el estado español. La máxima recogida en la normativa laboral : ¡A igual trabajo igual salario ! Que se haga efectiva ya.

Y recordar que se está donde se está, en buena medida, porque la mayoría de los docentes en las elecciones sindicales votan a quien votan.


Fuente: Secretaria de Comunicación de FASE-CGT