La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en 1988 la excarcelación de presos con sida, al considerar las cárceles un lugar contraindicado para este tipo de enfermos.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha solicitado al Gobierno español « informaciones y observaciones » para determinar si admite una queja presentada por el abogado español José Luis Mazón en relación a la muerte por sida de un preso en una cárcel de Santander en 1994. La queja, cursada en nombre de la madre y los hermanos del preso, denuncia « una política de exterminio de presos de sida » por parte de Instituciones Penitenciarias por haber denegado la excarcelación del recluso a pesar de que se encontraba en fase terminal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en 1988 la excarcelación de presos con sida, al considerar las cárceles un lugar contraindicado para este tipo de enfermos.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha solicitado al Gobierno español « informaciones y observaciones » para determinar si admite una queja presentada por el abogado español José Luis Mazón en relación a la muerte por sida de un preso en una cárcel de Santander en 1994. La queja, cursada en nombre de la madre y los hermanos del preso, denuncia « una política de exterminio de presos de sida » por parte de Instituciones Penitenciarias por haber denegado la excarcelación del recluso a pesar de que se encontraba en fase terminal.

Diego M.T. entró en prisión en junio de 1984 para cumplir varias condenas acumuladas que sumaban 28 años de cárcel por una serie de delitos contra la propiedad. Se le detectó el VIH en abril de 1989 y la enfermedad entró en fase avanzada en marzo de 1993. Según los familiares, el tratamiento con retrovirales comenzó cuando ya carecía de toda eficacia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en 1988 la excarcelación de presos con sida, al considerar las cárceles un lugar contraindicado para este tipo de enfermos.


Fuente: EP/MURCIA