Esta semana una compañera de este sindicato, trabajadora de la residencia pública “La Gran Residencia” de la Calle General Ricardos, nos ha compartido su día a día del trascurso de la epidemia de COVID-19 y de las medidas que se tomaron, y sobre todo medidas que se dejaron de tomar, desde la dirección y el comité.

Su relato es la prueba de la negligente gestión que se ha hecho de esta crisis en las residencias de mayores, tanto públicas como privadas. Que tras 20 días desde los primeros casos el personal se tuviera que proteger con bolsas de basura debería haber provocado dimisiones en masa. El material les ha estado llegando con cuentagotas y la formación ha llegado tarde y ha sido escasa.

Su relato es la prueba de la negligente gestión que se ha hecho de esta crisis en las residencias de mayores, tanto públicas como privadas. Que tras 20 días desde los primeros casos el personal se tuviera que proteger con bolsas de basura debería haber provocado dimisiones en masa. El material les ha estado llegando con cuentagotas y la formación ha llegado tarde y ha sido escasa. Nos ha relatado como tampoco se cumplen los protocolos para la eliminación de residuos, como el personal estaba saturado teniendo que atender al doble de residentes de lo que es conveniente y un largo etcétera.

En este mes y medio de estado de alarma el comité de empresa también ha sido un colaborador pasivo del desorden y la descoordinación. Y decimos “pasivo” porque desde que comenzara todo la semana del 3 de marzo el comité no se ha reunido con la dirección hasta el 24 de abril. Mes y medio de inactividad, de no defender a las trabajadoras y trabajadores del centro ni de mirar por las necesidades y la salud de los residentes.

Su relato termina con las siguientes palabras:

La Gran Residencia es un centro Asistencial que lo han transformado en un centro Sanitario medicalizado hospitalario, un centro que no está preparado en ninguna de sus áreas para este funcionamiento. Un ejemplo; los residentes en aislamiento con dificultad respiratoria no tienen respiradores como un hospital están con concentradores de oxigeno.

Desde mediados de marzo al 20 de abril no tenemos datos, pero nuestras sospechas son que la cifra es de más de 60 muertos.

Del sábado 18 al domingo 19 de abril parece que ya se ha hecho la primera separación de los residentes por zonas, separando a los positivos.

A fecha del sábado 18 de abril se han hecho los test a todos los residentes excepto a 60.

La Segunda Planta completa es zona roja o de Aislamiento con aproximadamente 75 residentes.

Aún no se han realizado los test a los trabajadores en el centro. De un censo de unos 300 trabajadores nadie tiene datos, las bajas de todas las categorías son de 100 aunque ya se han incorporado algunos.

La única información que ha aportado el comité de empresa tras la reunión es cuantificar el número de pruebas PCR que se han realizado, que ha habido 72 bajas médicas entre el personal laboral y que han fallecido 70 residentes, de los cuales 60 o lo hicieron teniendo síntomas o estaba confirmado que tenían Coronavirus.

Desde el sindicato queremos hacer pública esta información porque es la única forma que tienen las trabajadoras de dar a conocer su situación. Esperamos que todo lo que está sucediendo en los centros de mayores sirva para que cambien las cosas, para que dejen de ser aparcamientos de mayores y se convierta en un servicio de calidad tan necesario para nuestras personas mayores. Exigimos responsabilidades tanto a la dirección del centro como al comité de empresa. No se puede consentir que la representación de la plantilla se ponga de perfil y deje pasar un momento tan crítico y duro como el que están viviendo en La Gran Residencia de Carabanchel.


Fuente: Secretaría de Comunicación del Sindicato de Oficios Varios de CGT Madrid