« La vivienda es un derecho, no un negocio » Sábado 28 de octubre de 2006, a las 17h en la Puerta del Sol, Madrid
Bajo el lema "La vivienda es un derecho, no un negocio", el movimiento por la vivienda digna saldrá de nuevo a la calle. Se ha convocado una gran manifestación para el sábado 28 de octubre en Madrid. Para dejar claro que la vivienda es un derecho básico de todos los seres humanos, para dejar claro que no vamos a permitir que se siga especulando con ese derecho.
« La vivienda es un derecho, no un negocio » Sábado 28 de octubre de 2006, a las 17h en la Puerta del Sol, Madrid

Bajo el lema «La vivienda es un derecho, no un negocio», el movimiento por la vivienda digna saldrá de nuevo a la calle. Se ha convocado una gran manifestación para el sábado 28 de octubre en Madrid. Para dejar claro que la vivienda es un derecho básico de todos los seres humanos, para dejar claro que no vamos a permitir que se siga especulando con ese derecho.

Para dejar contundentemente claro que ya estamos hart@s de que la necesidad de much@s se deje en manos de la avaricia de un@s poc@s.

Jóvenes y mayores que no pueden acceder a una vivienda, hipotecad@s que para conseguirla tienen que vender su vida a un banco… ¿Quiéren que vivamos en la maldita calle ?

¡Pues demostrémosles que la calle es nuestra !

Asamblea contra la Precariedad y por una Vivienda Digna
www.vdevivienda.net

Madrid : Manifestación por una vivienda digna, 28 octubre, 17 h, Puerta del Sol

El problema de la vivienda es el de un modelo económico y social que ha puesto este país al servicio de la especulación inmobiliaria. Su objetivo es hacer negocio con la vivienda y el suelo, y da igual cuál sea su coste económico o medioambiental o si alguien habitará esas viviendas.

MANIFESTACIÓN POR LA VIVIENDA DIGNA

28 de octubre 17 h. Puerta del Sol

NI ESPECULACIÓN NI CORRUPCIÓN

¡LA VIVIENDA ES UN DERECHO NO UN NEGOCIO !

Asamblea contra la Precariedad y por la Vivienda Digna

www.asambleaporunaviviendadigna.org

El problema de la vivienda es el de un modelo económico y social que ha puesto este país al servicio de la especulación inmobiliaria. Su objetivo es hacer negocio con la vivienda y el suelo, y da igual cuál sea su coste económico o medioambiental o si alguien habitará esas viviendas.

En este país sobran viviendas construidas (hay más de 3 millones vacías) y sin embargo es más caro que nunca acceder a ellas, tanto en compra como en alquiler. ¿La causa ? Una necesidad social básica como la vivienda se ha convertido en una mercancía con la que se especula : se compra o se alquila en el mercado, y se excluye de su acceso a «los no rentables». Un mercado controlado por un oligopolio de propietarios del suelo, promotores, constructoras y corruptos que se forran a costa de hipotecar y atar a la precariedad a millones de vidas de por vida.

Frente a este modelo de «capitalismo popular del ladrillo», la Asamblea contra la Precariedad y por una Vivienda Digna reivindica el derecho de acceso a una vivienda digna. Para garantizarlo hay que sacar a la vivienda del mercado y del mercadeo, y contar con unas Administraciones Públicas no corruptas que dejen de estar al servicio de la especulación inmobiliaria.

Primero debe darse un uso a todas las viviendas existentes para cubrir las necesidades de alojamiento de la población, y allí donde sea necesario, la iniciativa pública generará suelo barato para promover vivienda social en alquiler. El objetivo es que en el periodo más breve posible, toda la población que lo desee pueda acceder a una vivienda de alquiler social fuera de los mecanismos de mercado. Y todas estas viviendas deben generarse e insertarse en un modelo de urbanismo y de territorio al servicio de los ciudadanos y sus necesidades.

Ejes de propuestas que plantea la Asamblea :

1. Dar uso social a las viviendas vacías existentes : acotar las zonas con una necesidad urgente de vivienda e identificar todas las viviendas vacías que existen. El propietario de una vivienda vacía tendrá dos opciones : cederla para que sea gestionada públicamente, alquilándola por una renta que cubra los costes necesarios para mantener esa vivienda en perfectas condiciones de conservación y habitabilidad. En caso de negarse a alquilar una vivienda vacía en una zona donde es necesaria, será considerada bien de lujo y gravada con un contundente impuesto que desincentive mantenerla vacía.

2. Abaratar el suelo para vivienda social : Todo el suelo debe declararse protegido. La generación de nuevo suelo urbano debe responder al interés general y ser gestionado con criterios democráticos y la participación activa de la ciudadanía. Desligar el valor del suelo del precio de mercado, que incorpora expectativas inmobiliarias, que permita expropiarlo para generar vivienda social, pagando un precio ligado a su aprovechamiento agropecuario o similar.

3. Constitución de un amplio parque público de alquiler asequible, edificado mediante una constructora pública, que rompa con la precariedad laboral del sector y elimine los beneficios de las constructoras a costa de la vivienda social. Todo el gasto público en vivienda debe destinarse a promover este parque de vivienda social de alquiler, reorientando la política actual centrada en subvencionar y subsidiar la compra y la propiedad de la vivienda.

4. Modelo de urbanismo, ciudad, territorio y sociedad. Articular el territorio con criterios de sostenibilidad, al servicio de los ciudadanos y no de los propietarios del suelo, promotores y constructores. Es imprescindible la participación democrática de la ciudadanía en el diseño y desarrollo urbanístico del territorio. Un urbanismo al servicio de los ciudadanos pasa por mejorar y rehabilitar la ciudad existente, con una edificación en altura razonable (ni adosados ni rascacielos), con bloques de viviendas en manzanas abiertas a la ciudad y no prisiones encerradas sobre si mismas, promoción de los espacios de socialización ajenos a la lógica comercial (plazas, parques, centros sociales, espacios deportivos), apuesta por el transporte colectivo (frente al vehículo privado), mezcla de usos del suelo no excluyentes entre si, evitando la especialización extrema del espacio urbano y la creación de zonas marginales.


Fuente: Secretaría Acción Social CGT