pretende hacer chantaje a los delegados de LAB, ELA y CGT -un miembro cada uno- amenazándoles de que en el caso de que ejerzan su derecho de preferencia en fábrica despedirán a otros tres trabajadores en su lugar
La empresa Onena, situada en el Valle de Egüés, ha presentado esta semana un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para eliminar 70 de los 89 empleos de su planta de Ibiricu, según informó ayer la sección sindical de LAB en la fábrica.
pretende hacer chantaje a los delegados de LAB, ELA y CGT -un miembro cada uno- amenazándoles de que en el caso de que ejerzan su derecho de preferencia en fábrica despedirán a otros tres trabajadores en su lugar

La empresa Onena, situada en el Valle de Egüés, ha presentado esta semana un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para eliminar 70 de los 89 empleos de su planta de Ibiricu, según informó ayer la sección sindical de LAB en la fábrica.

Dedicada a la elaboración de embalaje flexible, la empresa sufriría un recorte de contratos que afectaría a todos los puestos de producción, ya que los 19 empleos restantes son de personal de oficinas. LAB denunció ayer el «despotismo» del patrón de Onena, Ignacio Mendizábal, «al incluir a la gran mayoría de la plantilla en el Expediente de Regulación de Empleo».

La sección sindical de LAB en la planta de Ibiricu se mostró ayer muy dura con la decisión tomada por la dirección de la empresa. «Después de completar varios años ganando mucho dinero, la empresa decide despedir a un montón de gente porque explica que no quiere invertir en nuevas mejoras en la planta. Aquí hay gente que lleva trabajando en Onena toda su vida y ahora se encuentra con esto», explicaron las fuentes.

Las acusaciones lanzadas por la sección de LAB en la planta fueron más allá y concretaron que la empresa pretende «despedir de forma discriminada, entre ellos, a todo el comité de empresa a excepción de los dos miembros de UGT».

Además, el sindicato concretó a través de un comunicado que la empresa «pretende hacer chantaje a los delegados de LAB, ELA y CGT -un miembro cada uno- amenazándoles de que en el caso de que ejerzan su derecho de preferencia en fábrica despedirán a otros tres trabajadores en su lugar».

Cabe recordar que en el año 1997 la sociedad pública Sodena adquirió el 100% del capital e inició el proceso de privatización de la compañía, que concluyó en 2001 con la venta gradual de la empresa a Ignacio Mendizábal.