Artículo de opinión de Antonio Pérez Collado, de la Asamblea de Pensionistas y Jubilad@s de CGT-València publicado en Levante-EMV.

Desde la Asamblea de Jubilados de CGT nos hemos dirigido a todos los partidos políticos valencianos con representación institucional para hacerles llegar nuestras propuestas respecto al sistema público de pensiones, al objeto de que sean tenidas en cuenta por las organizaciones políticas que, en los próximos años, estarán presentes en los parlamentos valenciano y español.

Lo primero que hemos querido dejar patente con estas cartas es que no compartimos en absoluto la versión que se viene lanzando de que se agotan los recursos para las pensiones.

Desde la Asamblea de Jubilados de CGT nos hemos dirigido a todos los partidos políticos valencianos con representación institucional para hacerles llegar nuestras propuestas respecto al sistema público de pensiones, al objeto de que sean tenidas en cuenta por las organizaciones políticas que, en los próximos años, estarán presentes en los parlamentos valenciano y español.

Lo primero que hemos querido dejar patente con estas cartas es que no compartimos en absoluto la versión que se viene lanzando de que se agotan los recursos para las pensiones.

Frente a esa versión, cuyo propósito es prepararnos para el giro hacia las pensiones privadas, lo más apropiado es recordar el artículo 50 de la Constitución, que no sólo deja claro que el Estado es responsable de garantizar unos ingresos dignos a las personas mayores, sino que también es obligación de los poderes públicos revisar anualmente esas pensiones para que no pierdan poder adquisitivo.

Dado que ese mandato constitucional todavía no se aplica en todos los supuestos, entendemos que lo más inmediato ha de ser el incremento de las pensiones más bajas, hasta llegar a los 1.080 euros que se vienen reclamando como pensión mínima. El paso siguiente sería establecer para años sucesivos la obligatoriedad de revisar, según el IPC del año precedente, la cláusula de revisión de pensiones y subsidios.

También consideramos los pensionistas de CGT que se deben derogar las reformas laborales y de pensiones cuya aplicación está suponiendo el retraso en la edad del retiro y la disminución de la cuantía de la pensión correspondiente. Máxime cuando estas medias regresivas no están cumpliendo el objetivo de garantizar las pensiones futuras para el que, en teoría, se implantaron.

Nos cuesta entender que en un país como España, con los uno de los índices de paro más altos de la UE y con más de dos millones de jóvenes que han tenido que emigrar, sea una buena idea la de mantener a la juventud desocupada o trabajando en el extranjero y a las personas mayores en el tajo hasta los 67 años o más.

Y como estamos convencidos de que hay otras alternativas a los recortes, hemos entregado algunas propuestas que sí incidirían positivamente para garantizar esas pensiones públicas dignas, ahora y en el futuro.

Recuperación de los 65 años como edad de jubilación.

Volver a los 35 años cotizados para tener derecho al 100% de la pensión.

Limitar y penalizar con más impuestos las horas extraordinarias.

Aumentar las aportaciones empresariales a la Seguridad Social, dejando de premiar con “tarifas planas” y otras bonificaciones la firma de contratos.

SMI de 1.080 € para aumentar los ingresos por cotizaciones de los trabajadores.

Reducción de los contratos temporales y de la jornada laboral para que haya más personas en activo y más cotizaciones.

Una renta básica, para que nadie se vea en la obligación de aceptar ofertas de trabajo insultantes.

Establecer impuestos por instalar informática y robótica, ya que destruyen muchos empleos.

Cobrar un impuesto adicional a las grandes empresas que recurren a los ERE, siempre que tengan beneficios.

Persecución efectiva del fraude fiscal y de los impagos a la Seguridad Social.

Finalmente hemos pedido que las reivindicaciones de los pensionistas se tomen en serio y se valoren técnicamente, porque son justas y asumibles por una economía como la española, y no tengan como respuesta vagas promesas en busca de los nueve millones de votos que representa este colectivo.

Antonio Pérez Collado

 

CGT

 


Fuente: Antonio Pérez Collado