Ya no sé dónde vivo. Me parecía que habíamos quedado en el año 1978 que esto era una democracia de libre expresión, información, circulación, reunión...

No sé si se acuerdan de la Pirenaica, sí, aquella que escuchábamos para enterarnos de las cosas que de verdad ocurrían en España y que te las contaban desde el extranjero en tiempos del DICTADOR.

No había otra emisora que te contara que la policía había cargado, aquí o allá, contra personas que exigían un cambio en la dirección político-social del país. Te enterabas de justo lo contrario de lo que contaban las emisoras del poder establecido, en el que no pasaba nada que no fuera la bonanza del poder al que le debíamos todo, las inauguraciones maravillosas aunque no hubiera elecciones y toda una suerte de mentiras o medias verdades (que es peor) para tenernos entretenidos y no pensáramos en un cambio profundo.

No había otra emisora que te contara que la policía había cargado, aquí o allá, contra personas que exigían un cambio en la dirección político-social del país. Te enterabas de justo lo contrario de lo que contaban las emisoras del poder establecido, en el que no pasaba nada que no fuera la bonanza del poder al que le debíamos todo, las inauguraciones maravillosas aunque no hubiera elecciones y toda una suerte de mentiras o medias verdades (que es peor) para tenernos entretenidos y no pensáramos en un cambio profundo.

Han pasado los años y, evidentemente, no es exactamente igual, pero se le parece mucho. Ahora hay ciuadanos, en teoría, hay internet y a través de ella, de momento y espero que por mucho tiempo, nos enteramos al instante de lo que pasa en cualquier sitio. Las emisoras y cadenas de TV estos días sacan lo que les interesa y, por tanto están inmersas en la ¿información? de los temas que nos dicen nos interesan, yo diría nos imponen: crisis o recesión, Rubalcaba o Rajoy, Guardiola o Mouriño, Madrid o Barcelona, educación pública o privada, profesores vagos o no, el tiempo y algo de cultura y de ahí no salen, con la que está cayendo.

Las alternativas imaginativas a este caos propiciado por los mismos de siempre (ellos) y que tendremos que resolver los mismos de siempre (nosotros), son acalladas, reprimidas, masacradas, primero por las autoridades con su desprecio, desconocimiento o, simplemente mirar para otro lado, luego por los jueces, que acudiendo a la Ley no pueden por menos que llevarla hasta sus últimas consecuencias incluidos desalojos a fuerza bruta, aunque con ello cercenen un proyecto increíble que se llevaba realizando ante los ojos de todos durante más de 13 años y en el que se realizaban, de modo totalmente abierto, múltiples actividades culturales de todo tipo y condición en un lugar que su propietario tenía abandonado, me refiero a la KUKUTZA del barrio de Rekalde en Bilbao, antigua fábrica RECONVERTIDA (palabra maldita en los tiempos no muy lejanos de burbuja inmobiliaria) en lugar de encuentro y expresión artística y para que la que no ha habido otra solución mas que la destrucción del edificio y de todo el esfuerzo e ilusión puesto en el durante años de imaginación y solidaridad y perfectamente integrado en el pura vida del barrio de Rekalde.

Pues bien, en la tarde-noche del 23-92-011, tuve la misma sensación que en los sesenta, cuando mi padre oía la Pirenaica y uno se quedaba pasmado oyendo que no eran todo flores en el campo, no había manera de enterarse por ningún lado que en Bilbao había convocada una manifestación para defender ese proyecto, manifestación de vecinos que no se pudo realizar ya que la policía la disolvió casi antes de que empezara, que los vecinos y jóvenes se tuvieron que defender de los ataques, que cortaron la luz en el barrio para dar la sensación de caos, que la policía entró en los bares persiguiendo a todo lo que se movía, que la emisora por la que me enteraba admitía todo tipo de llamadas, chats y twits en los que el 99% de las llamadas, incluidas las de gente mayor que le daba igual que el gaztetxe estuviera o no en el barrio, denunciaban que no habían visto una represión tan grande en la ciudad desde los años de la Pirenaica y que, como entonces no había manera de enterarse por ningún sitio de lo que estaba pasando a no ser que se sintonizara Irola Irratia.

Eso sí, a la mañana siguiente, en el resto de medios, no había más delincuentes en esta historia que los terroristas de Bildu y ETA que para eso «son lo mismo» y que ¡oh paradoja! parece ser que son los únicos que durante tantos años y pacíficamente, han rescatado del abandono y la sinrazón un edificio dándole la vuelta como si fuera un calcetín, ofreciendo una alternativa a la dirección que llevamos los demás aunque no inauguremos pantanos, casi calcado a los sesenta solo que entonces no estábamos en crisis económica. Pero qué poco hemos cambiado en el fondo. Una verdadera pena ya que me queda mucho menos de vida que entonces y tengo serias dudas de que esto vaya a cambiar de dirección en lo que me queda de ella.

Gracias a Irola Irratia por ofrecer la otra cara de la noticia, por ser imparciales y por defender algo que merecía la pena.

Victorino García Calderón, Profesor del mirar y fotógrafo

En http://www.tribunasalamanca.com/noticia/65657/blog-de-victorino-garcia/radios-independientes.html


Fuente: Victorino García Calderón