El objetivo es reducir la presencia de inmigrantes en la provincia, expulsar a los declarados “ilegales” e intimidar mediante cacheos y un trato poco humanitario a los “legales”.
Las redadas que la Policía Nacional lleva practicando desde hace algunos meses en la RENFE de Guadalajara ya son habituales y cuentan con un amplio dispositivo formado por policías uniformados y de paisano. El objetivo es reducir la presencia de inmigrantes en la provincia, expulsar a los declarados “ilegales” e intimidar mediante cacheos y un trato poco humanitario a los “legales”.
El objetivo es reducir la presencia de inmigrantes en la provincia, expulsar a los declarados “ilegales” e intimidar mediante cacheos y un trato poco humanitario a los “legales”.

Las redadas que la Policía Nacional lleva practicando desde hace algunos meses en la RENFE de Guadalajara ya son habituales y cuentan con un amplio dispositivo formado por policías uniformados y de paisano. El objetivo es reducir la presencia de inmigrantes en la provincia, expulsar a los declarados “ilegales” e intimidar mediante cacheos y un trato poco humanitario a los “legales”.

Estas redadas, que desde hace al menos cuatro meses, cuando ya se empezó a hablar abiertamente de crisis económica, se han hecho habituales (al menos una a la semana), tienen un objetivo claro que los responsables de la Subdelegación del Gobierno, Interior y UE no han ocultado : ante la crisis, expulsar a los excedentes de trabajadores que no pueden ser insertados en el mercado de trabajo. Con mayores o menores garantías, el objetivo es indudable : expulsar sea como sea a los centenares de miles de trabajadores con los que las grandes empresas han obtenido beneficios récord, y que ahora no interesa mantener. Es más, los grandes capitales han conseguido a través de sus medios de comunicación poner el falso debate de la inmigración como un debate a la orden del día.

En la última entrevista concecida al periódico NOTICIAS DE GUADALAJARA en calidad de Subdelegado del Gobierno en la provincia, Juan Pablo Herranz admite “el problema de la inmigración” como una prioridad de quien ocupe su puesto. Igualmente, la nueva responsable de la porra en Guadalajara ha ido en el mismo sentido en sus declaraciones a la prensa.

Un escándalo que no sobresalió por la inestimable ayuda de los medios de comunicación provinciales fue la muerte ocurrida el 8 de marzo de este año en la localidad de Quer, donde un joven de nacionalidad búlgara murió en su puesto de trabajo sin que la Subdelegación del Gobierno admitiera estos hechos hasta pasadas las Elecciones Generales. En el caso de las razzias policiales en la RENFE, y también algunas en la Estación de Autobuses de Guadalajara, el secretismo es absoluto y nunca se han hecho públicos datos acerca de estas redadas anti-inmigración, con la consecuente inseguridad jurídica que esto plantea para los afectados.

Lo cierto es que estas redadas están infundiendo miedo entre el colectivo inmigrante. Varios trabajadores de otros países han comentado a colaboradores de este periódico la insoportable presión. “A veces (en referencia al Barrio del Alamín), viene un coche camuflado. Se te presentan como Policías, te cachean delante de todo el mundo, hasta que comprueban que no pueden joderte y se van. Conmigo ya van dos veces”, comenta un joven de nacionalidad colombiana.


Fuente: Cambio y Debate