Lo que no dice el Informe Valech Los torturadores : quiénes son y dónde están
Por Julio Oliva García

"Fui violada, me ponían corriente, me quemaron con cigarrillos, me hacían ’chupones’, me pusieron ratas. Creo que estuve en Venda Sexy (recinto secreto de la DINA), me amarraron a una camilla donde unos perros amaestrados me violaron. Estaba siempre con scotch, después una venda y después una capucha. Se reían, nos ofrecían comida y nos daban cáscaras de naranjas. Nos despertaban

Lo que no dice el Informe Valech
Los torturadores : quiénes son y dónde están


Por Julio Oliva García

«Fui violada, me ponían corriente, me quemaron con cigarrillos, me hacían
’chupones’, me pusieron ratas. Creo que estuve en Venda Sexy (recinto secreto
de la DINA), me amarraron a una camilla donde unos perros amaestrados me
violaron. Estaba siempre con scotch, después una venda y después una capucha.
Se reían, nos ofrecían comida y nos daban cáscaras de naranjas. Nos despertaban

de noche para perder la noción del tiempo».
(Testimonio de una niña de 16 años, secuestrada en la Región Metropolitana,
quien luego fue expulsada del país sin su familia.)

El horror se hizo presente para todos los chilenos. Algunos seguirán diciendo
que es mentira, que a los sobrevivientes «les pagaron para hablar contra
las Fuerzas Armadas», o por último que «se lo merecían». Pero el país ya
supo la verdad y hasta una modelo-animadora quiere «saber los nombres de
los torturadores». Esa es la idea de este especial : entregar una parte de
la verdad que no tiene por qué esperar 50 años para ser conocida.
Esa es una de las tantas críticas que se hace al Informe sobre Prisión Política
y Tortura presentado por Ricardo Lagos, en la noche del domingo 28 de noviembre,
a través de un discurso pregrabado para la cadena nacional transmitida antes
de comenzar los espacios noticiosos de los canales de televisión. Solo,
sin víctimas ni familiares a los que mirar a los ojos, el Presidente de
la República cumplía con el ritual de informar a sus conciudadanos. No hubo
entrega simbólica del texto, no hubo posibilidad de consultar nada, no hubo
reconocimiento de los motivos que llevaron a tantos hombres y mujeres a
torturar a sus compatriotas, no hubo crítica certera, no hubo nombres de
víctimas ni de victimarios, no se entregaron los antecedentes a la Justicia,
como se había hecho luego del Informe Rettig y hasta de la Mesa de Diálogo.

Reacciones desde el odio

Senadores designados y ex uniformados reaccionaron descartando participación
en los delitos. El ex almirante Jorge Martínez Bush exigió un «punto final»
para terminar con las «mentiras» contra su institución. El otro ex almirante,
Jorge Arancibia, negó rotundamente la posibilidad de «dar de baja» a La
Esmeralda, «que sólo puede ser dada de baja en combate» y amenazó : «Yo no
puedo comprometerme, ni nadie puede hacerlo, a que algo no ocurra nunca
más si no sé qué lo origina». Muchos insistieron en la tesis de Hermógenes
Pérez de Arce sobre los infundios sin base contra los uniformados y el «gobierno
militar», repetidos en boca de los generales y almirantes en retiro.
El senador designado y ex comandante en jefe de la FACH Ramón Vega apoyó
la declaración oficial de su institución y agregó que : «las consecuencias
hoy día las estamos lamentando y las estamos investigando, pero una planificación
de tortura yo por lo menos jamás la escuché, nunca se analizó, ni en la
Academia de Guerra ni en la Escuela de Aviación ni en ninguna escuela de
instrucción se escuchó nunca la palabra tortura».
Los senadores Rodolfo Stange y Fernando Cordero, ex generales directores
de Carabineros, no aceptaron responsabilidad institucional en las torturas
y aseguraron que «no hay motivos para que la policía uniformada pida perdón».

Stange criticó el informe sobre tortura «porque raya en lo inconstitucional,
poniendo en tela de juicio a las instituciones y no a las personas. Yo participé
en la junta de gobierno, pero no hago un mea culpa porque no me siento responsable
de ninguna situación extrema como se está indicando en la comisión del obispo
Valech», señaló.
Cordero, por su parte, dijo que habría que «completar la tercera pata de
la mesa, porque en este minuto la mesa está coja, hay que hacer el mea culpa
por lo que se produjo antes del 11 de septiembre del 73, que fue el causante
de todas las situaciones que se produjeron con posterioridad».
El actual Director General, Alberto Cienfuegos, también se mostró lejano
a la posibilidad de pedir perdón o asumir institucionalmente la responsabilidad,
aunque debería responder sobre cuál fue su función, desde el 25 de marzo
de 1974, cuando como teniente fue nombrado en comisión de servicio para
desempeñarse como Jefe de la Oficina de Informaciones de la Secretaría Ejecutiva
Nacional de Detenidos, recordada por mucha gente por su sigla : SENDET.

La UDI, Renovación Nacional y Lavín, apostaron por bajarle el perfil, por
mostrarse en profunda conmoción, asegurando incluso que su participación
en la dictadura era, justamente, para evitar que se cometieran más atropellos
y abrir camino a la democracia. Nadie les creyó. Sergio Fernández continuó
tratando de descartar su participación en las violaciones a los derechos
humanos, pero su compañera de gabinete Mónica Madariaga aseguró que en los
centros clandestinos de tortura los agentes lo conocían como «el car’e jote».

Pronto deberá iniciar continuas visitas a tribunales, junto a Sergio Onofre
Jarpa, Sergio Diez, Ambrosio Rodríguez, entre tantos, para responder a tanta
interrogante que surge sobre sus responsabilidades como autoridades civiles.

Una nueva avalancha de querellas por torturas, como las que ya han presentado
cientos de ex presos políticos, se anuncia tras la entrega del informe.
Fernández Fernández deberá responder, por ejemplo, por que negó a la Justicia
la existencia de Villa Grimaldi, como lo demuestra el oficio reservado en
que responde el 18 de mayo de 1978 a la pregunta del Tercer Juzgado del
Crimen de Mayor Cuantía de Santiago.


Exigencias desde las organizaciones

La conjunción de organizaciones de ex presos políticos reaccionó al unísono
(ver página 2), las agrupaciones de familiares de las víctimas se sumaron
a la denuncia. El Partido Comunista anunció nuevas querellas y agregó que
«la principal reparación que esperaba el país es la que dice relación con
que ésta fuera proporcional al daño causado. Esto implica verdad y justicia
plena para todas las víctimas. Demandamos que en aras de esos principios,
el Informe se haga público en su totalidad ; que los nombres de los torturadores
sean entregados a los tribunales de justicia y se inicien todos los procesos
judiciales que se requieran ; que sus archivos sean desclasificados en forma
inmediata y no en 50 años ; que sean removidos inmediatamente de las fuerzas
armadas y policiales todos los responsables de torturas y vejámenes ; que
se termine con la doctrina militar cuya matriz es instaurada por el imperialismo
norteamericano, y en la cual son y han sido instruidos sistemáticamente
los cuadros militares y policiales chilenos, para reprimir a su propio pueblo».

El tema de la reparación monetaria no fue el centro de la polémica, excepto
por el intento de Ricardo Lagos de chantajear a los torturados con la amenaza
de tener que sacar dineros de los programas sociales para cancelarles la
indemnización.
Desde el CODEPU se hizo otra exigencia : «Así como se van abrir nuevos plazos
para reconsiderar la calidad de víctimas de las personas que no calificaron,
planteamos que por tratarse de un crimen de lesa humanidad no puede existir
un plazo excluyente para la calificación. En este sentido, el Estado debe
abrir un nuevo plazo, para nuevas presentaciones de personas que por diversas
razones no concurrieron al llamado inicial, más cuando el propio Informe
señala que los testimonios recogidos ’sólo representan una muestra parcial
del universo total de personas afectadas por dichas violaciones a los derechos
humanos durante el régimen militar’».
Así, ni el mea culpa que intentaron hacer algunos medios de comunicación,
como Canal 13, o el «asombro» de algunos funcionarios de la dictadura como
Jorge Hevia, han logrado sacar del centro el tema principal : en Chile se
torturó. La tortura fue sistemática y organizada, apoyada con toda la infraestructura
del Estado convertido en terrorista ; cientos de hombres y mujeres fueron
adiestrados para someter a las más terribles vejaciones a otros hombres
y mujeres. El uso de ratas y perros para agredir sexualmente a los prisioneros,
la electricidad en los rincones más delicados de sus cuerpos, los simulacros
de fusilamiento, la abstinencia de comida por largos períodos y muchas otra
aberraciones, fueron cometidas en contra de quienes consideraban «enemigos»,
«humanoides» en el decir de uno de los integrantes de la Junta Militar.
Lo otro que ha sido claro es que los sobrevivientes han tenido el coraje
y la dignidad para relatar lo que sufrieron, para transformarlo en esperanza
y ganas de seguir insistiendo en la necesidad de transformar este país,
para continuar luchando por hacer realidad los sueños de aquellos que no
pudieron acudir a dar su testimonio : los ejecutados y detenidos desaparecidos.

DINA : La mano de Pinochet

«Siempre cumplí (…) conforme a las órdenes que el señor Presidente de
la República me daba. Solamente él, como Autoridad Superior de la DINA,
podía disponer y ordenar las misiones que se ejecutaran y siempre, en mi
calidad de Delegado del Presidente y Director Ejecutivo de la DINA, cumplí
estrictamente lo que se me ordenó».
(Manuel Contreras Sepúlveda, director de la DINA).

En los procesos contra la DINA, mirando la lista de encausados y condenados,
pareciera que los únicos que la conformaron eran unos pocos mandos encabezados
por su director Juan Manuel Contreras Sepúlveda, de alias «Mamo» y «Mojón».
Siempre aparecen Pedro Octavio Espinoza Bravo, alias «Don Rodrigo» ; Raúl
Eduardo Iturriaga Neumann, alias «Don Elías» y «Luis Gutiérrez» ; Miguel
Krassnoff Martchenko, alias «caballo loco» ; y los operativos Gerardo Godoy
García, Basclay Zapata Reyes y Osvaldo Romo Mena. Pero los torturadores
fueron muchos más.

Brigada Caupolicán

Mayor Marcelo Luis Manuel Moren Brito, jefe de Brigada Caupolicán. Alias
«coronta», «ronco» y «oso».

Teniente Coronel Vianel Valdivieso Cervantes, alias «Víctor». Jefe del Departamento
de Operaciones Psicológicas. Mantenía contacto con los periodistas que ejercían
servicios para la DINA, como Roberto Araya, Julio López Blanco, Claudio
Sánchez, Pablo Honorato, Ricardo Coya y Beatriz Undurraga, y el publicista
Manfredo Mayol. Pasó a retiro en 1987 y se instaló en Temuco con una empresa
privada.

Capitán de Corbeta Sergio José Peñaloza Marusic, agente operativo.

Capitán de Corbeta Alejandro Paulino Campos Rehbein, alias «Antolín». C.I.
3.704.573-K. Agente operativo. Luego se integra a la Subdirección de Inteligencia
Exterior.

Capitán Francisco Maximiliano Ferrer Lima. Alias «Max Lenoux». Jefe del
centro clandestino de torturas conocido como José Domingo Cañas, reemplazando
a Ciro Torré. Socio de «Pedro Diet Lobos» e instructor de la Escuela Nacional
de Inteligencia impartiendo los cursos de «servicio secreto y observación».
Continuó su labor en la CNI y se mantuvo en servicio activo, al menos, hasta
principios de los 90 con el grado de coronel.

Teniente Fernando Eduardo Laureani Maturana, alias «teniente Pablo». Agente
Brigada Caupolicán y jefe del grupo Aguila, conocido como «los guatones».
Hasta principios de los 90 continuaba en servicio activo, con el grado de
coronel, como Jefe de Estado Mayor de la 3ª División de Ejército en Concepción.

Teniente de Carabineros Jaime Gustavo López Abarca, agente de Londres 38
y Cuatro Alamos. C.I. 1.822.793-2. Involucrado en la desaparición de María
Cecilia Labrín Sazo.

Cabo de Carabineros Emilio Hernán Troncoso Vivallos. C.I. 4.236.940-3. Involucrado
en las desapariciones de Juan Bautista y Washington Maturana Pérez, Mario
Juica Vega, Gabriel Castillo y Daniel Palma Robledo.

Cabo de Carabineros Heriberto del Carmen Acevedo Acevedo.

Teniente de Ejército Jorge Claudio Andrade Gómez, C.I. 5.293.833-3. En los
primeros días del golpe participa en la masacre del complejo maderero Panguipulli.
Actúa bajo el mando directo de Krassnoff en el cuartel Terranova (Villa
Grimaldi). En agosto de 1979, ya en la CNI, participó en la aplicación de
las torturas que causaron la muerte del profesor Federico Alvarez Santibáñez.
En 1991 era mayor en la Guarnición General Metropolitana y miembro del DINE.

Cabo de Carabineros José Aravena Ruiz, alias «muñeca del diablo» y «cucharita»,
este último sobrenombre se lo pusieron los prisioneros pues acostumbraba
golpearles los nudillos de las manos con una cuchara después de la tortura.
Fue funado en diciembre de 1999 en su casa de Alfonso Leng 5569-0, en la
Villa Santa Elena de Macul, sitio que abandonó poco después.

Conscripto del Ejército Samuel Enrique Fuenzalida Devia, alias «gato».

Emilio Iribarren Ledermann, alias «Joel». Pasó de militante del MIR a ser
agente de la DINA.

Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias «Barba». Pasó de militante del
MIR a ser agente, primero del Comando Conjunto y luego de la DINA. Por estos
días está siendo procesado en varios casos de torturas y desapariciones.

Capitán de Carabineros Egladio Salgado Torres, agente destinado al Cuartel
General de Belgrano, pero también con funciones operativas en secuestros
y torturas en Villa Grimaldi. En 1980 retornó a su institución, integrándose
a la DICAR. Pasó a retiro con el grado de coronel.

Sergio Bernardino Ortega Parada, alias «gil culiao».
Capitán de corbeta Sergio José Peñaloza Marusic. C.I. 4.782.486-9. Agente
operativo de la DINA hasta su disolución.

Cabo de Carabineros José Avelino Yévenes Vergara, alias «Quico» o «Daniel
Cáceres». Integrante del grupo Halcón II, con labores de torturador en Londres
38, José Domingo Cañas y Villa Grimaldi. Al finalizar la DINA pasó a la
CNI y luego al DINE. Fue funado en su casa de Calle B 5266, Villa San Luis
de Macul, comuna de Peñalolén.

Brigada Purén

Capitán de Ejército Alfonso Faúndez Norambuena, Jefe de Brigada Purén. C.I.
5.454.077-1. El 11 de septiembre se desempeñaba en la Escuela de Infantería
de San Bernardo participando en las ejecuciones y desapariciones Paine y
Cerro Chena. Continuó su labor en la CNI. Tras el fin de la dictadura se
radicó en Talca, donde tiene una empresa que provee de forraje y granos
al Ejército.

Coronel de Ejército Manuel Andrés Carevic Cubillos, alias «Raúl» y «Claudio».
Segundo en el mando de la Brigada Purén. Continuó su labor en la CNI y,
en 1989, fue designado Jefe de Plaza en el distrito de La Pintana, Puente
Alto, Pirque y San José de Maipú. Hasta principios de los 90 formó parte
del DINE con el grado de coronel.

Mayor de Carabineros Eduardo Víctor Espinoza Paiella. C.I. 3.662.969-K.
Agente del Departamento Economía. Pasó a retiro junto con Manuel Contreras.

Capitán Carabineros Germán Jorge Barriga Muñoz, alias «Don Jaime». C.I.
5.060.938-3. Integrante de la Brigada Purén y luego de la CNI. Con el grado
de coronel, Barriga cumplía en 1991 funciones en la Dirección Nacional de
Movilización. Fue funado en su domicilio de Irarrázaval 2061, departamento
105, lugar que abandonó presurosamente. Hoy es jefe de seguridad de los
supermercados Lider.

Teniente Manuel Abraham Vásquez Chahuán, alias «teniente Manuel». C.I. 5.090.309-K.
Responsable en las desapariciones y ejecuciones de Paine y Cerro Chena.
Continuó en la CNI y en 1989 fue designado comandante del Batallón Logístico
de Concepción.

Cabo de Ejército Basclay Humberto Zapata Reyes, alias «el troglo». Con fama
de ser muy cruel en las torturas y violar a las mujeres detenidas. Procesado
por múltiples casos de desaparición, ejecuciones y torturas. Hasta principios
de los 90 se mantuvo como instructor en la Escuela de Suboficiales «Daniel
Rebolledo» y con labores operativas en el DINE.

Oficial de Carabineros Gerardo Urrich González, alias «mano negra». Instructor
en Tejas Verdes. Responsable de una serie de ejecuciones en el sector conocido
como Barrancas, hoy mayoritariamente comuna de Pudahuel. Fue funado en su
oficina de «Servicios de Seguridad Alcázar», ubicada en Ahumada 236, oficina
408.

Teniente de Ejército Manuel Jorge Provis Carrasco. Como integrante de la
Escuela de Infantería de San Bernardo participó en los crímenes de Paine
y Cerro Chena. Continuó en tareas represivas y fue comandante del cuartel
de la CNI de calle Borgoño, participando en la Operación Albania. A fines
de 1989 regresa de un viaje profesional que hace a Israel. Hasta 1991 era
teniente coronel en la Brigada de inteligencia del Ejército.

Teniente de Ejército Marco Antonio Sáez Saavedra. C.I. 5.795.624-0. Especialista
en la represión al Partido Comunista y Partido Socialista. En 1991 era teniente
coronel y desempeñaba sus labores en la Dirección de Operaciones del Ejército.
Cuñado del mayor de la CNI Joaquín Molina, asesinado por Manuel Contreras
Valdebenito.

Teniente de Ejército Manuel Rolando Mosqueira Jarpa.

Detective Manuel Gregorio Chirinos Ramírez.

Detective Jorge Lander Cabezas.

Detective Francisco Aladino Caamaño Díaz.

Detective Arturo Patricio Vargas Cid.

Inspector de Investigaciones Juan Saldías Valdés, alias «Harry el sucio».

Inspector de Investigaciones Risiere del Prado Altes España, alias «Pedro».

Otros mandos y agentes

Teniente Coronel de Ejército Jerónimo Luzberto Pantoja Hernández, Subdirector
de la DINA y la CNI. C.I. 2.095.044-7. Responsable de la masacre de Chihuío
como vicecomandante del Regimiento Maturana de Valdivia. En 1990 fue arrestado
por su participación en la financiera ilegal conocida como «La Cutufa».

Teniente Coronel de Ejército Alberto Elissalde Muller, Encargado Departamento
de Economía. C.I. 3.118.465-7. Como encargado de la Subdirección de Personal
paga los salarios de los agentes a través de las empresas de fachada «Villar
y Reyes» y «Elissalde y Poblete». Al menos hasta fines de los 90 vivió en
uno de sus extensos predios en la zona sur del país.

Mayor Carlos Rafael Parera Silva, Alias «Luis Gutiérrez», C.I. 3.090.193-2.
Jefe Departamento Exterior (sucesor de Iturriaga Neumann). En 1973 era Segundo
Comandante de Boinas Negras en Peldehue. Cuando se disolvió la DINA se reincorporó
al Ejercito y fue destinado como Comandante del Regimiento Dolores, Director
de la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales, y en 1985 agregado
militar en Francia. En el gobierno de Patricio Aylwin fue Agregado Militar
en la embajada chilena en Sudáfrica.

Andrés Terrise Castro. Agente del Departamento de Operaciones Sicológicas,
donde cumplía funciones de encubrimiento de crímenes y preparación de campañas
de propaganda. Continuó en la CNI y el DINE como agente civil. Hoy aparece
como empresario de una firma de publicidad con sede en la Ciudad Empresarial
de Huechuraba.

Mayor Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, jefe de Villa Grimaldi. C.I. 3.870.222-K.
Era el jefe y amante de Luz Arce. En 1985 fue agregado militar en la República
Federal Alemana, pasando a retiro en 1987 para irse al sur, donde muchos
altos jerarcas de la DINA tienen extensas zonas de tierra.

Mayor Julio Cerda Carrasco, Jefe de Seguridad del Cuartel Central (Belgrano).
Responsable de desapariciones y ejecuciones en el Cerro Chena. Pasó a retiro
en diciembre de 2002 como Comandante en Jefe de la IV División del Ejército.

Capitán de Ejército Eugenio Armando Videla Valdebenito, agente operativo.
C.I. 4.209.466-8. Participó en los cursos de Tejas Verdes antes de pertenecer
a la DINA. Fue director de la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes y gobernador
de San Antonio. En servicio activo hasta principios de los 90, llegó a integrar
el Estado Mayor del Ejército.

Teniente de Ejército Juan Viterbo Chiminelli Fullerton, C.I. 3.704.546-2.
Agente Departamento Exterior. En 1973 se desempeñaba en el comando de aviación
y fue uno de los pilotos que acompaño al sur y norte del país al General
Arellano Stark, en la «Caravana de la Muerte». El año 1974 pasó a formar
parte de la DINA. Funado en su domicilio en Avenida El Bosque Norte y su
trabajo en la empresa minera Kvaerner-Chile, de origen holandés.

Teniente Ricardo Víctor Lawrence Mires, 5.392.869-2, Jefe Brigada Halcón
1. Alias «cachete grande». Procesado por numerosos casos de secuestros,
ejecuciones y torturas, entre ellos la desaparición de María Cecilia Labrín
Sazo que se encontraba en avanzado estado de embarazo. Fue funado en Tabancura
1382, su lugar de trabajo en la distribuidora de camarones «Kamaron Bay»,
donde usa el alias de «Ricardo Flores» en su contacto con dueños de numerosos
restaurantes de Santiago.

Teniente de Carabineros Emilio Patricio Sajuria Alvear, socio de la empresa
de pantalla Pedro Diet Lobos. C.I. 5.122.525-2. Funado en Telefónica, donde
se desempeñaba en su Departamento Jurídico. Hoy ejerce como abogado de empresas
turísticas.

Subteniente de Carabineros Gerardo Ernesto Godoy García, Jefe Grupo de Apoyo
Tucán y Jefe de la Venda Sexy. Alias «cachete chico». Hasta marzo de 1991,
con el grado de mayor, era jefe de la comisaría de Ancud. Después de esa
fecha fue trasladado a Santiago. Hoy condenado por el secuestro de Miguel
Angel Sandoval, debiendo ser trasladado a Punta Peuco II, aunque aún se
le ve por su casa de La Reina.

Oficial de Carabineros Gerardo Alejandro Aravena Longa, agente operativo.
C.I. 4.567.685-4. Involucrado en la ejecución de cinco prisioneros políticos
en Cuesta Barriga y en la desaparición de José Guillermo Barrera. Al terminar
la DINA pasó a la CNI y en 1985 volvió a Carabineros, pasando a retiro como
comandante. Hoy es Gerente General de Radio Santiago.

Oficial de Ejército Mario Alejandro Jara Seguel. C.I. 3.319.824-8. Jefe
del cuartel de la DINA en la IV Región, con asiento en Coquimbo. En otro
momento estuvo al mando de la brigada que operaba en Rocas de Santo Domingo.
Amigo personal de Manuel Contreras. Adquirió una parcela entre Coquimbo
y La Serena en la que viviría con su ex secretaria, de nombre Nancy.

Comando Conjunto
El terrorismo desde la FACH

El denominado Comando Conjunto (CC) fue una agrupación de inteligencia que
operó aproximadamente entre fines de 1975 y 1976, y cuyo objetivo principal
fue la represión a la denominada Fuerza Central del MIR, y a los comités
centrales del Partido y las Juventudes Comunistas. Durante este período,
según el Informe Rettig, fue responsable de la desaparición de cerca de
30 personas. Otras fuentes hablan de más de 70.
El CC estaba formado principalmente por agentes pertenecientes a la Dirección
de Inteligencia de la Fuerza Aérea (DIFA) y más tarde con una participación
importante de efectivos de la Dirección de Inteligencia de Carabineros (DICAR).
Contó también, en menor medida, con la participación de agentes del Servicio
de Inteligencia Naval (SIN) y con algunos efectivos de la Dirección de Inteligencia
del Ejército (DINE). Además, colaboraron en ese Comando miembros de la Policía
de Investigaciones de Chile y civiles provenientes del grupo de extrema
derecha Patria y Libertad.

Los inicios en la AGA

Testigos que sobrevivieron a las torturas de la Academia de Guerra Aérea
recuerdan como sus torturadores, entre otros, a los generales Orlando Gutiérrez
Bravo y Juan Soler Manfredini ; los comandantes Sergio Lizasoaín Mitrano,
Edgar Cevallos Jones, Jaime Lavín Fariña, Carlos Godoy Avendaño, Juan Bautista
González, Ramón Cáceres Jorquera y Humberto Velásquez Estay ; el coronel
y médico FACH Humberto Berg Fontecilla ; los coroneles Sergio Sanhueza López
y Javier Lopetegui Torres ; los capitanes León Duffey Treskoff (quien llegó
hasta general al interior de la FACH), Alberto Waschtendorf, Juan Carlos
Sandoval, Alvaro Gutiérrez (residiendo actualmente en Melipilla), Jaime
Lemus, Víctor Mattig Guzmán, Florencio Dublé, Contreras y Hernán Fucshlogher
(jefe de guardia permanente) ; el abogado Julio Tapia Falk (cerebro del consejo
de guerra y asesor principal del general Leigh. Rector designado en la U.
de Chile, abogado de Manuel Contreras cuando intentó refugiarse en el Hospital
Naval de Talcahuano y, últimamente, querellante en contra de la obra «Arturo
Prat». Trabaja en su estudio privado de abogado en la comuna de Providencia,
en calle Santa Magdalena), los asesores legales Cristián Rodríguez, Jaime
Cruzat Corvera (que tiene su oficina en pleno Paseo Huérfanos) y Víctor
Barahona ; los tenientes Juan Carlos Sandoval, Luis Campos, José García Huidobro,
Franklin Bello y Gonzalo Pérez Canto ; el sargento Hugo «chuncho» Lizana,
el suboficial Juan Normabuena, el cabo Eduardo Cartagena y el cabo 2º Gabriel
Cortés (que se cambió el nombre).

Los más siniestros

Sergio Manuel Barra Von Kretschmann (C.I. 1.614.559-9), jefe del Servicio
de Inteligencia Naval en la Comunidad de Inteligencia (José Antonio Ríos
6). Capitán de fragata al momento del golpe de Estado, parte de la dirección
de la DINA en 1974 y subdirector en 1975. En 1976 pasa a formar parte de
la CNI. Fue procesado como cómplice de la asociación ilícita criminal y
del secuestro de Edrás Pinto y Reinalda Pereira por el ministro Cerda.

Freddy Enrique Ruiz Bunger, general ® de la FACH. Jefe de la DIFA en J.A.R.
6. Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del
secuestro de Edrás Pinto y Reinalda Pereira, por el secuestro de Víctor
Vega y la desaparición y muerte de Juan Luis Rivera Matus. También por el
delito de secuestro calificado en las personas de Víctor Vega, David Urrutia,
Juan Carlos Orellana, Ricardo Weibel, Alonso Gahona Chávez y Miguel Rodríguez
Gallardo, y la detención ilegal de los sobrevivientes Isabel Stange, Jaime
Estay y Amanda Velasco.

Mario H. Vivero Avila, general ® de la FACH, juez de Aviación y comandante
de la guarnición de Santiago en 1976. Procesado como encubridor de la asociación
ilícita y de la desaparición de Víctor Vega.

Edgar Benjamín Cevallos Jones, coronel ® de la FACH. Director de la DIFA
y luego de la SIFA, torturador en la Academia de Guerra Aérea y jefe de
Roberto Fuentes Morrison en el CC. Alias «Inspector Cabezas». C.I. 2.895.236-8.
Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro
de Edrás Pinto y Reinalda Pereira, y por el desaparecimiento de Luis Baeza
Cruces y el asesinato de Alfonso Carreño Diaz en 1974.

Carlos Arturo Madrid Hayden, comandante ® de la FACH. Vicecomandante del
Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina en el que funcionó el centro
de tortura «Remo Cero». Procesado como autor de asociación ilícita criminal,
del secuestro de Víctor Vega y Juan Luis Rivera Matus.

Daniel Luis Enrique Guimpert Corvalán, teniente ® de la Armada (C.I. 4.638.149-1).
Procesado como autor de la asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro
de Edrás Pinto, Reinalda Pereira y Víctor Vega.

Eduardo Enrique Cartagena Maldonado, alias «Lalo». C.I. 5.083.760. Suboficial
® de la FACH. Agente del CC desde 1975, participando en secuestros, torturas
y desapariciones de numerosos dirigentes comunistas entre ese año y 1976.
Tras la disolución de este organismo pasó a integrar el Servicio de Inteligencia
de la Fuerza Aérea (SIFA).
Su último domicilio conocido es Del Rey 394, Maipú, donde fue denunciado
por la Comisión FUNA. Lo más probable es que esté viviendo en la zona del
litoral central.

Miguel Arturo Estay Reyno, alias «El Fanta». C.I. 6.446.545-7. Ex militante
comunista, pasó de delator a agente tras ser detenido en 1975 por miembros
del Comando Conjunto.
Procesado por el ministro Cerda y amnistiado por Silva Ibáñez, hoy cumple
condena a cadena perpetua en Colina por el asesinato de los tres profesionales
comunistas y es procesado por la desaparición de Víctor Vega.

César Luis Palma Ramírez, alias «El Fifo». C.I. 6.387.372-1. Como militante
de Patria y Libertad participa en numerosos atentados terroristas contra
el gobierno de la UP, fue detenido en agosto de 1973 por su participación
en el homicidio del edecán presidencial Arturo Araya, amnistiado después
del golpe de Estado por el Almirante Adolfo Waulbaum. Amigo de Fuentes Morrison,
quien lo lleva al CC, pasa a ser su mano derecha en la ejecución de las
tareas represivas. Su última dirección conocida es El Quilo 5535, Quinta
Normal, donde funciona la fábrica de equipos refrigerantes FRIGOMET LTDA.,
en la que aseguran que no lo conocen, sin embargo continúa su fono-fax 7738010
a nombre de Palma Ramírez.

Leonardo Alberto Schneider Jordán, alias «El Barba». C.I. 5.521.250-3. Ex
militante del MIR, agente. Acusado por numerosos sobrevivientes de haber
participado en su detención y tortura en la Academia de Guerra Aérea. Luego
pasaría a integrar la brigada que se dedicó a reprimir al MIR en la DINA.
Procesado por torturas y secuestro permanente en, al menos, dos juzgados
de Santiago. Su último domicilio conocido es Las Hualtatas 4966, fono 2633546,
Vitacura.

Roberto Alfonso Flores Cisterna, alias «El Huaso». C.I. 7.767.975-8. Soldado
® de la FACH. El 11 de septiembre de 1973, como soldado de la FACH en
la Base Aérea El Bosque, participa en interrogatorios y torturas a detenidos.
En 1975 pasa a formar parte del CC, siendo responsable del secuestro, tortura
y desaparación de decenas de militantes comunistas. Hasta mediados de los
’90 continuaba en servicio activo en la SIFA, hoy aparece desempeñándose
en el rubro del comercio. Su último domicilio conocido es Villa Tantauco,
Block 10282, depto. 31, San Bernardo.

Otto Silvio Trujillo Miranda, agente civil, alias «Colmillo Blanco» en reportaje
de La Nación. C.I. 5.684.434-1. Militante DC en su juventud, luego se incorporó
a Patria y Libertad donde conoce al «Wally», quien lo llevaría al CC.
Participa en el secuestro, tortura y desaparición de decenas de militantes
de izquierda hasta su expulsión por el incidente con la DINA. Tras una larga
permanencia en el Hospital Penitenciario se le ha visto circular por la
comuna de La Florida.

Guillermo Antonio Urra Carrasco, alias «Willy». C.I. 6.687.227-0. Cabo segundo
® de la FACH. Agente operativo del CC desde su formalización en 1975.
Fue procesado por el juez Carlos Cerda por su participación en el secuestro,
torturas y desaparición de decenas de militantes de izquierda. Según testigos
directos es responsable de la ejecución de prisioneros en el Cajón del Maipo
(entre ellos José Weibel y los agentes Carol Flores y Guillermo Bratti),
en Cuesta Barriga (entre otros Horacio Cepeda, Fernando Ortiz y Reinalda
Pereira) y en el lanzamiento al mar de otros, frente a las costas de Quinteros..
Su última dirección conocida es Santa Blanca 1990, Las Condes.

Fernando Patricio Zúñiga Canales, Alias «Chirola». C.I. 5.974.807-6. Suboficial
® de la FACH. Como soldado de la Base Aérea de El Bosque, el 11 de septiembre
de 1973, participa en la tortura de sus camaradas de armas. Luego es trasladado
a la Academia de Guerra Aérea para cumplir las mismas funciones y de allí
pasa a formar parte de la DIFA. En 1975 se incorpora al CC, en el que participa
en el secuestro, tortura y desaparición de decenas de militantes de izquierda.
Perteneció al Servicio de Inteligencia de la FACH (SIFA) al menos hasta
principios de los ’90.
Su última dirección conocida es Pasaje Simón Bolívar 1298, San Bernardo.

Jorge Rodrigo Cobos Manríquez, teniete de reserva FACH, proveniente de Patria
y Libertad. Alias «Kiko» o «Elefantito» (C.I. 5.890.505-4). Procesado como
autor autor de asociación ilícita criminal y cómplice del secuestro de Edrás
Pinto, Reinalda Pereira y Víctor Vega.
Jorge Arnoldo Barraza Riveros, Comisario ® de la Policía de Investigaciones.
Alias «El Zambra». Procesado como cómplice de la asociación ilícita criminal.

Pedro Ernesto Caamaño Medina, Suboficial ® de la FACH. Alias «Peter» (C.I.
7.024.319-9). Agente operativo en el centro de torturas «La Firma». Procesado
por el juez Carlos Hazbún por el secuestro de Víctor Vega. Participa en
el secuestro de José Weibel y decenas de militantes de las Juventudes Comunistas.
Su último domicilio conocido es José Miguel Carrera 424, departamento 702,
Santiago Centro, lugar donde fue denunciado ante sus vecinos por la Comisión
FUNA.

Alejandro Fígari Verdugo, alias Luty, proveniente de Patria y Libertad,
segundo al mando en el equipo de detención, luego de «Fifo» Palma (según
Otto Trujillo). C.I. 6.693.227-3.

Alex Damián Carrasco Olivos, Funcionario de la FACH, escolta de Leigh, Fernando
Matthei y Ramón Vega. Alias «Loco Alex» (C.I. 6.243.426-7). Agente operativo
del Comando Conjunto.

Juan Arturo Chávez Sandoval, cabo ® de la FACH. Alias «Peque», «Rucio»
o «Pol». C.I. 6.476.141-2. Torturador en el AGA y operativo del CC. Procesado
por el secuestro de Víctor Vega.

Raúl Horacio González Fernández, funcionario ® de la FACH. Alias «Rodrigo»o
«Wally Chico». C.I. 6.519.815-0. Testigos afirman que participó en la detención
de José Weibel. Funado en Puerto Montt, en octubre de 2002, frente a la
empresa de radio taxis Volcanes ubicada en calle Doctor Marín 459, teléfonos
313131 y 313989, desde la que ofrecía servicios a los diarios El Mercurio
y El Llanquihue, y a la filial local de la Coca-Cola. Procesado como cómplice
de la detención ilegal de Amanda Velasco Pedersen en el 25º Juzgado del
Crimen.

Antonio Benedicto Quiros Reyes, C.I. 3.189.349-6. Coronel ® de la FACH
y jefe del Departamento de Contrainteligencia en los años del CC. Procesado
por Carlos Cerda como autor de asociación ilícita criminal.

Andrés Pablo Potin Lailhacar, agente civil del CC. Alias «Yerko». C.I. 5.390.709-1.
Militante de Patria y Libertad detenido en agosto de 1973 por su participación
en el homicidio del edecán presidencial Arturo Araya. Procesado por el juez
Hazbún como participante del secuestro de Víctor Vega. Figura como empresario
en el rubro computacional con una oficina en Américo Vespucio Norte 2506.

Robinson Alfonso Suazo Jaque, soldado ® de la FACH. Alias «Jonathan».
C.I. 7.641.894-2. Torturador en la AGA. Procesado en el 25º Juzgado del
Crimen por el secuestro y desaparición de Víctor Vega.

Pedro Juan Zambrano Uribe, funcionario de la Fach. Alias «Chino». C.I. 6.969.320-2.
Procesado por el ministro Hazbún como autor del secuestro de Víctor Vega.

Franklin Bello Calderón, teniente ® de la FACH, procesado en el Noveno
Juzgado del Crimen de Santiago por el desaparecimiento de Luis Baeza Cruces
y el asesinato de Alfonso Carreño Diaz en 1974.

Otros torturadores del Comando Conjunto

Miguel Angel Perucca López, reservista de la FACH.
Víctor Misael Robles Mella, oficial ® de la FACH.
Luis Eduardo Rojas Campillay, funcionario de la FACH.
Patricio Eugenio Saavedra Rojas, comandante ® de la FACH.
Ramón Eduardo Valenzuela Cuevas, 5.934.129-4.
Alberto Roque Badilla Grillo, C.I. 5.164.080-2.
Tito Alejandro Figarí Verdugo, C.I. 6.693.227-3.
Angel Gabriel Valdivia Pérez, C.I. 3.277.893-3.
Lénin Figueroa Sánchez, C.I. 4.633.329-2.
Enrique Augusto Werner Haase, 4.086.322-2.
Santiago Segundo San Martín Riquelme, C.I. 4.530.448-5.
Angel Segundo Valdivia Pérez, C.I. 3.996.083-4.
José Florentino Fuentes Castro, C.I. 5.340.552-5.
Francisco Hidalgo García, 2.633.797-6.
Francisco Segundo Illanes Miranda, C.I. 4.294.918-3.
Ernesto Arturo Lobos Gálvez, C.I. 5.082.345-8.
Jorge Aníbal Osses Novoa, C.I. 4.818.025-6.


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