La Confederación seguirá manteniendo su postura de defensa de la seguridad en el transporte en carretera
La empresa de autobuses “Los Amarillos”, ejemplo de empresa autoritaria y antisindical, ha entregado carta de despido al delegado sindical de CGT, Ildefonso Raya, basándose en que el compañero está inmerso en un proceso judicial, del que todavía no hay sentencia ni celebrado juicio. La empresa, mostrando un desprecio total a la justicia y al principio de presunción de inocencia, condena al compañero, saltándose a los propios jueces, decide que las acusaciones que se le hacen son ciertas, sin posibilidades de defensa, y despide al compañero acusándole de hechos no probados.
La Confederación seguirá manteniendo su postura de defensa de la seguridad en el transporte en carretera

La empresa de autobuses “Los Amarillos”, ejemplo de empresa autoritaria y antisindical, ha entregado carta de despido al delegado sindical de CGT, Ildefonso Raya, basándose en que el compañero está inmerso en un proceso judicial, del que todavía no hay sentencia ni celebrado juicio. La empresa, mostrando un desprecio total a la justicia y al principio de presunción de inocencia, condena al compañero, saltándose a los propios jueces, decide que las acusaciones que se le hacen son ciertas, sin posibilidades de defensa, y despide al compañero acusándole de hechos no probados.

Pero el fondo de la cuestión, es que el compañero Ildefonso Raya ha presentado numerosas denuncias, tanto en la inspección de trabajo como en la delegación de obras públicas y transportes, por las numerosas irregularidades que comete la empresa, sobre todo, en el tema de la seguridad de los usuarios que esta empresa desprecia : jornadas de trabajo de 16 horas diarias, conducción de más de 4 horas y medio sin descanso, autobuses en mal estado, y sin la suficiente limpieza, no respeto a los descansos entre jornada y jornada, y una larga serie de ilegalidades que la empresa está cometiendo.

Ya es el segundo intento de la empresa por acallar la denuncia de esta situación, ya que en septiembre de 2004 despidió al compañero, siendo obligada a readmitirlo por sentencia judicial de despido nulo en abril del 2005.

La persecución y acoso sobre la afiliación de la CGT en la empresa «Los Amarillos» tiene como objetivo el evitar que el incumplimiento habitual de toda la normativa legal sobre seguridad de los usuarios (horas de conducción, descansos…) sea denunciado y mantener el clima de miedo y represión sobre cualquiera que no acepte esta situación.

La CGT va a seguir manteniendo su postura de defensa de la seguridad del transporte en carretera, que está íntimamente ligada con las condiciones de trabajo de los conductores, y de denuncia de la actitud antisindical y de vulneración de la legalidad por parte de la empresa «Los Amarillos»


Fuente: Federación Andaluza de Transportes y Comunicaciones / Coordinadora del Transporte por Carretera