Se puede decir más alto, pero no más claro. "El 25% de las ventas de coches que se han hecho en España han sido falsas", confesó Antonio Romero, presidente de Faconauto, la patronal que agrupa a los concesionarios de coches en España. Igual que en el caso de los gestores del banco americano Lehman Brothers, los concesionarios "hicimos matriculaciones subprime con el único objetivo de cobrar los bonos", afirmó Romero durante su intervención en las XXIII Jornadas de la Automoción de IESE celebradas en Barcelona. "Entre todos creamos una burbuja automovilística y ahora, cuando los bancos han cerrado el grifo del crédito, ha estallado y tenemos que pagar las consecuencias", argumentó el presidente de Faconauto. Esta confesión en público explica por qué el descenso de las ventas de automóviles en el mercado español es del orden del 40%, mientras que en el resto de Europa las caídas son del 15%. "Hinchamos las cifras mediante la venta de coches a flotas de alquiler y a través de la automatriculación de los coches denominados kilómetro cero", añadió. Además, "las ventas a flotas y las automatriculaciones las hicimos con un descuento del 35% sobre el precio de venta al público, por lo que en esas operaciones perdíamos dinero. Para compensarlo, al cliente particular le teníamos que vender su automóvil más caro",reconoció Romero. Y ese no era el único sobre coste que tenía que soportar el cliente particular. Además, "le cargábamos al precio otros 200 euros adicionales que era nuestro coste de financiar unas existencias de vehículos de más de 120 días", desveló.

Se puede decir más alto, pero no más claro. «El 25% de las ventas de coches que se han hecho en España han sido falsas», confesó Antonio Romero, presidente de Faconauto, la patronal que agrupa a los concesionarios de coches en España. Igual que en el caso de los gestores del banco americano Lehman Brothers, los concesionarios «hicimos matriculaciones subprime con el único objetivo de cobrar los bonos», afirmó Romero durante su intervención en las XXIII Jornadas de la Automoción de IESE celebradas en Barcelona. «Entre todos creamos una burbuja automovilística y ahora, cuando los bancos han cerrado el grifo del crédito, ha estallado y tenemos que pagar las consecuencias», argumentó el presidente de Faconauto. Esta confesión en público explica por qué el descenso de las ventas de automóviles en el mercado español es del orden del 40%, mientras que en el resto de Europa las caídas son del 15%. «Hinchamos las cifras mediante la venta de coches a flotas de alquiler y a través de la automatriculación de los coches denominados kilómetro cero», añadió. Además, «las ventas a flotas y las automatriculaciones las hicimos con un descuento del 35% sobre el precio de venta al público, por lo que en esas operaciones perdíamos dinero. Para compensarlo, al cliente particular le teníamos que vender su automóvil más caro»,reconoció Romero. Y ese no era el único sobre coste que tenía que soportar el cliente particular. Además, «le cargábamos al precio otros 200 euros adicionales que era nuestro coste de financiar unas existencias de vehículos de más de 120 días», desveló.

El calendario de la crisis

Antonio Romero aseguró que «la situación actual es fruto del dinero fácil que daban los bancos y que nosotros repartíamos alegremente ; de la codicia de los comerciales por cobrar los bonos, y del descontrol de los fabricantes, que producían más coches de los necesarios para demostrar su fortaleza y luego se los endosaban a los concesionarios sin tener en cuenta la demanda real».

El presidente de Faconauto también culpó a los concesionarios : «Hemos construido catedrales para exponer los coches y ahora el cliente prefiere comprarlo más barato en un descampado». Finalmente, cargó contra el Gobierno al que pidió «una legislación competitiva para reactivar las ventas y no un plan Vive que nació muerto».

Finalmente, se atrevió a dar un calendario de la crisis que vivirá el sector desde hoy a mediados de 2009 : «Tendremos un noviembre desastroso ; un diciembre y un enero peor ; un febrero malo ; marzo algo mejor ; abril y mayo malos, y a partir de junio las ventas mejorarán». Para hacer frente a esta situación aseguró que hará falta despedir a unos 20.000 vendedores.


Fuente: Jordi Sacristán (El Economista.es)