El colectivo Ali Supay de defensa de los derechos de los pueblos indígenas, difunde textos sobre los atropellos promovidos por las compañías petroleras en la Amazonia de Ecuador.

El colectivo Ali Supay de defensa de los derechos de los pueblos indígenas, difunde textos sobre los atropellos promovidos por las compañías petroleras en la Amazonia de Ecuador.

En Sumak Sacha se esconden cosas. La compañía petrolera domina el arte del silencio y amenaza a quien lo rompa con excomulgarle de la comunidad. Sumak Sacha está en la boca del lobo. Es una comunidad que se encuentra al ladito de los pozos de Yuralpa, en la provincia de Napo, amazonía ecuatoriana. La compañía Perenco cuenta con varios vendidos que ayudan a perpetuar este silencio.

Nos encontramos en bosque húmedo tropical, en el Alto Amazonas. El nombre de Sumak Sacha significa en lengua Quichua el bosque bonito. Pero su futuro está en entredicho pues ya hace tiempo que la actividad industrial en la zona está poniendo en peligro a la calidad de vida de quienes viven allí.

Los impactos de la actividad petrolera están afectando seriamente a la salud de Sumak Sacha. La historia, lastimosamente, se repite. La misma actividad en diversas partes y los mismos efectos. El mal de ojo (conjuntivitis), la cefalea, la gastritis, la dermatitis, los problemas pulmonares, el cáncer, los vómitos y las nauseas son constantes entre los habitantes de esta comunidad. Así es como dice un joven que estudia y vive durante la semana allí. La mayoría de los vecinos no saben a qué se deben estos males.

Antes de la llegada de la compañía eran muy raros estos casos, y el porcentaje de enfermedades era más bien bajo. Las dolencias comunes que sufrían eventualmente los pobladores del área eran controladas por el uso de las plantas medicinales. La amazonía ecuatoriana contribuye, con su biodiversidad, a enriquecer la gran farmacia del mundo. Sin embargo, el ritmo de destrucción de este ecosistema es tenaz y parece que los planes del gobierno ecuatoriano, alentado por los organismos financieros internacionales y los intereses de las grandes corporaciones multinacionales del petróleo, no reparan demasiado en el daño que se está ocasionando. En la mayoría de casos los daños son irremediables.

En la reciente y controvertida construcción del oleoducto secundario Yuralpa -Puerto Napo se han sacrificado alrededor de setenta mil árboles y esto es tan solo la punta del iceberg. A menos árboles, menos lluvia, más calentamiento y cambios en la salud.

La compañía, como toda compañía en el sector, necesita de una horrible y gran infraestructura para poder operar. El caso que nos ocupa se da en pleno bosque tropical. Para instalarse en los campos de Yuralpa fue necesario abrir grandes extensiones de selva. Se deforestaron miles de hectáreas para ubicar toda su basura espacial. Extendieron líneas sísmicas, construyeron helipuertos, establecieron campos de trabajo, después los abandonaron, dinamitaron la tierra, construyeron carreteras, perforaron, explotaron, cavaron piscinas y vertieron – y vierten- residuos sobre ellas, que más tarde se derraman. Se oscurecieron ya los ríos, se contaminaron ya los acuíferos, se levantaron mecheros, se quemó se quema- el gas, se ennegrece el aire.

Una vez la compañía extendió su oleoducto por su carretera a Puerto Napo, se levantaron tanques de almacenamiento y se hicieron pruebas. Ya en las primeras (hace sólo cuatro meses) hubo un derrame que asfixió al Canoa yacu. El río estuvo manchado de sangre negra durante varias horas. Llegó al río Napo. Las familias que viven en su ribera ya han sido condenadas. A día de hoy no se ve ningún pez en el río y la gente de Sumak Sacha que vive en ese sector se tiene que desplazar varios kilómetros en busca de agua limpia.

El mutismo ha sido alarmante. La compañía les advirtió ante posibles denuncias. Hasta la fecha no se ha establecido ningún monitoreo independiente. Pero el caso es que a este hecho se le considera eventual y a menudo el mismo personal de la compañía y sus beneficiarios indirectos acostumbran a quitarle hierro al asunto dando por zanjado el problema con evasivas. Lo que no es eventual y ocurre a diario es el vertido de aguas de formación. Las aguas de formación son altamente tóxicas. Contienen un índice de salinidad muy elevado (son seis veces más saladas que el agua de mar) y también numerosos metales pesados. Las aguas de formación afectan a los organismos de agua dulce que viven en el río. Del río viven también las poblaciones locales y a menudo no les queda más remedio que bañarse en agua contaminada, lavar con agua contaminada y beber agua contaminada. Los metales pesados sedimentarán el río extendiendo los focos de contaminación.

Es por ello que la gente de lo que fue el bonito bosque empieza a languidecer. Hoy día podría llamarse a la comunidad wajlishka Sacha, es decir, bosque violado, ensuciado y violentado. Es notorio el efecto negativo que ha causado esta industria en este punto de la amazonía ecuatoriana. El silencio que hay, la abundante desinformación, el desparpajo de los personeros de la compañía, sus abusos, las continuas agresiones al medio ambiente y su repercusión en el plano social. En Sumak Sacha se esconden muchas cosas que se deben airear. Bajo el pretexto de desarrollo y progreso se está destruyendo un hábitat único y empobreciendo a toda una comunidad. A una gente que era tan rica que no tenía necesidad de comprar dinero para poderse alimentar, se les está clavando el yugo y sin salida para reaccionar.


La culebra se mueve

Estas tuberías de sueño
De dólares, de miseria y de lágrimas
Estas canalizaciones enterradas en nuestros corazones
Estas tuberías secan nuestras tierras
Estas tuberías desecan nuestras almas
Estas canalizaciones roban nuestros sueños

Oleoductos
Lágrimaductos
Canalizaciones de petróleo
Venas de sangre
Tuberías de conflicto
Conductos de muerte
Tuberías de sangre

Este poema fue escrito por Nnimmo Bassey, hermano indígena ogoni. A los ogoni los encontramos en el delta del río Níger, en Nigeria, África. Estos hermanos indígenas llevan sufriendo durante décadas las actividades industriales de la compañía Shell en sus territorios. El pueblo ogoni – también los hermanos ijaws- sabe lo que representa tener como vecinos a las compañías petroleras.

En nuestra provincia de Napo (Ecuador), en nuestra Amazonía, tenemos como vecinos a las compañías petroleras. En Yuralpa saben como se las gasta el vecino PERENCO. Dicen los que piensan “mal” que la compañía no está teniendo un resultado bueno en sus trabajos.

Según informa la compañía en su página de Internet, PERENCO saca de los pozos de Yuralpa 20.000 barriles de petróleo al día por la culebra de hierro que recorre la vía Yuralpa- Puerto Napo. Sin embargo, nuestros vecinos parecen no estar contentos. Para estar contentos necesitan alcanzar esos 20.000 barriles diarios. Por esta razón abren más carreteras y clavan más dardos a la tierra. Con la sangre que saquen de la tierra harán mucho dinero. Cuando la tierra se haya desangrado nuestros vecinos se irán y nos dejarán con la sal de las lágrimas que la tierra derramó al sangrar.

A los hermanos huaoranis se les continua engañando con los viajes al Tena en carro o a la feria de Sumino. Mientras tanto las posibilidades de supervivencia de la comunidad de Gareno son remotas. Quien sepa de la situación de los campos de Yuralpa comprenderá por qué se dice esto. La tierra se está secando en la ribera de nuestro querido río Napo y la vecina PERENCO ayuda a que se seque más. Cuando la tierra se seca, el verde no se da. Cuando el verde no se da no hay comida para almorzar. Cuando no hay comida, la vida se complica…

INVITAMOS a toda persona humana, indígena o colono, a que denuncie las mentiras y las amenazas de la compañía PERENCO, hayan trabajado con ellos para ganarse alguna plata o no. Recuerden, tomen conciencia y escriban.

¿negoció usted con la compañía ?
¿trabajó usted para la compañía ?
¿cuánto le pagaron ?
¿durante cuánto tiempo trabajó ?
¿fueron respetuosos con usted ?
¿ha sufrido usted de la salud ?
¿qué males a sufrido ?
¿vive cerca de los pozos ? ¿a cuántas kilómetros ?
¿qué hace PERENCO con los residuos tóxicos ?
¿puede asegurar la compañía una tranquilidad absoluta a la población ? ¿por qué a estas alturas todavía no hay una póliza de seguro en caso de accidente ?
¿puede algún grupo independiente monitorear las actividades de PERENCO en Yuralpa ?
¿por qué PERENCO no deja que se haga un análisis de aguas en los ríos que rodean o cruzan los campos (en especial el río Canoayacu) ?
¿alguien nos puede asegurar que el río Canoayacu está sano ?

Les INVITAMOS a que hablen entre ustedes y a que escriban (o escriban otros por ustedes) todo lo que saben. Abran bien los ojos. Recuerden lo que fuimos. Éramos un pueblo respetuoso con la vida, éramos unas personas que amábamos la naturaleza. La PACHAMAMA era generosa con nosotros y nosotros la respetábamos. Todo iba bien hasta que alguien vino y nos dijo que la manera como habían bailado nuestros abuelos con la Madre Tierra no era buena. Nos impusieron otro baile y nos llamaron pobres. Empezaron a hacernos regalos y con estos regalos compraron muchas conciencias. El amo empezó a comerse el bosque. Hoy día en el bosque desaparece la vida.

La falta de información y el poco conocimiento que las comunidades de la ribera tienen de nuestro vecino PERENCO hace que diferentes compañeros sean chichicos devorados por culebras, y a cambio de un par de botas, un machete, una cancha de basket, o una casa comunal, un vecino de una comunidad cualquiera comprometa el futuro de todos y lo deje en manos de una compañía, que tiene su casa a miles de kilómetros de distancia y que poco le importa a su patrón lo que nos pueda pasar en esta querida amazonía de Napo.

¿Se acuerdan ustedes cuando la compañía negoció el paso de la tubería ? En todo momento los ingenieros de PERENCO aseguraron a la población que el oleoducto no traería problemas ni tenía peligro. Si esto es así, ¿por qué a lo largo de todo el recorrido del oleoducto hay carteles que pone : “PELIGRO, OLEODUCTO ENTERRADO” ? si nos habían dicho que no había peligro…

Según cálculos que han hecho expertos en la vía se cortaron más de setenta mil árboles para construir la tubería. ¿Sabían ustedes que el petróleo que saca PERENCO circula a 80 grados ? ¿sabía que hay partes donde el oleoducto pasa a menos de diez metros de las escuelas ? ¿sabían que la ley de hidrocarburos obliga a PERENCO a poner válvulas de seguridad tanto a la entrada como a la salida de los núcleos poblados ? ¿cuántas válvulas de seguridad tiene en su comunidad ?

No estamos solos en esta lucha. Afortunadamente ya hay hermanos que están tomando el pulso a diferentes compañías. Tal es el caso de nuestros hermanos quichuas de Sarayaku que han conseguido que la Corte Interamericana de derechos humanos de Washington (Estados Unidos) obligue a la compañía CGC-TEXACO y al gobierno ecuatoriano a cuidar por la salud de los miembros de la comunidad. Ahora que ha llegado el Internet a la vía visiten el portal de los compañeros de Sarayaku para conocer más. www.sarayaku.com

Otras páginas que les puede ayudar a conocer más son…

www.acciónecologica.org (Ecuador)

www.no-petroleo.net (Napo)

www.oilwatch.com (Internacional)

¡NO se CALLEN ! CONOZCAN y utilicen SUS DERECHOS !

Colectivo «Ali Supay»

alisupay@nodo50.org