Los jóvenes que se instalaron en un antiguo internado femenino del barrio comienzan su programa de actividades sociales y culturales con la proyección de un vídeo sobre su proyecto

El edificio de 3.500 metros cuadrados situado en Santa Gema que fue ocupado hace unos días se inauguró ayer como centro social y cultural. Los jóvenes que violentaron las cerraduras del inmueble y de su finca, que ocupa unos 7.000 metros cuadrados, presentaron ayer a los asistentes un vídeo sobre su proyecto. Los okupas exponen sus iniciativas en un comunicado emitido a través de internet como una «alternativa a la crisis».

El edificio de 3.500 metros cuadrados situado en Santa Gema que fue ocupado hace unos días se inauguró ayer como centro social y cultural. Los jóvenes que violentaron las cerraduras del inmueble y de su finca, que ocupa unos 7.000 metros cuadrados, presentaron ayer a los asistentes un vídeo sobre su proyecto. Los okupas exponen sus iniciativas en un comunicado emitido a través de internet como una «alternativa a la crisis».

 «Defendemos la okupación como alternativa a la crisis económica y social, y la autonomía y la autogestión como recursos desde los cuales construir nuevos modos de vida alejados de la lógica capitalista», manifiestan los jóvenes partidarios del proyecto que se realiza en el antiguo internado femenino de Santa Gema. El edificio fue propiedad de las Oblatas del Santísimo Redentor y, después, de Karpin Inmobiliaria, la empresa del exfutbolista del Celta. Finalmente, Novacaixagalicia embargó el inmueble y es su actual propietaria. La entidad financiera anunció que presentó una denuncia para exigir el desalojo de los jóvenes que habitan de forma ilegal en el inmueble. Los okupas, no obstante, permanecerán en las instalaciones, como mínimo, tres meses, ya que la Policía Nacional no puede intervenir sin una orden de un juez. El decreto de la Justicia tardará, al menos, tres meses. El tiempo, no obstante, dependerá de si el asunto se tramita por vía civil o penal. De hecho, podría prolongarse hasta tres años.

 Los jóvenes que residen en el inmueble sostienen que pretenden desarrollar «dinámicas para autogestionar» sus vidas como «la creación de una huerta en la finca que rodea el edificio, así como talleres, charlas y conciertos para proporcionar actividades fuera de las dinámicas del capitalismo». La iniciativa, según los okupas, no es más que «otra herramienta para fortalecer a los movimientos sociales gallegos».

 «Rogamos que la ciudadanía consciente esté pendiente de las novedades que puedan surgir a partir de este momento del mismo modo que invitamos a intervenir en el proyecto desde dinámicas asamblearias y horizontales», manifiestan los miembros del movimiento a través de escritos publicados en redes sociales de internet. Los vecinos de la zona aseguran que, por el momento, no se han registrado incidentes aunque advierten de que el espacio es «muy grande», por lo que temen que haya «problemas».

Extraido de laopinioncoruña.es