Con ocasión de la junta de Accionistas de Aena

✈CONCENTRACIÓN en la T4 Llegadas

Aeropuerto de Barajas

9 de abril de 2019, (martes)

entre las 11:30 y las 13:30 horas

● La política continuista del PSOE, en Aena, sigue beneficiando a los fondos buitre.

● Lucena se ha conformado con seguir contentando a los accionistas y solicitar su aumento de sueldo

● La privatización de Aena tiene el agravante para los trabajadores de ver aumentar paralelamente la precariedad laboral y la transferencia de rentas del trabajo al capital.

● CGT convoca una concentración en la T4 frente a la junta de accionistas de Aena el próximo 9 abril.

Madrid, 5 de abril 2019

● La política continuista del PSOE, en Aena, sigue beneficiando a los fondos buitre.

● Lucena se ha conformado con seguir contentando a los accionistas y solicitar su aumento de sueldo

● La privatización de Aena tiene el agravante para los trabajadores de ver aumentar paralelamente la precariedad laboral y la transferencia de rentas del trabajo al capital.

● CGT convoca una concentración en la T4 frente a la junta de accionistas de Aena el próximo 9 abril.

Madrid, 5 de abril 2019

El próximo 9 de abril se celebrará Junta General de Accionistas de Aena. El Consejo de Administración de Aena S.M.E., S.A. propone a la Junta General Ordinaria de Accionistas la distribución de un dividendo de 6,93 € por acción, con cargo al resultado del ejercicio 2018 de 1.301,1 M€.

El PSOE, continuando con la política de gestión aprobada por el Partido Popular el año anterior, repartirá entre los accionistas, en su mayoría fondos buitres, la cantidad de 1039’5 M€, un escandaloso 80% de su beneficio neto.

Maurici Lucena, que sustituyó a Legaz, ha mantenido el férreo compromiso de su antecesor con los fondos buitres, aun a riesgo de descapitalizar la Entidad y de privarla del capital necesario para la inversión de futuro y su sostenibilidad a largo plazo.

Tasas baratas y competitivas en un sector muy competitivo; una red enfocada a la seguridad operacional, la comodidad del pasajero, la intermodalidad y la compensación interterritorial. Éstas debieran ser las exigencias para el máximo responsable del gestor. Pero no lo son.

El sr. Lucena se ha conformado con seguir contentando a los accionistas y solicitar un aumento de su salario, así como del del resto de la Alta Dirección, todavía pendiente de aprobación. Lo que le ha pedido este Gobierno. No hay más que repasar los objetivos que le ha fijado para obtener su retribución variable, es decir, qué le exige este Gobierno a su gestión: un 35% depende de la mejora del EBITDA, un 20% de la mejora de costes, un 15% de los ingresos comerciales, otro 15% del resultado neto consolidado y un 10% del Plan Estratégico.

Este cuadro refleja fielmente hacia dónde va orientada la «gestión» de nuestra red de aeropuertos de interés general desde su privatización: palanca financiera para la expansión comercial y dinero para los accionistas. No hay más que ver que al esperpento del DORA, la que iba a ser la solución normativa definitiva para el sector aéreo, se le otorga un nimio 5% del cumplimiento de la gestión. «Un 5% dependerá del grado de cumplimiento de la inversión regulada», las inversiones para el mantenimiento operativo de la red.

No sorprende que no figure entre las prioridades de la mayoría de los accionistas la inexistencia, en el marco del DORA, de indicadores de cumplimiento en materias como el medioambiente, la seguridad operacional, la formación para la competencia, la delegación de funciones en subcontratas a través de externalizaciones o la seguridad laboral, pero sí es preocupante que tampoco el accionista mayoritario muestre ningún interés en mejorar la normativa para garantizar el cumplimiento de su obligación legal de servicio público.

Durante el 2018 se gestó por primera vez, y muy posiblemente no última, el cierre de un aeropuerto (San Javier) de los que conforman la red de aeropuertos de interés general, con el visto bueno del consejo de ministros. Objetivo: salvar una fracasada infraestructura de promoción privada ya rescatada con dinero público de la Región de Murcia, el aeropuerto de Corvera. Al tiempo que se tapa la ineptitud de los gestores políticos que permitieron y participaron en este esperpento especulativo, se evita el control del DORA y se ensaya un nuevo modelo de gestión para la red: la concesión, que conlleva la pérdida de propiedad y de tenencia de la función pública.

Lo que lo los accionistas no contarán tras su bacanal anual es que desde su salida a bolsa en 2015, por 4200 millones de euros, el EBITDA acumulado de AENA es de más de 9400 millones, se han repartido 3000 millones en dividendos, su deuda se reduce a un ritmo mayor del previsto (ya no es insostenible, falsa excusa con la que se justificó el expolio), su inversión prácticamente se ha triplicado.

En un país donde la ciudadanía sigue asolada por la crisis, donde se está discutiendo cada euro que pudiera acabar en una medida social o equilibradora, nos parece de todo punto de vista inmoral que continúe esta transferencia de renta de lo público, lo que construimos entre todos, hacia el capital especulativo transnacional, que además pone en peligro la sostenibilidad de un sector estratégico del que dependen cientos de miles de empleos. ¿Para cuándo la asunción de responsabilidades sobre la privatización de AENA y su ridícula valoración en su salida a bolsa?

Echamos ciertamente de menos que los partidos políticos no hagan siquiera mención en la campaña electoral, de algo tan grave y tan importante para nuestra economía, como está siendo la privatización y expolio de Aena.

CGT se plantea también el por qué de que una Aena con estos números no se plantee siquiera recuperar las condiciones normales de quien la pone en marcha cada día, los trabajadores de Aena y del sector aeroportuario. La reducción de la temporalidad, la vuelta a plantillas adecuadas a las cargas de trabajo, la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, la devolución de la masa salarial correspondiente a las aportaciones al fondo de pensiones no realizadas (con la excepción de las correspondientes al fondo de los trabajadores de Luton), la no admisión de expedientes con bajas temerarias (veamos el reciente caso de Adif) deberían figurar entre los objetivos a cumplir por el consejo de administración para alcanzar el «bonus», un servicio público seguro y sostenible en el tiempo.

Con ocasión de la junta de Accionistas de Aena

✈CONCENTRACIÓN en la T4 Llegadas

Aeropuerto de Barajas

9 de abril de 2019, (martes)

entre las 11:30 y las 13:30 horas,

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