Los miembros de los retenes forestales de Guadalajara han iniciado un ayuno rotativo de 11 días ante la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha para exigir responsabilidades tras el incendio que causó la muerte de 11 de sus compañeros y arrasó casi 13.000 hectáreas.

Los miembros de los retenes forestales de Guadalajara han iniciado un ayuno rotativo de 11 días ante la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha para exigir responsabilidades tras el incendio que causó la muerte de 11 de sus compañeros y arrasó casi 13.000 hectáreas.

Antes de cumplirse los dos meses de este incendio, que se originó el 16 de julio por una barbacoa en Riba de Saelices, los trabajadores, apoyados por familiares de las víctimas, se han reunido ante la Delegación de Medio Ambiente para iniciar este ayuno en homenaje a los fallecidos. Exigen además a las administraciones que «asuman sus responsabilidades por la mala gestión de los incendios forestales».

David Nuevo, uno de los miembros del retén del Vado (Guadalajara) y novio de Mercedes Vives, única mujer del retén siniestrado, fue el encargado de leer un manifiesto en el que trabajadores y familiares expresan su queja por el abandono que sufrieron los fallecidos en el incendio.

También piden al Poder Judicial que «saque a la luz» las circunstancias de las muerte de sus compañeros para que se haga Justicia.

En el manifiesto, aseguran que la comisión parlamentaria de investigación -que dictaminó, con el voto en contra del PP, que se había actuado corectamente- «no ha tratado de averiguar la verdad, sino tan sólo de justificar las decisiones que se tomaron en el momento de producirse el incendio».

Se quejaron además del abandono «a su suerte» que sufrieron los fallecidos «sin haber comido, sin medios aéreos y exhaustos por el trabajo de esa mañana en el monte» y de cómo ahora se les vuelve a dejar «solos» en la búsqueda de responsabilidades.

Preguntas sin respuesta

Según el manifiesto, la administración trata de justificar su actuación «a través de complicadas fórmulas matemáticas sobre megajulios, centrales térmicas y montes que explotan a la velocidad del sonido», algo que no convence ni a familiares ni miembros de los retenes de Guadalajara.

Consideran que todavía quedan muchas preguntas que nadie se atreve a contestar como el personal de retenes por cada hectárea de monte y también por qué si el fuego era «igual de imparable el lunes 18 de julio que el domingo 17 -cuando fallecieron las víctimas- cómo se multiplicaron por diez los efectivos en la lucha contra el fuego tras su muerte».

En su opinión, los once fallecidos también perdieron la vida «porque otros, los que no se acercan al fuego ni respiran el humo desde sus despachos», hicieron mal su trabajo. En las puertas de la Delegación de Medio Ambiente, se han podido leer carteles como «No hubo coordinación ni medios, pero sí hay responsable», «Respeto para las familias», «Cuántas mentiras tenemos que escuchar» o «Ayuno y justicia».


Par : EFE