Los trabajadores del servicio de grúa municipal de Sevilla que secundaron la huelga convocada el pasado 16 de mayo para reclamar la readmisión de cuatro compañeros despedidos se manifestaron ayer frente al Palacio de San Telmo, el Ayuntamiento hispalense y la sede de la empresa mixta, participada en un 51 por ciento por el Consistorio a través de Tussam.

Los trabajadores del servicio de grúa municipal de Sevilla que secundaron la huelga convocada el pasado 16 de mayo para reclamar la readmisión de cuatro compañeros despedidos se manifestaron ayer frente al Palacio de San Telmo, el Ayuntamiento hispalense y la sede de la empresa mixta, participada en un 51 por ciento por el Consistorio a través de Tussam.

Los manifestantes comenzaron la protesta poco antes de las 12.00 horas frente a la sede del Gobierno andaluz, donde los cerca de 30 huelguistas corearon consignas como «readmisión, readmisión» al tiempo que enarbolaban pancartas y banderas de CSI, CNT y CGT.

Posteriormente, los huelguistas recorrieron la avenida de la Constitución hasta la calle Federico Sánchez Bedoya, donde reemprendieron la protesta ante la sede de Aussa acompañados por la percusión de un tambor.

Finalmente, la protesta concluyó ante el Consistorio hispalense, lugar en el que los manifestantes gritaron la consigna de «alcalde reflexiona, Fernández no funciona», en referencia al edil de Gobernación, Francisco Fernández, y «Fernández, verdugo de padres de familia».

Así, Santiago López resumió la situación de este conflicto laboral asegurando que no existe «ningún contacto» entre los huelguistas y el Ayuntamiento desde que la última reunión concluyese sin acuerdo al ofrecer el Consistorio «sólo la readmisión de dos trabajadores» y advirtió de que la ciudad se sostiene «con cuatro grúas al día».

Los Cerca de 30 trabajadores de esta empresa que prosiguen con la huelga indefinida convocada por CSI-CSIF comenzaron las protestas el pasado 16 de mayo para reclamar la readmisión de cuatro trabajadores que llegaron incluso a declararse en huelga de hambre durante ocho días.

Los despidos se produjeron como consecuencia de la apertura de expedientes sancionadores por supuestos insultos a un compañero que cumplía los servicios mínimos durante la huelga celebrada por la plantilla en la Feria de Abril para pedir la readmisión de otro trabajador.