Estas líneas reflejan el verdadero calvario que me esta haciendo pasar el que me debiera defender en mi puesto de trabajo.

Estas líneas reflejan el verdadero calvario que me esta haciendo pasar el que me debiera defender en mi puesto de trabajo.

Soy trabajador de Trapsa, empresa que se dedica al transporte discrecional de viajeros, en la que estoy contratado por 6 meses y lo cierto es que me encuentro a gusto con el trabajo que realizo, si no fuese porque el delegado de personal, Sr. Vallejo (UGT) me está sometiendo a todo tipo de injurias, calumnias, descrédito personal, etc. ante el resto de mis compañeros y la dirección de la empresa, sintiéndome victima de un acoso psicológico difícilmente soportable. Llegando hasta tal punto la situación que recrimina a mis compañeros que me saluden o hablen conmigo e influyendo en la empresa para que no se me renueve el contrato que termina en mayo, por haber cometido un pecado en este centro de trabajo cual es no querer afiliarme a la central sindical de UGT, como si de un impuesto revolucionario se tratase, al igual que se “obliga” al resto de mis compañeros.

Insultos, mentiras, llamadas al móvil, amenazas a través de terceros, lo que nunca pensé que me pudiese ocurrir en mi trayectoria profesional, tengo 57 años y me encuentro absolutamente impotente ante el desprestigio y el descrédito hacia mi persona.

Derivado de esta situación, estoy siendo tratado con antidepresivos y buscando alguna empresa del sector que me ofrezca trabajo para cambiar de ambiente y así poder trabajar y vivir en paz, cual es mi sorpresa cuando al dirigirme a algunas empresas de autobuses de Málaga para solicitarles trabajo me encuentro con que el Defensor de los intereses de los trabajadores, Vallejo, ha advertido a algunos empresarios para que no me contraten bajo apercibimiento de que si lo hacen, tendrán que asumir denuncias por incumplimientos de normas laborales, lo que demuestra bien a las claras el comportamiento mafioso de alguien que debiera velar por la defensa de los intereses de todos los trabajadores y respetar el derecho constitucional de la libre sindicación.

Ruego encarecidamente que sea publicada esta carta al objeto de denunciar públicamente la situación que padezco y la que sufren en silencio cientos de trabajadores del sector del transporte por carretera en Málaga, que nadie de momento se ha atrevido a hacer publica derivado de la necesidad de seguir trabajando y aportar el jornal a casa.

Agradeciéndoles de antemano su atención, reciban un saludo

Francisco Gutiérrez


Par : francisco gutierrez