El consorcio liderado por el fabricante de componentes canadiense Magna prevé firmar en las dos próximas semanas un acuerdo con el actual propietario de Opel, General Motors, para tomar un 55 por ciento del capital.

El consorcio liderado por el fabricante de componentes canadiense Magna prevé firmar en las dos próximas semanas un acuerdo con el actual propietario de Opel, General Motors, para tomar un 55 por ciento del capital.

Pero seguro que, como es habitual, CCOO y UGT acabarán pactando recortes salariales y de derechos y despidos «no traumáticos», y el gobierno dando mutimillonarias ayudas a la empresa.

La empresa, que ha planteado el despido de 1.700 trabajadores, quiere aumentar hasta un 20 por ciento la jornada laboral, y, además, reducir los salarios.

Los trabajadores de la planta de Opel en Figueruelas tienen previsto anunciar hoy un calendario de movilizaciones después de conocer las condiciones “leoninas” que el nuevo propietario de la marca – Magna- quiere imponer a los trabajadores en la fábrica “más productiva del grupo”, según los sindicatos y el Gobierno.

Según CCOO, los planes de ajuste del fabricante pasan por el despido de 1.700 trabajadores, un incremento de la jornada laboral de hasta un 20 por ciento, y reducir los salarios de los que se queden en idéntica proporción. También pide eliminar horas de descanso. Y hasta el bocadillo.

El comité de empresa de la planta de General Motors (GM) España, reunido en la mañana del miércoles, pretende frenar en una reunión en Madrid el viernes 18 con el ministro de Industria , Miguel Sebastián, los planes que acarrea la venta de Opel Europa a Magna, que podría suponer el recorte de 1.700 puestos de trabajo en la factoría de Opel en Figueruelas, en Zaragoza.

Además, el comité de empresa de la fábrica estudia la convocatoria de una manifestación «masiva» para mostrar el rechazo de los trabajadores a los planes de producción de Magna para esta planta. En conversación telefónica con nuevatribuna.es, y a la espera de posibles cambios tras la reunión del comité de empresa de esta mañana, el portavoz de Comisiones Obreras, Agustín Pérez del Castillo, avanzó que la protesta podría tener lugar el próximo sábado en la capital aragonesa

UN MENÚ INDIGESTÓ PARA SEBASTIÁN

El gobierno español criticó el martes con dureza el acuerdo para vender Opel al consorcio Magna y mostró su preferencia por una solución europea, además pidió un detallado plan de industrial antes de decidir ayudas financieras.

«Al Gobierno español no le gusta lo que hasta ahora se conoce del plan Magna», dijo el Ministerio de Industria en una nota tras una reunión en Berlín de los países europeos que acogen con fábricas de Opel.

El Ministerio explicó que en el encuentro se trató la posiblidad de conceder ayudas gubernamentales europeas al fabricante de vehículos, pero advirtió de que antes de abordar la cuestión era imprescindible conversar sobre un detallado plan industrial y añadió que va a pedir a la Comisión Europea que vigile el proceso.

«Cuando uno va a un restaurante, primero mira el menú y luego paga la factura», dijo el ministro, Miguel Sebastián. «Hoy nos han convocado para pagar la factura y todavía no hemos visto el menú», añadió.

El consorcio liderado por el fabricante de componentes canadiense Magna prevé firmar en las dos próximas semanas un acuerdo con el actual propietario de Opel, General Motors, para tomar un 55 por ciento del capital.

Alemania, que en mayo ya dio un crédito puente de 1.500 millones de euros para asegurar la supervivencia de Opel, está preparado para aportar más ayudas cuando se cierre la venta de Opel a Magna.

Las autoridades alemanas habían señalado que pedirían a otros países europeos como Reino Unido, Bélgica o España que compartan el costo.

LOS PLANES DE MAGNA

El plan de Magna incluye la pérdida de 10.500 puestos de trabajo en Opel Europa, 4.500 de ellos en Alemania.

Opel cuenta con una planta de 7.500 empleados en Figueruelas en Zaragoza, según el ministro español, «una de las más competitivas» de la compañía.

El ministro, que aseguró velar por el interés de los trabajadores en la factoría española, se mostró sorprendido por la decisión de General Motors de vender la firma a Magna y dijo que prefería una solución «europea» a los problemas del fabricante de automóviles.

Por su parte, el sindicato UGT advirtió a Magna de que no aceptará un recorte de empleo en la planta de Opel en Figueruelas. Desde el sindicato, denuncian que este recorte de la plantilla “no puede basarse en criterios políticos», por lo que reiteraron su “oposición» a esta medida.

Asimismo, dichas fuentes señalaron que el sindicato ha pedido al Gobierno que defienda esta “postura” en las reuniones que mantendrá con el Ejecutivo alemán y con la compañía para estudiar el futuro de las plantas europeas.

En este sentido, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, afirmó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene que jugar un papel importante en la planta de Opel en Figueruelas, y que para que la “pelea, que es de Champions League, sea mínimamente justa” con la canciller alemana, Ángela Merkel, el jefe del Ejecutivo tiene que estar presente y que espera que “sea así” próximamente.

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Fuente: Kaosenlared