PARECEN correr malos tiempos en los Servicios Sociales de Iruña. En el último año se vienen sucediendo diversos acontecimientos que han sido seguidos por los medios de comunicación, en los que se denota cuál es el interés de UPN por las personas más vulnerables de nuestra ciudad, es decir, ninguno. Así como el trato, o mejor dicho el maltrato, que dispensan a sus profesionales.

PARECEN correr malos tiempos en los Servicios Sociales de Iruña. En el último año se vienen sucediendo diversos acontecimientos que han sido seguidos por los medios de comunicación, en los que se denota cuál es el interés de UPN por las personas más vulnerables de nuestra ciudad, es decir, ninguno. Así como el trato, o mejor dicho el maltrato, que dispensan a sus profesionales.

La última acción de la alcaldesa, a través de su implacable mano derecha (nunca mejor dicho), el señor Lorente, es incrementar considerablemente el trabajo ya de por sí saturado de los profesionales de primera línea, un 56% más, a costa de las personas que acuden a estos servicios con necesidades sociales muy importantes, y que precisan ser bien atendidos, y eso supone ser escuchados y con el tiempo suficiente.

El motivo parece ser eliminar las listas de espera de las unidades de barrio, planteamiento que compartimos, pero con soluciones muy diferentes. La nuestra apoya la que plantea Axola, asociación de profesionales que defienden los servicios sociales públicos de calidad.

Asimismo, crea perplejidad que mientras esta área no quiere contratar más profesionales de atención directa para eliminar las mencionadas listas de espera, el Gobierno de nuestra ciudad no tiene ningún reparo en subir los sueldos de todas las jefaturas, por cierto nombradas a dedo. Los subdirectores van a cobrar, según noticias aparecidas en la prensa, 7.000 euros más que los coordinadores que fueron cesados, y los responsables de los programas, según la plantilla orgánica publicada el 27 de febrero, un 8% más que los antiguos gestores que dimitieron.

También se quiere hacer mención a la situación de uno de los subdirectores, ya que esta persona simultanea este trabajo con el de árbitro profesional, de elite, es decir está pluriempleado, en estos tiempos de crisis, de expedientes de regulación, de despidos, unos no tienen trabajo y otros tienen dos bien remunerados. ¿Dónde esta la ética social ? ¿Cómo puede hacerse cargo de los dos trabajos ? ¿Un subdirector de un área tan importante no debería tener dedicación exclusiva ? (…)

Por todo ello queremos apoyar a Axola en su denuncia, solidarizarnos con estos profesionales, y reivindicar más que nunca la apuesta por unos Servicios Sociales públicos y de calidad, pensados para las personas y no para satisfacer los intereses de los poderes gobernantes y sus corruptelas.

Manuel Velasco Valladares

Secretario general CGT-Navarra


Fuente: http://noticiasdenavarra.com