ROSA BIOT | EL PAÍS - C. Valenciana
En la actualidad Manuel vive en un piso con su mujer, necesaria física y anímicamente para él
Once meses después de quedar tetrapléjico como consecuencia de un accidente laboral sufrido mientras trabajaba "sin papeles" en una obra, Manuel Cortés ha obtenido el permiso de residencia por circunstancias excepcionales.

ROSA BIOT | EL PAÍS – C. Valenciana

En la actualidad Manuel vive en un piso con su mujer, necesaria física y anímicamente para él

Once meses después de quedar tetrapléjico como consecuencia de un accidente laboral sufrido mientras trabajaba «sin papeles» en una obra, Manuel Cortés ha obtenido el permiso de residencia por circunstancias excepcionales.

Casi un año después del accidente que le ha dejado en una silla de ruedas y que pudo costarle la vida, el joven colombiano de 32 años ha recibido su segundo balón de oxígeno. El primero fue la llegada desde su tierra natal en Jamundi Valle, cerca de Cali, a finales del pasado mes de julio, de María Derly Caicedo, entonces compañera y en la actualidad esposa. Su llegada a Valencia con un visado de turista para tres meses acabó con el permiso de residencia temporal, también por circunstancias excepcionales. El segundo balón de oxígeno tiene registro de salida del pasado día 4 de octubre.

Manuel ha trabajado en la construcción desde que tenía doce años. Su historia en España empezó hace más de tres, primero en obras de León y después en Valencia. Hasta el accidente. El 8 de noviembre del año pasado, Manuel y su hermano Óscar, que trabajaban en la reforma de un chalé en Chiva, bajaban por una escalera de obra una puerta blindada. Manuel, que iba delante, resbaló y la puerta le golpeó el cuello. Quedó atrapado bajo ella. Pese a lo aparatoso del accidente, las consecuencias en un primer momento no parecían tan graves. A Manuel le dolía la cabeza pero estaba consciente. Este hecho y la falta de papeles hicieron que el joven colombiano no acabara en el hospital sino descansando en su casa. A la mañana siguiente «no sentía el cuerpo», según explicaba en julio en el Hospital La Fe de Valencia, donde ha permanecido ingresado durante buena parte de estos once meses. En la actualidad Manuel vive en un piso con su hermano y su mujer, necesaria física y anímicamente para el joven colombiano.

El camino, en cualquier caso, no termina ahí. Luis Poveda, responsable de inmigración de Fecoma (Federación de Construcción, Madera y Afines) de CC OO-PV valora la actuación de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana y en concreto de Oficina de Extranjería en Valencia. El sindicalista, sin embargo, hace un «llamamiento» al Ministerio de Trabajo de cara a la pensión de «gran invalidez» solicitada para Manuel por Fecoma y por el Centro de Información al Trabajador Inmigrante (Citmi-Cite) del sindicato.

Luis Poveda también recuerda que la pareja tiene la vista puesta en la reagrupación familiar -Manuel y María Derly tienen cuatro hijas que de momento permanecen en Colombia- «para lo que habrá que buscar la implicación económica y social de las administraciones local, autonómica y central».