Más de 800.000 personas, según los sindicatos, se han lanzado ya a las calles del país galo para protestar por el contrato del primer empleo, que permite despedir a los trabajadores jóvenes sin ningún motivo durante los dos primeros años de contrato. Las cifras hechas públicas por la Policía, sin embargo, hablan de 396.000 asistentes, según el diario galo Les Echos. La participación en las más de 100 manifestaciones convocadas por los sindicatos, las organizaciones de estudiantes y la oposición de la izquierda ha superado ya la obtenida durante las protestas del mes pasado.


Más de 800.000 personas, según los sindicatos, se han lanzado ya a las calles del país galo para protestar por el contrato del primer empleo, que permite despedir a los trabajadores jóvenes sin ningún motivo durante los dos primeros años de contrato. Las cifras hechas públicas por la Policía, sin embargo, hablan de 396.000 asistentes, según el diario galo Les Echos. La participación en las más de 100 manifestaciones convocadas por los sindicatos, las organizaciones de estudiantes y la oposición de la izquierda ha superado ya la obtenida durante las protestas del mes pasado.

La primera jornada de protestas, el pasado 7 de febrero, congregó a entre 200.000 y 400.000 manifestantes, bastante menos de lo esperado. Aún así, los sindicatos creen que hoy conseguirán superar esa cifra. Desean seguir presionando al Ejecutivo, que pasa por sus horas más bajas de aceptación popular tras la reforma de los contratos para jóvenes.

Los sondeos publicados en Francia hasta la fecha constatan que la mayoría de los ciudadanos es contraria a la ley del primer empleo, impulsada por el Gobierno. La última encuesta, aparecida ayer en el diario Libération, indica que el 58% de los franceses considera equivocada la creación de estos contratos con dos años de despido libre, por sólo un 34% que se muestra favorable.

Sin embargo, el primer ministro francés, Dominique de
Villepin, que continúa defendiendo su política laboral, ha afirmado hoy que respeta la inquietud de los manifestantes contra su contrato de primera contratación (CPE) dirigido a los jóvenes, pero, a su juicio, es un instrumento que permite combatir la precariedad laboral frente a la política del miedo de la izquierda.

Movilización ciudadana

Las más de 100 manifestaciones convocadas, en las que hasta el momento las cifras de asistentes barajadas por la organización superan las 800.000 personas -frente a las 396.000 de la Policía-, han sido presididas por un mismo lema : «Retirada del Contrato Primer Empleo». Según cifras de los sindicatos, la manifestación parisina congregó a 200.000 personas ; 20.000 han sido los asistentes en Nantes y 50.000 en Burdeos. En Marsella, desfilaron más de 100.000 personas, Burdeos consiguió convocar a 50.000, y en Grenoble las cifras se situarían entre los 10.000 y los 20.000.

Según el Ejecutivo francés, la Educación también ha sufrido los paros e incluso algunas universidades se han visto obligadas a cerrar sus puertas durante el día de hoy por las huelgas de estudiantes y profesores. Los paros y movilizaciones también provocaron incidencias en el transporte público de diversas partes del país, así como en algunos aeropuertos. Varias emisoras de radio y televisión públicas también han tenido que alterar su programación debido al seguimiento de las convocatorias.

Villepin cae en los sondeos

La figura del primer ministro, Dominique de Villepin, ha caído enormemente en los sondeos de popularidad y sólo un 37% de los ciudadanos aprueba ahora su gestión. Siete puntos menos que el mes pasado, y trece menos que al comenzar el año, principalmente por el rechazo frontal de la población a la flexibilización de las condiciones de trabajo y a las reformas económicas.

Villepin, sin embargo, ha negado su intención de modificar sus planes y reiteró la necesidad de «probar nuevas medidas» para reducir el paro, principal preocupación de los ciudadanos. El primer ministro confirmó que «mantendrá el rumbo» a pesar de su caída en los sondeos.

Los sindicatos tienen previstas varias huelgas en el transporte y en la Administración Pública, así como en la educación preuniversitaria y universitaria. Air France prevé la anulación de varios vuelos y el transporte público en París podría verse ligeramente afectado. La Sociedad Nacional de Ferrocarriles prevé una «perturbación mínima» por efecto de la huelga. Los servicios de correos, la empresa pública eléctrica EDF, el ministerio de Finanzas y la mayoría de los centros escolares son otros de los sectores donde podrían notarse los paros.


Fuente: EL PAIS