Este lunes hemos vuelto a vivir un día negro en los Servicios Centrales de Citigroup en La Moraleja, en el que otros 8 trabajadoras de Citirecovery, afectados por la pasada venta de parte de la cartera de activos, han sido despedidos.

Como sucedió con los habidos el pasado mes de noviembre, estos trabajadores también han sido despedidos por “causas objetivas”, es decir tampoco existe ninguna razón disciplinaria que los justifique. E igualmente, la Empresa también ahora reconoce inmediatamente estos despidos (y los indemniza) como “improcedentes”, para evitar que los trabajadores los recurran ante los tribunales de justicia.

Como sucedió con los habidos el pasado mes de noviembre, estos trabajadores también han sido despedidos por “causas objetivas”, es decir tampoco existe ninguna razón disciplinaria que los justifique. E igualmente, la Empresa también ahora reconoce inmediatamente estos despidos (y los indemniza) como “improcedentes”, para evitar que los trabajadores los recurran ante los tribunales de justicia. Considerando el número acumulado ya de estos despidos, se siguen ajustando a dispuesto en la vigente normativa laboral, cuyos límites cuantitativos no pueden ser rebasados so pena de nulidad, salvo que la empresa se arriesgue a iniciar un procedimiento de “despido colectivo”. 

Dado que nos encontramos en el mismo supuesto, no vamos a repetir lo que ya manifestamos entonces sobre la injusticia e incoherencia que suponen estos despidos, ya que son selectivos (caza laboral) en los cuales no existe criterio razonable para individualizar quien ha de ser despedido y quien no, y además se producen cuando gran parte de la actividad de recobro está cedida a terceros o deslocalizada a Colombia.

Y tampoco vamos a insistir en que la Dirección ha ignorado a la representación sindical, despreciando la posibilidad de encontrar una solución pacífica, no traumática, al problema que ella misma ha creado a los trabajadores con la venta de activos, y en su lugar haya optado por actuar por la fuerza. 

En esta ocasión queremos dejar constancia de otro aspecto relevante, y que califica sobremanera la intencionalidad de quienes toman decisiones como la de quitarnos el empleo en una situación de contexto laboral y social de extremada gravedad.

Nos referimos al hecho de que en el colectivo de empleados que quedan sin ocupación tras la venta parcial de la cartera, hay trabajadores que habían expresado públicamente haberse dirigido a la empresa para comunicar su disposición a aceptar causar baja incentivada. Sin embargo, a la vista de lo sucedido, la empresa ha preferido despedir a otros trabajadores que sí deseaban conservar su empleo, en vez de llegar a un acuerdo con aquéllos que estaban interesados en irse voluntariamente. Lo que implica que Citigroup está aplicando en España una política laboral caracterizada por un altísimo grado de insensibilidad, e innecesariamente dañina.

Así son, y así actúan, quienes dirigen este grupo empresarial. 

Y mientras, desde esa misma Dirección de Citigroup en España se sigue intoxicando a la plantilla con información parcial, sesgada, y tendenciosamente presentada, sobre la auténtica situación financiera de la entidad, y los verdaderos planes de negocio que han decidido. 

Así, mientras bombardean a los trabajadores con supuestos éxitos comerciales y corporativos, tanto a través de la intranet como de la prensa especializada que les es afín, omiten dar publicidad a los resultados de su actividad. Resulta lamentable que tengamos que ser siempre la CGT quien informe de los resultados del banco, que como es habitual, son sonrojantes: Pérdidas de -37,5 millones de €uros al 30 de septiembre. Eso, no obstante, haber dotado mucha menor provisión de fondos por morosidad (a la misma fecha) respecto a ejercicios anteriores, e imputar un beneficio de más de 10 millones por ajuste de impuestos. Además, cabe destacar la rúbrica de “Otros resultados de operaciones financieras” que en años precedentes apenas registraba saldo, y ahora presenta un importe negativo de -59,6 millones de €uros, y que dada la altísima cuantía deberían explicar oficialmente a la plantilla.

Por el momento, y a la espera de que se atrevan a dar una explicación, nos reservamos un posterior y más detallado análisis sobre esta materia. 

Respecto a sus planes de negocio, el “ultrasecreto” Proyecto-17 destapado por CGT y finalmente aparecido en la prensa, siguen sin dar una explicación coherente al mismo.

Han convertido a las sucursales en meros recolectores de fondos, una ingente cantidad de dinero que no ha servido para aumentar el negocio, sino que ha sustituido al que la Corporación tenía en este país y que ahora se ha llevado. Razón por la cual podemos afirmar, rotundamente, que Citigroup está desinvirtiendo en España.

Y por otra parte, si todavía no han escarmentado con la que se ha liado con la “ingeniería” de títulos basura sobre hipotecas, ahora Citigroup va a insistir con títulos sobre activos de mayor riesgo y menor garantía procediendo a titulizar su cartera de tarjetas de crédito. ¿A alguien se le ha ocurrido preguntar que van a hacer con esos títulos? ¿Qué van a hacer con los fondos que obtengan con ellos? 

En resumen, Citigroup, una entidad que con un negocio en España que ellos mismos califican de tóxico (nos incluyen todavía dentro de CitiHolding), cuyas pérdidas utilizan para justificar los despidos y la degradación de las condiciones laborales, mientras los directivos, los que han llevado a la entidad a esta muy negativa situación, no sufren acción disciplinaria por su negativo cometido, sino que perciben retribuciones de lujo. 

En 2010 los despidos asolaron Citifin, en 2011 tuvo lugar el ERE en Citibank, y ahora en 2012 se están cebando en Citirecovery. Como puede apreciarse en este grupo empresarial el riesgo para el empleo es muy considerable, y los puestos de trabajo han pasado a ser considerados como una mera mercancía más o menos cuantificable en euros. 

Finalizamos haciendo un llamamiento a la plantilla en su conjunto. Nos encontramos en una economía de mercado, donde cada día nos van imponiendo un liberalismo feroz, insolidario e inhumano. En ese contexto no debemos olvidarnos de que La Dirección tiene sus propios intereses y no va a relegarlos por los de los empleados. Sólo los trabajadores podemos luchar por lo que es nuestro. Luchar y luchar. Es lo que hicieron quienes nos precedieron en el tiempo y consiguieron los grandes avances sociales. Si no luchamos se perderá todo lo conseguido, y no tendremos nada, ni nosotros ni los que vengan después.

CGT-Citibank


Fuente: CGT-Citibank