JERUSALÉN.- Los prisioneros palestinos recluidos en cárceles de Israel han anunciado el comienzo de una huelga de hambre "a muerte" a fin de que el Servicio de Prisiones satisfaga sus 57 demandas para mejorar sus condiciones. La medida de protesta será llevada a cabo por miles de presos palestinos.

JERUSALÉN.- Los prisioneros palestinos recluidos en cárceles de Israel han anunciado el comienzo de una huelga de hambre «a muerte» a fin de que el Servicio de Prisiones satisfaga sus 57 demandas para mejorar sus condiciones. La medida de protesta será llevada a cabo por miles de presos palestinos.

El movimiento, según fuentes penitenciarias, comenzará en las prisiones de Eshel y Nafha, situadas en el sur, y la de Hadarim en el centro del país, y afectará en un principio a unos 1.500 de los 3.800 ingresados actualmente en establecimientos penales.

Los carceleros comenzaron a quitar de las celdas radios y televisores, no distribuyeron los periódicos, se ha prohibido la venta de cigarrillos y se cancelaron las visitas.

El ministro de Seguridad Interior, Tsaji Hanegbi, responsable por la Policía Nacional y el Servicio de Prisiones, anticipó que, de acuerdo con el primer ministro Ariel Sharón, decidieron no acceder a sus peticiones.

Lamentables condiciones

Activistas de derechos humanos y abogados de los prisioneros afirman que el trato que se les dispensa «es peor que el que reciben los iraquíes en la cárcel de Abu Gharib en Bagdad».

«En lo que a mi respecta, pueden hacer la huelga por un día, una semana, un mes o incluso morirse de hambre», afirmó Hanegbi la pasada semana, después de una consulta con las autoridades penitenciarias y los servicios secretos (Shin Bet).

El número de efectivos en las cárceles estaba alerta y los servicios sanitarios alistados para el caso de que la huelga sea acompañada por manifestaciones de violencia, añadieron las fuentes.

Algunas reclamaciones

Entre las principales reclamaciones, los presos palestinos exigen que se les permita usar teléfonos celulares y públicos, no ser sometidos desnudos a los cacheos, y permitirles el contacto personal con sus visitantes, lo que actualmente hacen separados por una mampara.

El jefe del SPI, Yaacov Ganot, dijo en una rueda de prensa que «Los terroristas tienen mucho tiempo para planificar atentados y por medio de los teléfonos que exigen ordenan su ejecución a los que están afuera», en alusión a los milicianos de la resistencia contra la ocupación militar israelí en los territorios de Cisjordania y Gaza.

Según fuentes palestinas, si las demandas no fuesen satisfechas, dentro de 48 horas, durante la Jornada del Prisionero Palestino, se sumarán los demás prisioneros y, eventualmente también los detenidos en centros militares de Cisjordania y Gaza, con los cuales el número total se calcula en unos 7.000.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) y los activistas de derechos humanos describen a esos militantes de la «Intifada» como «prisioneros de guerra» sujetos al trato que les prevé la IV Convención Internacional de Ginebra. En Israel son considerados «presos de seguridad» sometidos a la legislación criminal.

Entre los prisioneros hay 600 condenados a cadena perpetua por su participación en sangrientos ataques contra la población civil.


Par : EFE