La exageración desmedida, la propaganda burda y la falta de verdad de algunas circulares de los sindicatos mayoritarios, que corren por el banco, nos han obligado a poner de nuevo las cosas en su sitio, máxime en unos tiempos donde la dureza de las situaciones exigen que el sindicalismo actué con honradez, sensatez, cordura y valentía y abandone los tic de “gracias a nosotros”, propaganda burda y otras chorradas que ya nadie se cree, y más en este banco con la que esta cayendo, y el clima laboral extremo que padecemos. 

La negociación en el banco Santander del cierres de sábados, plan de pensiones empleados y próxima exteriorización de los compromisos de pensiones del convenio (famosos P:E. de los anteriores al 8.3.80), ha sido pilotada por nuestra empresa con la intención de conseguir unos objetivos determinados y esas negociaciones han tenido unas consecuencias que hoy se viven en la realidad laboral del banco. 

La negociación en el banco Santander del cierres de sábados, plan de pensiones empleados y próxima exteriorización de los compromisos de pensiones del convenio (famosos P:E. de los anteriores al 8.3.80), ha sido pilotada por nuestra empresa con la intención de conseguir unos objetivos determinados y esas negociaciones han tenido unas consecuencias que hoy se viven en la realidad laboral del banco. 

Por poner un ejemplo, la libranza de los sábados, con cambio horario, se negoció porque el Banco Santander consideraba inhábil comercialmente el sábado, y a cambio de su libranza impuso nuevos horarios sin ninguna reducción y sobre todo una desregulación horaria que hoy está sirviendo para explotar de sol a sol, y todo ello amparado bajo la cláusula de flexibilidad horaria, firmada por estos sindicatos olímpicos. 

El plan de pensiones de los empleados del banco firmado en el 2006 para toda la plantillas activa en el banco, forma parte de la política errática, pero duramente cicatera, del Banco Santander y también de los antiguos Central Hispano de no exteriorizar los compromisos de pensiones, aviniéndose, a cambio, a negociar un plan de pensiones escaso en sus dotaciones, intentando así justificar la permanencia del resto de compromisos de pensiones en fondo interno. 

Tampoco se nos olvide que en el plan de pensiones negociado en 2006, que tenemos todos los trabajadores en activo, las dotaciones individualizadas de ese plan, en el caso de haber ingresado en el banco antes del 8.3.1980 se descuenta del compromiso de convenio. 

No regalaron nada, puesto que el conjunto del sector financiero español y también europeo tienen exteriorizados sus compromisos de pensiones y solo el grupo Santander en España mantenía una posición numantina, que le ha producido grandes beneficios. El mantenimiento del compromiso de pensiones en fondo interno durante 20 años ha permitido al BSCH ahorrarse miles de millones de €uros de trabajadores que se han prejubilado, despedido, etc… 

La decisión del Santander de exteriorizar, ahora, los compromisos de pensiones, es la consecuencia de la fiscalización del sistema financiero español y del rescate de algunos bancos por la CEE que, a cambio, estaría exigiendo la exteriorización de los compromisos de pensiones, para dar claridad y limpieza a los balances. En este contexto, la posición del Grupo Santander en España es insostenible y por lo tanto, en estos momentos, estaría obligado a dicha exteriorización. 

Los afectados por la externalización serían alrededor de 4300 trabajadores activos del Banco Santander, que entraron a trabajar en el BSCH antes del 8-3-1980, también los trabajadores del banco que estaban en activo en otras empresas del sector a 31-12-1979, más los trabajadores del banco que están en empresas del grupo y que tienen los derechos de convenio garantizados. Las cantidades u obligaciones totales de esos compromisos son asumibles por el banco y son muy inferiores en obligaciones totales de cualesquiera de los planes de pensiones ya externalizados en el resto de los bancos del sector. 

Pero no conviene, ponerse la piel del oso antes de cazarlo y no nos gustan las medallas antes de haber corrido, o mejor dicho empezado a negociar, porque después de 20 años de espera, la exteriorización tiene que ser clara, completa y con la consolidación de nuestros derechos. Efectivamente, entendemos que las aportaciones que se acuerden deben cubrir el derecho objetivo de convenio colectivo, sin ninguna merma, por lo tanto si eso provoca algún incremento de costes, la parte sindical no puede ser comprensiva con el anuncio del propio banco de no asumir más costes. No pedimos nada más que lo que es nuestro, ni más ni menos. 

La complejidad de esta negociación es grande, para eso es necesario que actuarios independientes clarifiquen las obligaciones e, igualmente, se determinen unas aportaciones suficientes que cubran el conjunto del derecho. En este sentido recientes modificaciones, tanto de las pensiones (jubilación voluntaria 63 años) como del convenio colectivo (con nuevas obligaciones de compromiso de pensiones a 63 y 64 años) tiene que estar presentes en la negociación. 

A los afectados, dada la complejidad del asunto, sabemos que hay muchas dudas y se hacen preguntas, les pedimos que estén muy atentos a nuestras circulares, porque como siempre hacemos desde CGT, seremos claros, honestos y críticos si es necesario.

Sección Sindical Estatal del Grupo Santander


Fuente: Sección Sindical Estatal del Grupo Santander