60.000 personas según la organización, 45.000 para la Policía Local y 25.000 para la Delegación del Gobierno, participaron el pasado sábado 14 de febrero en Palma de Mallorca, en la manifestación más grande que se ha hecho nunca en las Baleares para defender el territorio.

60.000 personas según la organización, 45.000 para la Policía Local y 25.000 para la Delegación del Gobierno, participaron el pasado sábado 14 de febrero en Palma de Mallorca, en la manifestación más grande que se ha hecho nunca en las Baleares para defender el territorio.

Los gritos en contra de la autovía Inca-Manacor o del segundo cinturón de Palma y los reproches a los gobernantes -Jaume Matas y Maria Antònia Munar- se repitieron sin cesar en una protesta multitudinaria, que muchos no dudaron en calificar de histórica.

Convocados por el GOB y las diversas plataformas ciudadanas que se han creado en oposición a los proyectos territoriales y urbanísticos del Gobierno y del Consejo, miles de personas llenaron el centro de Ciudad para mostrar su oposición a la ampliación del aeropuerto, la construcción de la autovía Inca-Manacor y del Segundo Cinturón de Palma y la reducción de superficie de los Parques Naturales.

Pasaba media hora de las cinco de la tarde y la plaza de España ya empezaba a estar llena. Autocares y trenes llegaban cargados de manifestantes de la parte foránea. A las seis, la tromba de gente empezaba a andar por el centro de Palma y a las ocho, mientras la cabecera de la marcha llegaba a la plaza Mayor, todavía salían los últimos manifestantes. Al frente de la manifestación, una pancarta de más de 15 metros, en la cual se podía leer « Quién ama Mallorca no la destruye », era llevada por una veintena de representantes de los movimientos sociales convocantes. « No al segundo cinturón », « Autovía No », « Mallorca dice basta », « Salvemos nuestra casa », « PP = destrucción » o « Más parques, menos asfalto » eran algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas. Los gritos de los manifestantes fueron dirigidos sobre todo a dos personas : el presidente del Gobierno, Jaume Matas, y la presidenta del Consejo, Maria Antònia Munar, a quienes acusaron de « destruir » Mallorca.

La plaza Mayor se llenó. Pasaban las ocho del anochecer y Pau Debon -cantante del grupo Antònia Font- empezaba a leer un manifiesto que complementaría la escritora Maria Antònia Oliver. « Porque hoy el PP y UM no sólo ponen en peligro esta tierra, su paisaje, su lengua y nuestro futuro. Ponen también en cuestión nuestra libertad », decía un manifiesto que recordaba la lucha para defender sa Dragonera de finales de los setenta y los adelantos que en la protección de espacios se han conseguido por la presión popular.

Para más información : http://www.estimamallorca.org