El tajo se cobró ayer una nueva vida en la región, al quedar atrapado un obrero en una cinta transportadora en una empresa de yesos. Antonio Garnacho, español de 45 años, falleció poco después de las cinco y media de la mañana en una empresa del municipio de San Martín de la Vega. La víctima, según denunciaron CC OO y UGT, trabajaba en una compañía de trabajo temporal desde hacía tres meses.

El tajo se cobró ayer una nueva vida en la región, al quedar atrapado un obrero en una cinta transportadora en una empresa de yesos. Antonio Garnacho, español de 45 años, falleció poco después de las cinco y media de la mañana en una empresa del municipio de San Martín de la Vega. La víctima, según denunciaron CC OO y UGT, trabajaba en una compañía de trabajo temporal desde hacía tres meses.

«El cuerpo del obrero quedó atrapado en la máquina que transporta las bolsas de yeso a los palés. Esa máquina tiene una protección en forma de reja pero la altura es mínima», explicó Daniel Barragán, técnico laboral de Fecoma-CC OO. Las primeras hipótesis de los técnicos apuntan a que el obrero habría traspasado la barrera para desatascar una bolsa que se habría quedado enganchada. Desde UGT agregaron que la víctima trabajaba en solitario «con una máquina que ya había tenido muchos fallos en su funcionamiento». «Esto había sido comentado por el fallecido en muchas ocasiones a sus compañeros», señaló Juan Lorenzo, técnico laboral del sindicato. En el momento del accidente no hubo testigos.

CC OO y UGT denunciaron que el accidente podría haberse evitado con una adecuada implantación de las medidas contempladas en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sobre protección en las máquinas.

«Se abusa»

«Lo extraño es que un trabajador de una empresa temporal estuviese haciendo tareas de coordinación y control de varias máquinas en un puesto de trabajo que es estable, de especialidad y nocturno. Una vez más se abusa de la contratación temporal y en precario usando trabajadores de las empresas temporales», denunciaron desde CC OO. Al sindicato tampoco le consta que el fallecido tuviera ninguna formación sobre a los riesgos que implicaba su puesto de trabajo.

Desde UGT insistieron además en que el Gobierno regional «tiene que personarse como acusación popular en los juicios donde ha habido accidentes laborales muy graves o mortales». Los sindicatos reclamaron una vez más la publicación de la lista de empresas que no cumplen la normativa laboral y que la administración exija a los constructores, en los concursos públicos, que no hayan tenido nunca en sus obras un accidente laboral.

La muerte de Antonio Garnacho eleva a 96 los fallecimientos de obreros en lo que llevamos de año. El miércoles pasado falleció un operario de 35 años mientras estaba montando muebles en una fábrica de la localidad de Meco. El hombre sufrió un infarto de miocardio debido a las fuertes temperaturas que hacía en la nave mientras estaba trabajando. La víctima trabajaba para una subcontrata, según la denuncia de los sindicatos.


Fuente: EL PAIS