Un obrero de 47 años y vecino de Madrid murió al quedar sepultado en la zanja donde estaba trabajando, paralela a la carretera M-219, a la altura del kilómetro 2, en el término municipal de Loeches, como consecuencia de un corrimiento de tierras, según informaron fuentes del Servicio de Emergencias 112 y de la Guardia Civil.

Un obrero de 47 años y vecino de Madrid murió al quedar sepultado en la zanja donde estaba trabajando, paralela a la carretera M-219, a la altura del kilómetro 2, en el término municipal de Loeches, como consecuencia de un corrimiento de tierras, según informaron fuentes del Servicio de Emergencias 112 y de la Guardia Civil.

El accidente laboral ocurrió en la finca La Fontanela sobre las dos de la tarde del lunes cuando el operario se encontraba trabajando en el interior de una zanja, de unos 6 metros de largo y 2 de ancho, y ésta se derrumbó. El hombre quedó sepultado bajo un metro cúbico de tierra, aproximadamente, y murió prácticamente en el acto.

Al lugar se trasladaron dos dotaciones del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que tuvieron que rescatar el cuerpo, así como sanitarios de una UVI del Summa-112, que certificaron el fallecimiento, según fuentes del Servicio de Emergencias 112.

Al parecer, en el lugar estaba trabajando una máquina excavadora en unas obras de canalización, lo que pudo provocar el corrimiento de tierras y el derrumbe de la zanja.