El joven Ángel Cabana Rouco, vecino de Vilalba de 22 años, murió ayer como consecuencia de un accidente laboral ocurrido alrededor de las once y media de la mañana. El siniestro tuvo lugar en las instalaciones de la empresa Ingemarga, dedicadas a la transformación de granito y situadas en la parroquia de Trasparga (Guitiriz).

El joven Ángel Cabana Rouco, vecino de Vilalba de 22 años, murió ayer como consecuencia de un accidente laboral ocurrido alrededor de las once y media de la mañana. El siniestro tuvo lugar en las instalaciones de la empresa Ingemarga, dedicadas a la transformación de granito y situadas en la parroquia de Trasparga (Guitiriz).

Fuentes consultadas por este periódico explicaron que el joven quedó atrapado por el carro de un puente grúa mientras efectuaba labores de limpieza, y que fue arrastrado varios metros. De inmediato se desplazó al lugar un amplio equipo de medios, formado por personal del Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir) de Guitiriz, una ambulancia del 061 y un helicóptero del 112. No obstante, la víctima no llegó a ser evacuada, porque murió antes.

Precariedad

Algunas fuentes apuntaron que el joven trabajaba en la firma contratado por una empresa de trabajo temporal, mientras que responsables de la factoría declinaron realizar a este periódico comentario alguno sobre lo sucedido. Ángel Cabana Rouco vivía en pleno centro urbano de Vilalba y será enterrado a las cuatro y media de la tarde de hoy.

El accidente provocó críticas sindicales. Antonio Niño, dirigente de la rama de construcción de la Confederación Intersindical Galega (CIG), denunció la « situación de risco » del sector, aseguró que se habían producido otros accidentes menos graves y reclamó « máis prevención, máis seguridade, máis planificación e máis control » para evitar más siniestros.


Fuente: La Voz de Galicia