La víctima, de 37 años, fue hallada por un viandante y las hipótesis sobre su muerte son la inhalación de gases o una brusca caída
granada. Un trabajador de 37 años, identificado con las iniciales J. A. R. perdió la vida en la tarde de ayer mientras trabajaba en una arqueta de Telefónica, situada en la Avenida Severo Ochoa, en el cruce con Rector Marín Ocete, cerca de las obras del túnel de la Avenida de la Constitución, promovidas por el Ayuntamiento de Granada. La Policía Nacional investigaba desde anoche mismo por qué el obrero apareció muerto en el fondo de la alcantarilla, de más de dos metros de profundidad, aunque una de las hipótesis que suena con más fuerza -exceptuando la de muerte por causas naturales- es que hubiera inhalado algún tipo de gas nocivo tras un error en el sistema de tuberías del subsuelo.
La víctima, de 37 años, fue hallada por un viandante y las hipótesis sobre su muerte son la inhalación de gases o una brusca caída

granada. Un trabajador de 37 años, identificado con las iniciales J. A. R. perdió la vida en la tarde de ayer mientras trabajaba en una arqueta de Telefónica, situada en la Avenida Severo Ochoa, en el cruce con Rector Marín Ocete, cerca de las obras del túnel de la Avenida de la Constitución, promovidas por el Ayuntamiento de Granada. La Policía Nacional investigaba desde anoche mismo por qué el obrero apareció muerto en el fondo de la alcantarilla, de más de dos metros de profundidad, aunque una de las hipótesis que suena con más fuerza -exceptuando la de muerte por causas naturales- es que hubiera inhalado algún tipo de gas nocivo tras un error en el sistema de tuberías del subsuelo.

Ha trascendido, no obstante, que el trabajador de la empresa de telefonía ITETE presentaba un fuerte golpe en la cara, probablemente causado tras haber caído de la escalera de mano con la que trabajaba.

Por el momento no se ha concretado la hora de la muerte del trabajador, que fue hallado por un vecino poco antes de las diez de la noche. El testigo dio aviso inmediatamente a las fuerzas de seguridad, para sacar el cuerpo del agujero en el que falleció. Uno de los primeros operativos en llegar al lugar del accidente fue una UVI móvil del 061, que no pudo hacer nada para salvar la vida del joven, que ya había muerto.

El cuerpo, una vez que fue certificado el fallecimiento por los efectivos sanitarios, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de la capital, donde está previsto que se le realice la autopsia en las próximas horas. El resultado del informe del forense se presenta clave para determinar si, efectivamente, se trata de la decimonovena víctima en accidente laboral de 2005.

Cuando los bomberos recuperaron el cuerpo del trabajador, la Policía precintó la arqueta de Telefónica. En el lugar, situado en la esquina entre las calles Severo Ochoa y Rector Marín Ocete -frente a los Comedores Universitarios- sólo quedaba ya la furgoneta con la que supuestamente había acudido el obrero a la zona, identificada con el logotipo de su empresa, ITETE Telecomunicaciones.

La hora del hallazgo del cadáver, en hora punta de tráfico, y su localización, en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad en cuanto a la circulación, agravaron el caos circulatorio que anoche registró esa zona de la ciudad.

Numerosos vecinos y viandantes rodearon el cordón desplegado por la Policía Nacional, que permaneció más de una hora en la zona. Una vez que se retiraron los dos camiones de bomberos y las dos unidades de la Policía Nacional, el lugar comenzó a recuperar la normalidad. Los operarios de los servicios de emergencias desplazados hasta el lugar del suceso pudieron constatar la profundidad del agujero donde apareció el trabajador, así como que en el fondo del agujero hubiese «gran cantidad de cables que cruzan» y los útiles de trabajo de la víctima.


Granada Hoy