La víctima estaba a una altura de tres metros cargando ceniza en la cuba. Juan Manuel Gutiérrez Iturria tenía 54 años de edad y era natural de Navarra.
Juan Manuel Gutiérrez Iturria falleció ayer en accidente laboral al precipitarse desde una altura de aproximadamente tres metros cuando se encontraba trabajando en la central térmica de Soto de Ribera. La víctima tenía 54 años de edad y era natural de Navarra.
La víctima estaba a una altura de tres metros cargando ceniza en la cuba. Juan Manuel Gutiérrez Iturria tenía 54 años de edad y era natural de Navarra.

Juan Manuel Gutiérrez Iturria falleció ayer en accidente laboral al precipitarse desde una altura de aproximadamente tres metros cuando se encontraba trabajando en la central térmica de Soto de Ribera. La víctima tenía 54 años de edad y era natural de Navarra.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, el accidente tuvo lugar a las 10.30 horas, momento en el que el fallecido se disponía a cargar ceniza volante en los hilos de la central. Al parecer, llegó a subirse a la cuba del camión a colocar la bocana, pero en un momento determinado de la operación resbaló y se cayó al suelo, golpeándose en la cabeza.

Las mismas fuentes indicaron que Juan Manuel Gutiérrez, que trabajaba para una empresa ajena a HC Energía, murió en el acto a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico que se produjo por el golpe. Hasta el lugar de los hechos se trasladó el juez, quien ordenó trasladar el cadáver al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para que se le pudiera practicar la autopsia.

LA CUARTA La de ayer es la primera víctima mortal en accidente laboral en el municipio de este año, aunque suma la cuarta muerte de los tres últimos meses. La trágica lista la abría el pasado 29 de septiembre un trabajador de 24 años que respondía a las iniciales J.D.I. El obrero falleció en Vallobín cuando los pies de apoyo de un camión motobomba fallaron y el brazo hidráulico del mismo cedió hasta caer encima de la víctima. En el siniestro resultó herido otro de los trabajadores, de 30 años.

Cuatro días más tarde Maximino García Alvarez, de 37 años, fallecía cuando trabajaba en una fábrica de derivados de cemento en San Claudio al quedar atrapado por una máquina automatizada de elaboración y transporte de bovedilla. No sería el único fallecido del 2006 en la misma empresa y de una forma muy parecida, pues el pasado 21 de diciembre Daniel Señas Alcobre, de 38 años, perdía la vida al ser atrapado por la máquina amasadora en la que estaba reparando una avería.

Las primeras investigaciones apuntaron a un fallo de coordinación y de comunicación interna. Según denunció el secretario de salud laboral de la Federación de Construcción, Maderas y Afines (Fecoma-CCOO), Manuel Hortensio, al parecer la víctima estaba arreglando «la parte de la máquina por la que la masa cae en los moldes cuando por motivos que aún se desconocen, la amasadora se puso en funcionamiento». En ese momento, el hombre quedó atrapado en el engranaje, pese a las medidas de seguridad, y murió casi al instante a causa de un corte en la femoral.

Este accidente provocó la reacción inmediata de los sindicatos. UGT y CCOO pidieron incluso a la Fiscalía la ejecución de un mayor control sobre los accidentes laborales que se repitan en la misma empresa en un corto periodo de tiempo. Además, UGT recordó que en el 2006 se produjo un aumento de la siniestralidad en Asturias, contabilizándose 700 accidentes más que en el 2005, lo que supone un incremento del 22,7 por ciento.


Fuente: lavozdeasturias.com