Las mujeres seropositivas embarazadas son más susceptibles a recurrir al aborto clandestino, dado que sus derechos en materia de salud y reproducción no son respetados, denuncian especialistas sanitarios. En África, donde pocos países autorizan la interrupción voluntaria del embarazo, más de cuatro millones de mujeres al año recurren a abortos arriesgados.

Las mujeres seropositivas embarazadas son más susceptibles a recurrir al aborto clandestino, dado que sus derechos en materia de salud y reproducción no son respetados, denuncian especialistas sanitarios. En África, donde pocos países autorizan la interrupción voluntaria del embarazo, más de cuatro millones de mujeres al año recurren a abortos arriesgados.

Estas prácticas clandestinas tienen consecuencias médicas, generalmente graves, para centenares de miles de mujeres. Al año, al menos 30.000 mujeres mueren a causa de ello.

Estos números fueron revelados, a finales de marzo, en la consulta continental sobre aborto sin riesgo, que reunió a 120 investigadores, profesionales de sanidad y políticos, en Addis Abeba, capital etíope.

Allí, varios participantes reconocieron que aún no se ha conseguido determinar el número de mujeres seropositivas que recurren al aborto clandestino.

Discriminación

Varios testimonios indican, mientras tanto, que al igual que estas mujeres tengan, en principio, los mismos derechos en materia de sanidad que las demás, ellas son frecuentemente víctimas de la discriminación y no se hace nada para permitir que aborten de manera segura.

“Los trabajadores sanitarios no saben cómo comportarse con las mujeres seropositivas”, declaró la doctora Diane Cooper, de la Unidad sudafricana de Investigación sobre la Salud de la Mujer, en el taller “Responder a las necesidades de las mujeres seropositivas en materia de acesso al aborto sin riesgo”.

Estudios realizados en Sudáfrica demuestran que los trabajadores sanitarios aconsejan frecuentemente a las mujeres seropositivas no tener hijos para evitar que su estado de salud se agrave.

Por otro lado, les incitan a llevar su embarazo hasta el fin y a no tener más hijos, a causa del riesgo que el aborto representaría para sus vidas, según Cooper.

“Siendo así, la cuestión no es sólo fortalecer los servicios en materia de aborto sin riesgo. El hehco es que los profesionales de salud se sienten orgullosos cuando consiguen convencer a una mujer para que no recurra al aborto”, subrayó Cooper.

Según un estudio realizado en Kampala, capital de Uganda, el 36 por ciento de las mujeres embarazadas seropositivas se declararan insatisfechas a causa del peligro que representaba para ellas.

De acuerdo con el doctor Moke Magoma, ginecólogo del Hospital St Elizabeth, en Tanzania, no existe ninguna prueba científica que mantenga la “percepción” de que el embarazo pueda degradar el estado de salud de la mujer seropositiva.

Cuando están correctamente informadas, estas mujeres tienen en cuenta o no la posibilidad o no de tener acceso a los servicios de prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo (PTV). Pero los participantes en la consulta reconocieron que estos servicios son escasos en el continente.

Actualmente, menos del 10 por ciento de las mujeres africanas tienen acceso a PTV, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud sobre los progresos de la iniciativa “3 por 5” (tres millones de personas bajo el tratamiento antirretroviral en 2005), publicado en marzo.

Respetar la opción de las mujeres

Ningún estudio se interesó por el caso de las mujeres seropositivas que no desea tener hijos y desean interrumpir el embarazo, constataron los participantes.

Según el doctor Magoma, en varios casos las mujeres seropositivas se quedan embarazadas para “satisfacer a su pareja”. Algunas de ellas están casadas y nunca revelaran a sus maridos que son seropositivas, de manera que no hay “ninguna disculpa” para no querer tener hijos.

En cualquier caso, si las mujeres deciden interrumpir el embarazo, su elección debe ser respetada. En los países donde la ley autoriza el aborto, ellas deben “imperativamente” tener acceso a servicios seguros y a planificación familiar, según sus necesidades, opina Magoma.

Para luchar contra el aborto clandestino y en favor de los derechos de las mujeres en materia de salud reproductiva, sea cual sea su estado serológico, profundos estudios deben evaluar la amplitud del fenómeno, sugirieron los participantes.

Existe también una necesidad real de formar profesionales de sanidad, ya que hay una gran carencia de información sobre el seguimiento de mujeres seropositivas embarazadas.

Los participantes concluyeron que el acceso de las futuras madres a los servicios de PTV debe ser reforzado y se deben hacer estudios sobre las interacciones entre los anticonceptivos modernos, los ARVs y los medicamentos utilizados en el aborto realizado en el hospital.

http://www.afrol.com/es/articulos/18877


Fuente: afrol News / PlusNews,