Buen aforo en el concierto de ayer en la sala Clamores (Madrid) para denunciar la situación en la radiotelevisión pública madrileña

A las 21:30 de ayer comenzaba el segundo concierto de la campaña "2007. Actuaciones sin Esperanza" en la madrileña Sala Clamores. El concierto, organizado por la plataforma No Nos Resignamos y Salvemos Telemadrid para denunciar la manipulación informativa en la radiotelevisión pública madrileña y la represión sindical y política que viene sufriendo su plantilla, consiguió llenar las dos terceras partes de la sala.

Buen aforo en el concierto de ayer en la sala Clamores (Madrid) para denunciar la situación en la radiotelevisión pública madrileña


A las 21:30 de ayer comenzaba el segundo concierto de la campaña «2007. Actuaciones sin Esperanza» en la madrileña Sala Clamores. El concierto, organizado por la plataforma No Nos Resignamos y Salvemos Telemadrid para denunciar la manipulación informativa en la radiotelevisión pública madrileña y la represión sindical y política que viene sufriendo su plantilla, consiguió llenar las dos terceras partes de la sala.

En el acto se identificó como culpable de esta situación a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Entre los que intervinieron en los intermedios entre grupos, José Ángel Jiménez, Presidente del comité de empresa y afiliado de CGT, nos puso al día sobre lo que está ocurriendo en Telemadrid, insistiendo en que sus trabajadores están «luchando contra el fascismo». Recordó que a día de hoy hay un despedido por denunciar lo que ocurre en esta radiotelevisión (Nicolás González, Secretario General de la sección sindical de CGT), cuyo juicio tendrá lugar el 27 de abril. José Ángel expresó la voluntad de todos y todas de continuar la lucha hasta que el compañero sea readmitido y se acabe con la represión y con la manipulación informativa en la cadena, que pagamos todos y todas.

La primera banda de la noche eran Dead Capo, grupo cuyo estilo fue definido como «Jazz raro», que cuenta con un amplio curriculum de actuaciones en diversos festivales de Jazz y de Rock por toda la geografía estatal desde su fundación en 1999. Estos chicos nos ofrecieron un sonido intenso, con gran protagonismo del saxo, acompañado en numerosas ocasiones por contundentes guitarrazos que sonaban a las mil maravillas. La base era claramente Jazz-Swing, muy enriquecida por notables influencias de lo maás variado : Rock, Surf, Lounge, Funk, Blues… Debo destacar, a título personal, su energética versión de «Pipeline», clásico instrumental Surf de los Chantays, que visitaron con gran acierto. Estupendo comienzo para un cartel tan variado. Pena que tuvieran que terminar antes de lo previsto por rotura de instrumento.

Los siguientes en tocar fueron Delco (estában anunciados los rapmetaleros La Pan, pero se cayeron del cartel en el último momento), banda madrileña en formato power-trio (guitarra-bajo-batería) que acaba de sacar su primer LP. Anoche nos hicieron una demostración de su Rock guitarrero onda americanoide. Sonaron bien, gustando bastante a la basca (los guitarreos siempre son de agradecer) y enrrollándose bien con el respetable.

A continuación, salió a escena El Chojin, muy esperado por los allí presentes. Su set fue algo corto (sólo tres temas), pero intenso y colorido, amenizando los intervalos entre tema y tema con poesías de alto contenido social, demostrando en éstas y en sus canciones una voluntad didáctica clara. Contó en «¿Quieres más ?» con la colaboración de Cecilia Cruz como segunda voz, dando en sus fraseos ligeros ecos «jazzys» al sonido de nuestro cantautor de rap favorito de Torrejón de Ardoz. Cerró su actuación con un divertido tema sobre lo que ocurriría si su novia se llamase Shakira, siendo muy aplaudido.

Y para terminar, sin duda lo más espectacular de la noche. Me refiero, cómo no, a Dirty Princess, un proyecto del inquieto Big Toxic, con dos «chicas guerreras» al frente : Yasmin y Nikky. Tecnopunk con ecos a la Movida, mucha actitud y más tablas que toda la Armada Invencible junta (pero sin naufragar, ojo). Muy poquita ropa (cuero y lenceria, estupenda combinación), que se fueron quitando durante el concierto (una de ellas se lo quitó todo, de hecho) para regocijo del respetable, especialmente del sector masculino (pero no sólo). Realmente esto es lo que uno espera ver en una actuación en directo : me refiero a la actitud y al desparpajo, cosa que les sobra a estas chicas. Si sólo se tratase de música, ya tenemos los discos. Un intérprete debe dominar en el escenario, y las princesas ejercieron su rol de dominatrix a la perfección, clavándonos bien hondo sus tacones de aguja. Sexo y lenguaje duros al son del techno. Espectacular y tope macarra. Estas chavalas son grandes, te lo digo yo. Os podéis imaginar cómo aplaudía la peña. Oh yeah !





Fuente: Roberto Blanco. Fotos : David Fernández.