Cuando está a punto de cumplirse un año desde que comenzó la invasión de Ucrania por el ejército ruso, las noticias no resultan nada halagüeñas: la escalada militar aumenta.

El reciente anuncio de EE.UU. y Alemania del envío de tanques Leopard II y Abrahams al conflicto, nos hace temer lo peor. El Gobierno del estado español se suma a la escalada bélica en la que la industria armamentística está haciendo su agosto, dificultando gravemente que la guerra llegue a su fin. Los nacionalismos, ucraniano y ruso, apoyados por las potencias de los dos ejes, están mermando la capacidad crítica de sus poblaciones creando la ensoñación de un bloque bueno y otro malo.

El Estado español, como miembro activo de uno de esos bloques, no se queda atrás y apoya decididamente uno de los bandos como si la victoria fuera necesaria para la conquista de una paz duradera en la zona y sin hacer autocrítica de la escalada de violencia en la que ha tomado parte durante los últimos decenios. Una vez más, observamos las diferencias en las opiniones y posturas que existen entre los socios del gobierno en este aspecto, pero de nuevo una vez más, vemos como la postura que toma fuerza en este asunto es la de un PSOE alineado fielmente a la OTAN que una y otra vez muestra su verdadera cara, mientras que Unidas Podemos permanece impasible sin dar un golpe encima de la mesa, bien por falta de valentía, o bien por interés propio.

Desde CGT no podemos ponernos de perfil ante unas decisiones que poco tienen que ver con el sentir pacifista de nuestra organización y acusamos directamente al Gobierno de Pedro Sánchez de instigar el conflicto prolongándolo y de no ser claro sobre el posible envío de tanques y tropas a la zona por parte del ejército español para que intervengan directamente en el conflicto, es decir en la guerra. Decisiones tomadas en despachos por políticos inflados de arrogancia que poco miden las consecuencias belicistas y que nada tienen que ver con la búsqueda de la paz.

Denunciamos los asesinatos de la población civil, los crímenes realizados por ambos bandos en los que la población inocente, mayoritariamente mujeres, ancianos y niños, son los verdaderos damnificados; así como la represión de la disidencia en todas partes del mundo.

Desde CGT hacemos un llamamiento a la deserción de todas las tropas implicadas en el conflicto, a todas las personas que comprendan que matarse entre sí no tiene ningún sentido cuando las razones son el lugar donde se pone una raya en un mapa para decretar la hegemonía económica sobre la zona.

Igualmente, hacemos un llamamiento a toda la población para secundar cuantas movilizaciones se convoquen contra todas las guerras. Recordemos que el conflicto bélico en Ucrania no es, por desgracia, el único que está abierto en el mundo.

Secretariado Permanente del Comité Confederal


Fuente: Secrerariado Permanente del Comité Confederal de la CGT