La crisis económica y el descenso de la inversión publicitaria, sumados a la irrupción en internet de nuevas formas de comunicación, están transformando el modelo mediático actual. Sólo en 2011 alrededor de 4.000 periodistas se han quedado sin empleo y numerosas cabeceras han echado el cierre en el Estado.

La caída de los ingresos por publicidad
es señalada como la causa fundamental del terremoto. Según los últimos
datos de la empresa Infoadex, los periódicos perdieron un 32% de
ingresos publicitarios durante octubre y diciembre de 2011. Hoy se
ingresa menos de la mitad que hace cinco años.

La caída de los ingresos por publicidad
es señalada como la causa fundamental del terremoto. Según los últimos
datos de la empresa Infoadex, los periódicos perdieron un 32% de
ingresos publicitarios durante octubre y diciembre de 2011. Hoy se
ingresa menos de la mitad que hace cinco años.

Pero este descenso en la recaudación publicitaria no es la única
crisis que atraviesan los medios. Víctor Sampedro, catedrático de
Opinión Pública y Comunicación Política en la Universidad Rey Juan
Carlos, opina que “la crisis es de modelo y se arrastra desde finales
del siglo XX” y recuerda que “ya antes o en los albores de internet
preocupaba mucho el comercialismo y la degradación informativa que
acarreaba.”

En este sentido, Sampedro cree que las empresas mediáticas han
contribuido a cavar su tumba con “una visión meramente industrial de las
noticias como producto”, que les llevó a “una dinámica especulativa en
Bolsa, cuando las acciones de los grupos multimedia dieron
extraordinarios dividendos”, lo que para el catedrático supuso “una
degradación inevitable de las redacciones: cada vez más precarizadas y
dependientes del departamento de publicidad”. La consecuencia lógica de
esta degradación en las redacciones, apunta Sampedro, ha sido “primar
como objetivo la credibilidad de los mercados antes que la credibilidad
del público: único activo con el que cuenta el periodismo”. Así, “las
audiencias cosechadas para la propaganda y los accionistas importan más
que los lectores”.

Las empresas de medios pierden dinero y el modelo de negocio no se ha
acoplado aún a las nuevas formas de comunicación que se dan a través de
internet y las redes sociales. Lo que viene es un “avance inexorable
hacia una situación de más concentración de medios en menos grupos
empresariales privados y menos medios públicos con menos presupuestos”,
apunta Pascual Serrano, periodista y analista de medios de comunicación.
“Ya hemos visto el modelo de negocio para las televisiones: o eres
Antena3 o eres Tele5. No hay más, puesto que estos dos grupos acumulan
casi el 90% del mercado publicitario”, señala.

Si es complicado para las empresas de comunicación, más aún para las
que presentan líneas editoriales progresistas o de izquierda. En este
sentido, Serrano cree que “probablemente puedan sobrevivir pero nunca
tendrán el poder que tienen los medios de derechas. Sucede como con los
partidos políticos de izquierda, pueden existir, pero el sistema siempre
tiene mecanismos para que no sean suficientemente poderosos”.

Hacia nuevos modelos

La crisis de los medios de comunicación puede brindar una oportunidad
para construir nuevos modelos que doten a la ciudadanía de formas de
intercambio de conocimiento gestionadas desde abajo, que escapen del
control político estatal y del interés económico de las empresas
privadas. En este sentido, Víctor Sampedro apunta que “habrá muertos,
mutaciones y nuevas especies, en el papel y en las ondas. Es la vida y
la ley de todo ecosistema en crisis.” Por eso “el sistema comunicativo
debe reiniciarse tras el big bang”. Y en esta nueva apuesta “todos los
que ahora están silenciados, censurados, estigmatizados o
invisibilizados no tienen nada que perder. Los únicos que perderán son
los que ahora saturan la esfera pública, hasta asfixiarnos con mensajes
que no encuentran audiencia, pero cuya omnipresencia impide percibir
otras cosas”. Pascual Serrano es menos optimista, los medios críticos
“con las actuales reglas, sólo existen de forma testimonial.” Aunque
matiza que “no quiero provocar el pesimismo desmovilizador, sí insistir
que hay que luchar por cambiar el actual modelo. Mientras tanto, esa
presencia testimonial debe servir para mostrar dos cosas: que los medios
dominantes manipulan y engañan, y que se puede hacer otro periodismo”.

En el momento de la apuesta por nuevos modelos de medios de
comunicación, internet está abriendo las puertas, puesto que “no es la
causa del derrumbe del periodismo, sino su condición necesaria de
futuro. La información del siglo XXI va a desarrollarse multimedia y vía
web”, recalca Sampedro. Y el cambio pasa por asumir que la estructura
ya no es la de unos informadores que ofrecen unidireccionalmente
contenidos a las audiencias. Como indica Rosenta C. Alves, director del
Knight Center for Journalism in the Americas de la Universidad de Texas,
“el consumidor de información ya no es un ser pasivo que recibe la
información empaquetada por otros. Él también quiere producir
contenidos”. Asimismo, Ignacio Ramonet explica en su libro La explosión
del periodismo cómo “la información ya no circula en un solo sentido. La
lógica vertical que caracterizaba a la relación entre los medios de
comunicación y los lectores cada vez es más horizontal o circular”.

De esta forma, la solución pasaría por construir a partir de la
interacción de periodistas y usuarios, generando nuevas formas de
información en constante creación y transformación. Especialista en este
ámbito, Víctor Sampedro tiene esperanza, “mil modelos nuevos están
floreciendo y algunos cuajarán. Ocurrirá cuando los periodistas
establezcan nuevos modos de relación con sus públicos basados en la
colaboración de ambos polos”. Por eso, el cambio vendrá por parte de
“una ciudadanía empoderada comunicativamente” que “encontrará
periodistas y medios dispuestos a hacer de la comunicación algo
compartido: debates e informaciones construidos a medias”.

Y los datos no son tan negativos en este aspecto. La red será el
único medio que aumentará sus ingresos publicitarios en 2012. Según las
últimas previsiones del estudio i2p, realizado por Arce Media y Media
Hotline, la facturación publicitaria digital alcanzará los 421 millones
de euros, lo que supone un aumento del 7,5%. Además, la publicidad
online incrementará ocho décimas su cuota de mercado, haciéndose con una
porción del 8,9%.

¿Y los medios tradicionales? Sampedro cree que la prensa de papel y
las radiotelevisiones generalistas se mantendrán “en la medida que
recobren su función”. Este catedrático advierte que “no será el gran
negocio, pero sí sostenible e independiente: los dos rasgos que definen
el periodismo crítico posible. Podrán vivir ofreciendo información si es
seria y profunda, para públicos específicos”. Los contenidos se han ido
deteriorando y sufren del mismo mal del que advertía Albert Camus en
1944, “se quiere informar rápido en lugar de informar bien, y la verdad
no sale ganando con ello”.


Luis Giménez / Madrid y Tomás Muñoz.
Diagonal. Miércoles 25 de enero de 2012. Número 166


Fuente: Luis Giménez / Madrid y Tomás Muñoz