Tuvimos la oportunidad de asistir ayer domingo al estreno de “Lucio” en la sala Kursal 2 dentro de la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San Sebastián. Con la sala abarratoda de público y todo el papel vendido desde horas antes de la proyección, no sabíamos muy bien que nos encontraríamos antes de visionar el documental. Quienes ya conocíamos la azarosa vida de este anarquista navarro afincado en París sabíamos lo difícil que sería plasmarla en 90 minutos.

Tuvimos la oportunidad de asistir ayer domingo al estreno de “Lucio” en la
sala Kursal 2 dentro de la sección Zabaltegi del Festival de Cine de San
Sebastián. Con la sala abarratoda de público y todo el papel vendido
desde horas antes de la proyección, no sabíamos muy bien que nos
encontraríamos antes de visionar el documental. Quienes ya conocíamos la
azarosa vida de este anarquista navarro afincado en París sabíamos lo
difícil que sería plasmarla en 90 minutos.

Sin embargo la película de Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga sorprende
desde los mismos títulos de crédito con una producción cuidada y muy
trabajada. Mantiene la tensión, el ritmo e incluso el sentido del humor en
la narración de una historía que tan sólo cuando el cerco policial y
judicial se cierra sobre Lucio puede resultar algo liosa.

Los testimonios seleccionados, no son muy numerosos, pero si reveladores.
A parte del propio Lucio, sus hermanas y su compañera sentimental, sus
abogados entre los que llama la atención el testimonio del ex ministro de
Asuntos Exteriores francés Roland Dumas y algunos de los compañeros de
militancia libertaria como Antonio Martín Bellido, pero también miembros
del equipo de seguridad del Citibank o alguno de los gendarmes que
persiguieron a Lucio en su labor conspirativa.

En definitiva un documental que sorprenderá a quienes no conozcan la vida
de Lucio y que no defraudará quienes ya tengan nociones de la misma. Un
documental en definitiva que hace justicia a la azarosa vida de este
anarquista navarro, que antes que revolucionario era albañil.


Fuente: Barreira