Este mes, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha publicado la muy esperada base de datos sobre las empresas que son cómplices de los asentamientos ilegales de Israel. A todas estas empresas se las debe responsabilizar, aunque el Comité Nacional Palestino de la BDS señala que hay otras muchas compañías que deberían ser incluidas en la lista, como G4S, Hewlett Packard, Caterpillar, Volvo, Heidelberg Cement, and Cemex (1).

En base a acontecimientos recientes, Amazon, la compañía estadounidense de comercio electrónico, debería ser también incluida en esta base de datos y se le deberían exigir responsabilidades. Incluso se podría plantear si Amazon debería ser un nuevo objetivo de la campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).

En base a acontecimientos recientes, Amazon, la compañía estadounidense de comercio electrónico, debería ser también incluida en esta base de datos y se le deberían exigir responsabilidades. Incluso se podría plantear si Amazon debería ser un nuevo objetivo de la campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).

Amazon lleva tiempo colaborando con Israel Aerospace Industries, una compañía estatal israelí que fabrica aviones y armamento y que abastece al ejército israelí, así como al de Birmania. Amazon lleva también mucho tiempo colaborando con el Banco Hapoalim y el Banco Leumi, dos de los bancos israelíes incluidos en la lista de la vergüenza de la ONU. Amazon colabora también con Palantir, una empresa privada estadounidense que participa en la deportación de personas migrantes en los Estados Unidos, y con la categorización racial de personas palestinas que efectúa el gobierno israelí.

Por último, Amazon ofrece el envío gratuito de bienes a los asentamientos ilegales israelíes en la zona ocupada de Cisjordania, mientras cobra a los clientes cisjordanos que identifican su tierra como “Territorios Palestinos”. Además de esta obvia discriminación racial, según la ley internacional Amazon ni siquiera debería enviar bienes a los asentamientos ilegales. Esto implica que es cómplice de un crimen de guerra, y dado que ningún organismo internacional está preparado para exigir que Israel rinda cuentas por sus crímenes, es hora de que la sociedad civil frene la contratación, el abastecimiento o la inversión en cualquiera de las empresas que colaboran en las políticas del Estado de Israel.

A la larga lista de crímenes de los que Amazon es sospechosa, incluyendo brutales condiciones de trabajo y acciones antisindicales, podemos ahora añadir la complicidad con el apartheid israelí. Las organizaciones sindicales de la Red Sindical International de Solidaridad y de Luchas exigimos que Amazon cumpla con la legislación internacional y retire sus inversiones en Israel y en las compañías israelíes.

Las organizaciones sindicales de la Red Sindical International de Solidaridad y de Luchas manifestamos nuestra solidaridad con nuestros compañeros y nuestras compañeras de la Unión Sindical de los Trabajadores del Servicio Postal Palestino (PPSWU), quienes han escrito al CEO de Amazon, Jeff Bezos (1), así como con la población palestina que sufre la ocupación militar israelí, el bloqueo, la discriminación y la imposibilidad de retornar a sus casas. Manifestamos nuestra solidaridad con las acciones que la sociedad palestina decida adoptar en el futuro, incluyendo un posible llamamiento a un boicot internacional de esta vergonzosa compañía.

(1) https://www.bdsmovement.net/news/release-long-delayed-un-settlement-database-significant-step-towards-holding-israel-accountable

(2) https://www.facebook.com/Amazon/posts/10157580273548124

http://www.laboursolidarity.org/Este-mes-la-Oficina-del-Alto?lang=es


Fuente: Red Sindical Internacional de Solidaridad y de Luchas