Artículo publicado en Rojo y Negro nº 381 de septiembre

Se cumple en este 2023 el centenario de la aparición en Alcoi de la revista Generación Consciente [GC], uno de los mejores ejemplos gráficos de la fructificación del pensamiento y la praxis anarquista en el levante peninsular y una señal del cambio de ciclo que se estaba produciendo dentro del movimiento libertario. «Plantar un árbol, criar un hijo y escribir un libro», este fue el lema que adoptó GC en su epopeya editorial, 1923-1937; publicación avanzada a su época, que acogió en sus columnas a las mejores plumas del anarquismo, embelleciendo el gran árbol de la cultura humana.

Plantar un Árbol…

Un día, un mono inquieto dio el paso de bajar de los árboles, y convertirse en humano sobre la tierra. Sin embargo, tanto nos fuimos alejando de los árboles en nuestra evolución como especie, que casi hemos olvidado el lugar de donde salimos.
Inspirados por dendrófilos como Godwin, Reclus o Joaquín Costa, en GC estaban decididos a renegar de las ciudades, verdaderos cementerios de árboles muertos, y volver a la naturaleza para cultivar el árbol milenario de la cultura. Por ello, una parte de sus contenidos giraban en torno al naturismo o la medicina natural, habilitando un consultorio para los lectores.
Desde sus inicios, GC se declaró antimilitarista y pacifista, porque sabían que el peor enemigo del árbol y de toda la especie humana, era y sigue siendo la guerra. Así, fueron de los primeros en denunciar la pérdida de masa forestal con motivo de los combates bélicos, así como la tala indiscriminada.
Axis Mundi. GC dio especial protagonismo a las mujeres, llamadas a desempeñar un nuevo rol social, representada en la mujer ramiforme que se desarrolla en todo su esplendor tras recuperar la tutela sobre su propio cuerpo, y decidir sin injerencias sobre su felicidad. Muy apreciadas fueron las ilustraciones de GC, composiciones gráficas con el cuerpo femenino como motivo principal, realizadas por Renau o Monleón…

Criar un Hijo…

Desde su aparición en Alcoi hace ahora 100 años, GC se definió como neomalthusiana, es decir, orientada a promover la maternidad consciente, y el control-mejora de la descendencia, llamada eugenesia. Paul Robin lo resumió en el axioma Un buen nacimiento, una buena escuela y una buena organización social.
En las páginas de GC trataron de explicar que la moral era algo más que un árbol que daba moras. En esta línea, roturaron prejuicios y apostaron por una nueva idea de la sexualidad, naturalizada, plena y emancipada de la procreación; publicando tutoriales de los métodos anticonceptivos existentes, y facilitando su venta por correo.
Eduquemos a una Nueva Humanidad bajo el árbol de la vida, se lee en esta revista, invitando a los niños a reunirse bajo su sombra y a subirse por sus ramas como pájaros sin alas, para atrapar la luz de una estrella o la magia de un sueño.
Podría deducirse, que en GC se presenta la revolución como el fruto maduro que cae por sí mismo, sin violencia; y eran plenamente conscientes de que no serían ellos, sino alguno de sus descendientes, quienes lo saborearan. Solo criando a toda una Generación de forma Consciente, sana y culta, se regeneraría la sociedad del vicio y la ignorancia.

Escribir Un Libro…

Adoptando el ejemplo de los grandes árboles que, como los hombres buenos, no viven para sí mismos sino para ser útiles a su entorno, en GC no solo escribieron un libro, sino decenas de ellos. De hecho, ofrecían más de dos mil títulos a través de su distribuidora, además de una biblioteca propia con varias colecciones editoriales; siempre con un criterio de selección amplio y ecléctico. Todo un bosque de conocimiento.
Si los periódicos y las revistas afines al anarcosindicalismo eran árboles cuya savia se nutría de los grupos y sindicatos del terreno, y si éstos casi siempre caían cercenados siendo aún retoños, por el hacha de la censura; GC consiguió resistir los contratiempos de una dictadura, una república y una revolución.
Aunque GC hubo de mudarse a Valencia en 1925, y se vieron forzados a cambiar su nombre por Estudios en 1928, la revista adquirió gran porte hasta convertirse en el árbol más robusto del jardín de Acracia, acogiendo bajo su frondosa copa, los sueños de justicia y libertad de las próximas generaciones.
Con tiradas de casi 80.000 ejemplares, una amplia distribución peninsular y ramificaciones por países de Europa y América, a través de GC se muestra la riqueza del patrimonio cultural del anarquismo ibérico; devolviéndonos a un tiempo no tan lejano, en que un libro, un almanaque o un modesto folleto, se veneraban como reliquias de papel.
No podemos concluir sin una breve mención a quien fue el alma mater de esta revista, Joaquín Juan Pastor, obrero autodidacta, publicista formado en la prensa anarcosindicalista alcoyana y uno de los iniciadores de la Liga Mundial para la Reforma Sexual en 1928.
Pastor fue uno de aquellos editores de roble, crecidos al calor de la edad de oro del libro que se vivió en la década de 1930; una valiosa individualidad no exenta de dotes camaleónicas, ya que, confundiéndose con el entorno, incluso logró resucitar su revista tras la guerra, eso sí, mutilada y con serias malformaciones.

Álvaro G. Marhuenda
alacantobrera.com


Fuente: Rojo y Negro