Todavía conservo el número de Eladio en la guía de mi teléfono. Y lo conservaré mientras sigan intactas las ganas de recibir una llamada suya, y mientras tenga la sensación de que en cualquier momento puede suceder.

Todavía conservo el número de Eladio en la guía de mi teléfono. Y lo conservaré mientras sigan intactas las ganas de recibir una llamada suya, y mientras tenga la sensación de que en cualquier momento puede suceder.

Sé que es un mero síntoma de lo difícil que resulta digerir la ausencia de un tipo tan grande, tan próximo, tan nuestro. Pero, qué le vamos a hacer, no quiero resistirme a ello.

Probablemente Eladio hubiera dado cualquier cosa por vivir, aunque sólo hubiera sido un año más, por ver hecha realidad esa Huelga General por la que él trabajó tanto. Y seguro que la Huelga General del 29 S hubiera tenido más brío, de haber contado con el impulso que sólo nuestro compañero desaparecido era capaz de generar.

Pero seguiremos adelante, como sin duda él hubiera querido que lo hiciéramos. Faltaríamos a la memoria de nuestro querido Eladio si flaqueáramos en plantar cara al capitalismo y a sus gestores canallas, si no nos empeñáramos cada día en agrandar la piedra, que significa la CGT, en el zapato del jodido sistema.

La única razón que puede forzar mi ausencia del Homenaje Confederal a Eladio Villanueva, en La Tabacalera de Madrid, es la movilización social, que mañana sábado se desarrolla en Mallorca. Bajo el lema de MARXA PER LA DIGNITAT, la CGT salimos a la calle para denunciar la corrupción política y económica, omnipresente en Balears, y reivindicar la sanidad pública y los derechos de los y las trabajadoras de ese sector.

Sin duda es otra buena manera de homenajear a Eladio, aunque me gustaría poder estar físicamente, junto a los que de verdad le queríais y le seguís echando de menos. Contadme como si estuviera allí, fundido con todos vosotros en un abrazo solidario.

Pep Juárez