La Confederación General del Trabajo (CGT) que respaldó a José Luis Muiños en su primera comparecencia ante los medios de comunicación para denunciar las coacciones que sufrían algunos autónomos por parte del grupo de vendedores liderados por Sinaí Giménez, emitió ayer un comunicado en el que dice que se mantuvo al margen de las negociaciones porque "se estaba desarrollando por cauces normales, con sus más y sus menos pero sin salirse desabridamente de una negociación en la que hay posturas diferentes y diferentes intereses".

La Confederación General del Trabajo (CGT) que respaldó a José Luis Muiños en su primera comparecencia ante los medios de comunicación para denunciar las coacciones que sufrían algunos autónomos por parte del grupo de vendedores liderados por Sinaí Giménez, emitió ayer un comunicado en el que dice que se mantuvo al margen de las negociaciones porque «se estaba desarrollando por cauces normales, con sus más y sus menos pero sin salirse desabridamente de una negociación en la que hay posturas diferentes y diferentes intereses».

Como el conflicto se alargaba, el sindicato decidió arropar a José Luis Muiños en una comparecencia ante los medios de comunicación que dio el pasado 21 de febrero.

El sindicato afirma que «de ninguna manera vamos a consentir y tolerar que tengan éxito las mañas habidas en esta asamblea. No vamos a permitir que los bastones suplanten a las razones. Que cada trabajador defienda como mejor pueda y entienda sus razones y sus intereses, que los confronte con sus compañeros en la asamblea, que busque alianzas o pactos y que, al final, la decisión mayoritaria se exponga y se acate. Pero de ninguna manera a golpes y bastonazos».

Por este motivo, la CGT pone a disposición de los afiliados de este sindicato así como a todos los vendedores que lo deseen «toda nuestra capacidad organizativa, jurídica y de medios materiales y humanos para cortar de raíz estos deplorables hechos, erradicándolos».

Faro de Vigo