Disneylandia se dirige hacia el Iraq asolado por la guerra con el propósito de levantar allí un complejo de ocio por valor multimillonario, que se construirá en un terreno adyacente a la Zona Verde y que tendrá una extensión de 200.000 metros cuadrados.

Disneylandia se dirige hacia el Iraq asolado por la guerra con el propósito de levantar allí un complejo de ocio por valor multimillonario, que se construirá en un terreno adyacente a la Zona Verde y que tendrá una extensión de 200.000 metros cuadrados.

El parque de ocio, estilo estadounidense, contendrá una zona para actividades con monopatines, otra para equitación, un teatro para conciertos y un museo.

Las fuerzas de ocupación son de la opinión de que Bagdad “anda escasa en entretenimientos”. Se dice que el General David Petraeus es un “gran partidario” de llevar Disneylandia a Bagdad.

Apoyada por el Pentágono, la compañía C3, con sede en Los Angeles, desarrollará la “Experiencia de Ocio y el Zoológico de Bagdad”. El parque será diseñado por Ride and Show Engineering (RSE, siglas en inglés).

Los fundadores de RSE, Eduard Feuer y William Watkins, fueron pioneros en la “Imaginería” Walt Disney, el diseño y la división de ingeniería de la Compañía Walt Disney, antes de que RSE se estableciera como entidad corporativa separada.

RSE ha desarrollado numerosos complejos de entretenimiento a gran escala alrededor del mundo, incluido un proyecto en el Complejo Disney Anaheim de California.

El sueño americano

El parque de ocio es parte integral de la propaganda de guerra.

Establecer un puesto de avanzada de la cultura estadounidense en una tierra ocupada sirve para sustentar la legitimidad de los invasores y sus “valores culturales” mundiales.

La mayor parte de las infraestructuras culturales y educativas de Iraq, incluidos museos, colegios, universidades, parques, teatros, cines han sido totalmente destruidas y ahora los invasores se “disponen a reconstruirlas”.

En función de ese “esfuerzo reconstructivo”, EEUU quiere donar 200.000 monopatines, estilo California, a los niños iraquíes.

El monopatín es un símbolo de la cultura pop estadounidense, que resulta atractivo para una “juventud urbana, dura, independiente y rebelde que ha ido creando su propia subcultura”.

¿Qué sucede cuando, auspiciados por el Pentágono, esos coloristas monopatines (con sugerentes y subliminales imágenes) se llevan desde Los Ángeles, California, hasta Bagdad ? ¿Cuál será su probable impacto sobre niños y adolescentes depauperados y sin posibilidades de formación que viven bajo la ocupación estadounidense ? La agenda oculta detrás de todo ello persigue desarraigarles de su propia realidad social, despolitizar a la juventud iraquí y contener los sentimientos anti-estadounidenses.

Y, más en general, a través de toda la imaginería “estilo Hollywood”, se pretende influir en la opinión pública iraquí con una Disneylandia, estilo Bagdad, que vaya moldeando una visión del Mundo pro-estadounidense, así como debilitar el movimiento de resistencia contra la ocupación estadounidense.

A través de movimientos basados en simulacros y un equipo sofisticado de entretenimiento, se intentará reemplazar las espantosas realidades diarias de pobreza y ocupación militar por un Mundo de Ficción y Fantasía.

El concepto subyacente en la Imaginería Disney (desarrollada por RSE) es el de “vencer las barreras entre la realidad y los sueños”. El objetivo es reemplazar la realidad por un mundo de sueños.

Las realidades diarias de muerte, destrucción y tortura serán sustituidas por un “Mundo de Ensueños Made in America”.

La imaginería y los simulacros de movimientos tratan de hacer que los invasores estadounidenses aparezcan con “rostro humano” ante los niños y adolescentes iraquíes.

El proyecto constituye una despreciable variante de la propaganda de guerra. Es una tapadera de los inmensos y extendidos crímenes de guerra cometidos contra el pueblo iraquí en nombre de un ilusorio “Sueño Americano”.

El proyecto se apropiará del actual parque Al-Zawra y del Zoológico de Bagdad, saqueados cuando las tropas estadounidenses entraron en Bagdad en abril de 2003.

También en abril de 2003, todos los tesoros arqueológicos de Iraq, con el apoyo de los invasores estadounidenses, fueron objeto de saqueo. El pillaje cometido contra el patrimonio cultural iraquí fue un acto premeditado. Los saqueadores estaban protegidos por los estadounidenses.

Y ahora los saqueadores regresan a Bagdad con un nuevo museo.

Guerra Psicológica

El proyecto del Bagdad estilo Disneylandia tiene todos los rasgos fundamentales de una Operación de Guerra Psicológica. Trata de inculcar los valores estadounidenses y destruir la identidad iraquí.

“El pueblo [iraquí] necesita de este tipo de influencias positivas. Va a tener un inmenso impacto psicológico”, dijo el Sr. Werner, del grupo C3.

Qué cruel ironía que el grupo objetivo de la Operación Psicológica sean los niños iraquíes :

“Hay todo tipo de oportunidades de inversión por todo Iraq. Pero no se trata sólo de hidrocarbonos. La mitad de la población iraquí es menor de 15 años. Esos niños necesitan realmente algo que hacer”. (Cita del Sr. Brinkely aparecida en The Times, 24 de abril de 2008).

El patrimonio cultural iraquí está destruido.

La memoria histórica de Mesopotamia ha sido borrada.

Los inversores estadounidenses están encantados de “llevar cuanta diversión sea necesaria” al escenario de la guerra.

El patrocinador del proyecto, el Sr. Llewellyn Werner, dice que es el momento oportuno para abrir un “parque de diversión”.

“Creo que la gente estará encantada. Lo verán como una oportunidad para sus niños sin que importe si son chiíes o sunníes. Dirán que sus niños se merecen un lugar donde jugar y donde les puedan dejar solos”.

Según un portavoz del régimen títere iraquí instalado por EEUU :

“Hay escasez de entretenimiento en la ciudad. No se pueden abrir los cines. No se pueden abrir los campos de deporte. Es muy necesario que Bagdad tenga ese parque de diversión. Los niños no tienen oportunidades para disfrutar de su infancia”. El Sr. al-Dabbagh añadió que la entrada al parque estaría estrictamente controlada. (Times, 23 de abril de 2008).

¿Con que los niños no tienen oportunidades de disfrutar de su infancia ?

¿Qué tipo de niños pueden “disfrutar” en una tierra donde todas las infraestructuras públicas, incluidos colegios y hospitales, han sido convertidas en escombros ?

Imaginen los bloqueos de carreteras y los controles militares que los empobrecidos niños iraquíes tendrán que atravesar para ver a Mickey Mouse…

La compañía de inversiones estadounidense se apropiará fundamentalmente de tierras municipales mediante un acuerdo no revelado al que se ha llegado con el Alcalde de Bagdad.

Por el momento, el lugar está ocupado por el parque Al-Zawra y el zoológico, un lugar donde los habitantes de Bagdad solían reunirse los fines de semana. El parque es típicamente iraquí y cuenta con estanques, fuentes, esculturas y campos de juego para los niños.

“Aquí todo está en función del máximo beneficio”

El lugar es un parque nacional en espera de ser privatizado. Es el perfecto sector inmobiliario para los inversores estadounidenses. El holding de la compañía C3 de California planea utilizar el terreno para inversiones lucrativas en hoteles y viviendas exclusivas : “Yo no me metería en esto si no fuera para hacer dinero” :

El Sr. Werner conservará los derechos exclusivos para construir hoteles y viviendas que, según dice, serán ambos culturalmente sensibles y enormemente rentables… “Tengo también esa maravillosa sensación de que estamos haciendo lo justo : vamos a dar empleo a miles de iraquíes. Pero todo lo que se hace aquí es para hacer dinero”.


Fuente: Michel Chossudovsky. Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández