Bruselas es una ciudad acostumbrada a las visitas de Estado. Aunque la del presidente estadounidense George W. Bush, este lunes y martes, es oficialmente sólo una visita de trabajo, ha superado todo lo visto hasta ahora en la capital de Bélgica, informó DPA.

IBLNEWS, DPA
Unos 2.500 policías garantizarán la seguridad del mandatario en la sede de la OTAN y las instituciones de la Unión Europea. Accesos y calles bloquedas, además de las anunciadas manifestaciones, garantizarán monumentales atascos. Miles de funcionarios de la UE tendrán el día libre, e incluso es posible que escasee el dinero en efectivo.

Bruselas es una ciudad acostumbrada a las visitas de Estado. Aunque la del presidente estadounidense George W. Bush, este lunes y martes, es oficialmente sólo una visita de trabajo, ha superado todo lo visto hasta ahora en la capital de Bélgica, informó DPA.

IBLNEWS, DPA

Unos 2.500 policías garantizarán la seguridad del mandatario en la sede de la OTAN y las instituciones de la Unión Europea. Accesos y calles bloquedas, además de las anunciadas manifestaciones, garantizarán monumentales atascos. Miles de funcionarios de la UE tendrán el día libre, e incluso es posible que escasee el dinero en efectivo.

El Ministerio belga del Interior controlará el operativo desde un «centro de emergencia». El término no parece exagerado, teniendo en cuenta que calles, avenidas y túneles permanecerán cerrados al tránsito para facilitar el traslado de Bush desde su hotel a la reunión con el rey y el primer ministro belgas y desde el lugar donde dará su «Discurso a los Europeos» a una cena con su homólogo francés, Jacques Chirac.

El barrio europeo de Bruselas permanecerá vallado durante los dos días de la visita, y una estación de metro estará cerrada.

Más de 2.500 funcionarios comunitarios se quedarán en casa, de los que 1.900 trabajan en el edificio de la administración central de la Comisión Europea. «Podrían venir al trabajo por la mañana, pero no podrían salir más tarde», explicó el portavoz de la Comisión Francoise Le Bail.

Los costos del festivo obligado son tan desconocidos como los que deberá soportar Bruselas para la visita. Lo seguro es que son mayores que en ocasiones anteriores.

Visitas anteriores

Cinco presidentes estadounidenses antes de Bush visitaron las instituciones comunitarias : Richard Nixon en 1969, Gerald Ford en 1975, Jimmy Carter en 1978, George Bush padre en 1989 y Bill Clinton en 1994. Ninguno de los trabajadores veteranos de la UE recuerda haber tenido el día libre en alguna de estas ocasiones. Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la seguridad ha cobrado una nueva dimensión.

Las manifestaciones contra Bush que se esperan en Bruselas, convocadas por 87 organizaciones diferentes, recuerdan a las protestas contra la guerra de Vietnam. Esta vez, los manifestantes acusan al presidente norteamericano de restringir las libertades civiles y despreciar los esfuerzos por proteger el medio ambiente.

Frente a la embajada estadounidense y con una sentada cerca del lugar donde se reunirán los líderes de la UE con Bush se protestará contra los gastos militares estadounidenses. Según la plataforma «Stop Bush», los miles de millones destinados por Washington a defensa se necesitan para resolver problemas sociales.

La visita de Bush podría además traer problemas de dinero a los belgas. Los transportes de dinero a los cajeros automáticos han sido reducidos al mínimo, porque el ministro del Interior Patrick Dewael necesita a los policías que escoltan los camiones de caudales para proteger al ilustre visitante.

La asociación de bancos belgas instó por ello a la población a realizar «sólo los retiros de dinero indispensables» desde el sábado hasta el miércoles.