Artículo publicado en Rojo y Negro nº 377, abril 2023

Esa ideología ultraliberal aplicada con mano de hierro en la crisis-estafa del 2008, para los países del Sur (Irlanda, Portugal, Grecia, Italia, España…) que se llevó por delante todo lo público (transportes, energía, sanidad, educación, vivienda, etc.) y millones y millones de personas fueron tiradas al cubo de la pobreza, la precariedad y la desesperación, según la Comisión Europea, tendrá que volverse a activar para el 2024, aunque se introduzcan matices a la regla del gasto2.

Las reglas de “juego” (fiscales, medioambientales, económicas, etc.), fijadas por Bruselas y otros organismos internacionales (FMI, BM, OMC), son reglas para que los “mercados” financiero, industrial, rentista…), no sufran distorsiones y se cumpla la “ley de la oferta y la demanda”, impidiendo que se impongan límites a la libre competencia y la libre circulación de capitales.

Los mercados no son entes abstractos con categoría de infalibilidad, por más que la ideología capitalista nos lo “haga creer” a través de sus “controladores de ideología y propaganda”.

Los mercados en cambio, sí son organizaciones sociales complejas, los cuales se rigen conforme a unas reglas (leyes) bien mundiales, bien regionales, bien nacionales, en bastantes materias, donde la política y sus políticos se encuentran a su servicio y son sus representantes.

Por ejemplo, la ONU en todas sus facetas geopolíticas. En la esfera económica, la OMC en lo referente al comercio de bienes y mercancías y en la esfera financiera, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los diferentes organismos regionales como el banco Central Europeo, la Reserva Federal USA, etc.

Estas leyes o reglas no las decide el “espíritu santo” sino los Gobiernos, los presidentes y los representantes políticos de todos los países y los mercados, es decir, empresarios de todos los sectores (productivos, de servicios y financieros) y sus técnicos, actúan e interactúan, sobre un axioma simple en el cual se fundamenta el capitalismo: ganar lo más posible en cualquier circunstancia, situación o ciclo económico, con independencia de las consecuencias que este “ganar siempre” comporta.

Son reglas tremendas, que permiten cualquier “barbaridad” a los amos del “universo”, como el que uno de ellos, quizás el mayor responsable de la “debacle” del 2008 (Goldman Sachs), hicieran sus ejecutivos negocios basado en el “genocidio”3 de poblaciones enteras4.

Europa sangra por todos sus poros: las personas pierden sus empleos a miles en las grandes corporaciones tecnológicas (Google, Amazon, Facebook, Microsoft, etc.) y en las automovilísticas; la inflación reduce rentas salariales y en cascada reduce bienes básicos para la vida (energía, vivienda, alimentación…); las prestaciones sociales (pensiones, desempleo, dependencia) sufren recortes y los bienes básicos (transportes, vivienda, sanidad) sufren cada vez y en mayor medida una descapitalización pública, que deteriora gravemente la vida de las personas.

Pequeños empresarios, autónomos cierran sus negocios. Los gobiernos nacionales y las instituciones supranacionales (Comisión Europea, Banco Central Europeo), vuelven a inyectar miles de millones de todos y todas, para el sistema bancario y financiero en su “enésima crisis-estafa-robo”, aumentando la deuda para las generaciones venideras, además de las actuales.

Esta Europa, sus dirigentes, carece de cualquier afecto de sus pueblos5, pues los costes de las crisis (sus crisis múltiples) siguen siendo solo y exclusivamente cargados por trabajadores, pensionistas, jóvenes, mujeres e inmigrantes, mientras que los causantes y responsables, hacen negocio con la muerte y el deterioro integral de la vida.

Es falsa esta democracia para la mayoría social. Es de “lujo” esta democracia para el mercado. Pero la democracia y los derechos humanos y de ciudadanía, los derechos sociales, son un peligro para los fundamentos económicos y de desarrollo de este modelo capitalista.

Que al menos esta “barbarie” in crescendo, no nos pille “confesados”, sino en la calle.

NOTAS

1 Reglas por las cuales los estados no pueden endeudarse más allá del 60% de su PIB y su déficit fiscal no puede sobrepasar el 3% del PIB.

2 Es decir, vuelven los “hombres de negro” que hicieron un traje a medida a cada país del Sur, porque “vivíamos por encima de nuestras posibilidades”.

Durante la pandemia y post pandemia con los fondos NextGeneration, “los hombres de negro” siguen visitando y vigilando a cada uno de los estados, para ver si hacen los deberes en cuanto a las reformas y recortan gastos (Reforma Laboral y Reforma de Pensiones en el Estado español).

3 El pueblo griego que vio prácticamente eliminado su “mini estado de bienestar”, llevándose por delante miles de empleos, pensiones, todo el sector público, etc.

4 Por ejemplo, un financiero-inversor de Goldman Sachs, apostó (en el sentido literal del término) que el mercado de las “subprime” se iba a hundir y ganó 15.000 millones de dólares. Lo grave no solo material y moral, sino políticamente hablando (es decir, responsabilidades), es que nadie le puede demostrar que haya hecho o realizado un fraude con el producto financiero de inversión que inventó ligado a las hipotecas “subprime” (basura) que estaba condenado a irse a la mierda; él jugó con las (no)reglas de juego existentes y lo presentó como una gran oportunidad, consiguió muchos inversores (éstos se mueven por el ansia de beneficios rápidos y fáciles) y él, sólo esperó a su hundimiento y recogió las ganancias de su apuesta, 15.000 millones de dólares. Pues así funciona el mercado que rige el destino de miles de millones de seres humanos que habitamos este planeta.

5 Huelgas, boicot, manifestaciones, en Francia, Reino Unido, Alemania…

Desiderio Martín Corral

Gabinete de Estudios Confederal de la CGT


Fuente: Rojo y Negro