Ecologistas, agricultores, sindicatos y centros excursionistas se unen en la plataforma Bosc Viu. Advierten que los 215 kilómetros de pistas arrasarán una superficie mayor a la protegida

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NACHO MARTÍN CASTELLÓ Quince entidades de Castelló y de la Comunitat Valenciana han presentado alegaciones contra el Plan de Prevención de Incendios de Penyagolosa por el «grave impacto» que provocará en el paraje la tala de bosque para crear más de 215 kilómetros de cortafuegos.

NACHO MARTÍN CASTELLÓ Quince entidades de Castelló y de la Comunitat Valenciana han presentado alegaciones contra el Plan de Prevención de Incendios de Penyagolosa por el «grave impacto» que provocará en el paraje la tala de bosque para crear más de 215 kilómetros de cortafuegos.

Según las asociaciones conservacionistas, la red de cortafuegos -de hasta 150 metros de anchura- arrasarán en el entorno una superficie de bosque superior a la protegida oficialmente dentro del parque. Esta movilización ciudadana se está canalizando a través de una plataforma bautizada con el nombre de «Bosc Viu», integrada por colectivos como la Unió de Llauradors, Comisiones Obreras (CCOO), UGT, CGT-País Valencià, Intersindical Valenciana, Acció Ecologista Agró, Gecen, Colla Ecologista la Carrasca (Alcoi) – Ecologistes en Acció, Societat d´Amics de la Serra d´Espadà, CEVA (Vall d’Albaida), Colla Ecologista l’Arrel (Ontinyent), Centre Excursionista de València, Centre Excursionista de Castelló, Centre Excursionista de Benicàssim, Centre Excursionista d’Ontinyent, Centre Excursionista de Vila-real, Club de Muntanya d’Ontinyent, Associació Cultural Grèvol y Veïns del Penyagolosa.

Las alegaciones incluyen más de 20 puntos en los que se expone que este tipo de cortafuegos «son totalmente ineficaces para frenar un incendio» y generan «gravísimos impactos negativos sobre los ecosistemas forestales en aspectos como la biodiversidad, tanto en su componente vegetal como faunístico, dado que incrementa el riesgo de erosión y de desertización de la tierra fértil».

Uno de los ecosistemas más afectados es el río Carbo, que sería atravesado en múltiples tramos por la red de cortafuegos. Las mencionadas alegaciones consideran que el proyecto de la conselleria es un contrasentido. «Entra en clarísima contradicción con la misma finalidad que pretende. Se puede considerar absurda la ejecución de esta RAC, primero deforestar más zona de la que en la actualidad es parque y posteriormente intentar minimizar el impacto con medidas correctoras. ¿Existe alguna justificación clara y científica para una intervención de este tipo? No hay duda de que se vería muy afectada la calidad escénica de los parajes afectados». Del mismo modo, los ecologistas advierten que resulta «imposible» el mantenimiento de los 215 kilómetros de cortafuegos. «Es evidente que son imposibles de mantener de una forma continuada y racional como se puede comprobar en cortafuegos ya existentes».

CGT-PV –
Confederal

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Fuente: CGT-PV