Asistimos, sorprendidos, a un ejemplo modélico de cómo es posible desarrollar la cooperación en los “templos” de la Competitividad Neoliberal. Una vez superado el estupor de la incredulidad, propia de “Tomás” cuando metió el dedo en la llaga, nos reconforta contemplar la foto de familia donde los grandes Bancos Centrales de las potencias capitalistas mundiales, posan satisfechos después de haber descubierto el enorme, el inmenso valor, de la cooperación.

Asistimos, sorprendidos, a un ejemplo modélico de cómo es posible desarrollar la cooperación en los “templos” de la Competitividad Neoliberal. Una vez superado el estupor de la incredulidad, propia de “Tomás” cuando metió el dedo en la llaga, nos reconforta contemplar la foto de familia donde los grandes Bancos Centrales de las potencias capitalistas mundiales, posan satisfechos después de haber descubierto el enorme, el inmenso valor, de la cooperación.

Cuando más difícil es el camino, cuando más ardua es la tarea, cuando la supervivencia nos empuja a los humanos de forma dramática, ahí encontramos la respuesta más diáfana, más contundente, más eficaz : ¡la cooperación ! Por cierto más de seis millones de personas en Etiopía se mueren (están muriendo ahora) de hambre. Con un simple 0,005 por ciento de la operación “Salvar las Finanzas Mundiales”, se evitarían estas terroríficas muertes.

Y es que de cooperación se trata cuando la especie humana tiene que afrontar el reto de sobrevivir al desastre causado por un sistema económico y político irracional, insolidario y competitivo. El bien común es el maravilloso acicate de aquellos que creen que otro mundo mejor es posible. Por ello situaciones como las vividas, donde los grandes poderes reales y los oficiales, banqueros y políticos, se suman a la mesa del ágape fraterno para evitar la bancarrota, nos llena de optimismo, ya que si cooperan para lo poco (total una más de las crisis del Capitalismo), qué enormes beneficios producirán para la humanidad cuando cooperen para lo mucho (erradicar el hambre de mil millones de seres humanos, reconducir los desequilibrios, sociales, económicos, territoriales y medioambientales y restaurar el equilibrio de los ecosistemas…)

Los ciudadanos del mundo tenemos ante nosotros la prueba real de que la Humanidad, no solo debe, sino que también puede dirigirse claramente al futuro mediante la cooperación. Para ello manifestemos nuestra voluntad de que sea el principio de cooperación el que se aplique desde ahora y para siempre. Que se destierre de todos los textos legales, políticos y mercantiles la palabra “competitivo”. Y esta sea sustituida por el inefable y humano término de cooperativo. Frente a todas las crisis : Alimentaria, Energética, Ecológica, Financiera, Sociales solo cabe una respuesta la Cooperación. De esta forma OTRO MUNDO MEJOR YA ES POSIBLE.


Fuente: Rafael Fenoy Rico.
Secretario de Jurídica de CGT Andalucía.