Primero : El dinero no se destruye y no desaparece (aunque se oculte en paraísos fiscales consentidos y amparados por los gobiernos).

Segundo : La crisis financiera no la ha provocado el pueblo.

Tercero : Muchos grandes “inversores” han ganado mucho dinero con esta crisis.

Primero : El dinero no se destruye y no desaparece (aunque se oculte en paraísos fiscales consentidos y amparados por los gobiernos).

Segundo : La crisis financiera no la ha provocado el pueblo.

Tercero : Muchos grandes “inversores” han ganado mucho dinero con esta crisis.

¿Por qué pretende el gobierno socialista que la crisis la pague el pueblo ?

Al amparo de las políticas de austeridad impuestas por organismos NO elegidos democráticamente (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y los llamados eufemísticamente “mercados”), se continúa desmontando los servicios públicos hasta su práctica desaparición, recortando los derechos de los trabajadores y erosionando las conquistas sociales y laborales (jubilación incluida), con un aumento de las privatizaciones de aquello que le es rentable al empresariado.

Como añadido a todo esto, el Gobierno Socialista nos impone por duplicado, la reforma laboral y la confiscación de derechos laborales y sociales, que torpedean el ya mermado nivel de justicia social que nos quedaba :

  •  Abaratamiento del despido justificando mínimamente lo que se desee probar para ello.

  •  Congelación de las pensiones para el 2011.

  •  Desaparición del periodo transitorio para la jubilación parcial, que supondrá la práctica desaparición de esta modalidad de jubilación.

  •  Reducción del salario de los empleados públicos un 5% de media para este año y la congelación para el año que viene. Resulta asimismo llamativo y escandaloso que no se reduzcan los complementos de productividad, francamente sustanciosos en el caso de los altos cargos.

  •  Desaparición del cheque-bebé de 2.500 euros. Esta medida debería haber sido progresiva, pero en su momento el Gobierno eligió el camino del derroche electoralista y decidió abonarlo con independencia del nivel de ingresos. Tal decisión, junto con la desgravación de 400 euros en la declaración de la renta, también con independencia del nivel de ingresos, ha supuesto un gasto de unos 12.000 millones de euros en los dos últimos años.

  •  No retroactividad de las prestaciones económicas establecidas en la Ley de la Dependencia (pensemos que la resolución de los expedientes está tardando más de 17 meses de media).

  •  Aumento desmedido de los impuestos de todo tipo para que los políticos sigan haciendo “política” (Sólo saben gastar)

    Estas medidas suponen un descarado trasvase de recursos económicos de las clases más humildes a los grandes poderes económicos, cuya voracidad e irresponsabilidad han quedado desenmascaradas ante la ciudadanía : se trata de un robo a gran escala.

    Además van a suponer la sustracción de recursos a la economía real, la que produce bienes útiles para la sociedad, en beneficio de la economía especulativa, que beneficia a un puñado de depredadores que deberían estar rindiendo cuentas ante la justicia.

    Todo ello agudiza aún más la crisis, pues provoca la reducción del consumo y la falta de inversiones, lo que producirá cierres a millares en las pequeñas empresas y despidos en cascada. La última y más directa agresión a los intereses de la ciudadanía se producirá en la nueva versión del Pacto de Toledo, que escenificará el acuerdo alcanzado entre PSOE y PP para aumentar la edad de jubilación a los 67 años.

    Ante esta situación, en la que el enemigo de los intereses del pueblo se muestra tal cual es, CGT acuerda iniciar la movilización general de la sociedad para hacer posible, como primera gran cita ciudadana contra la barbarie especulativa del gobierno del PSOE, la Huelga General para el día 29 de Septiembre. Marcando así el principio del camino hacia un cambio social que afronte solidariamente la crisis que nos aplasta.

    No dar la batalla es perderla. De todos depende que el gobierno reciba una imagen clara de la enorme indignación que padecemos y de la quiebra de confianza en su errática política para salir de la crisis. Ya está bien de oír a “los mercados” : hagamos que nos oigan alto y claro.

    Dignidad y Lucha

    Rafael Fenoy Rico, CGT Campo de Gibraltar