Desde que meses atrás Citibank decidiera abandonar el negocio hipotecario, la Empresa y la representación sindical hemos mantenido varias reuniones para tratar de la situación laboral de los empleados de Citifin que desarrollaban tal actividad, y que se encuentran ahora sin ocupación efectiva.

Desde que meses atrás Citibank decidiera abandonar el negocio hipotecario, la Empresa y la representación sindical hemos mantenido varias reuniones para tratar de la situación laboral de los empleados de Citifin que desarrollaban tal actividad, y que se encuentran ahora sin ocupación efectiva.

En esas reuniones, desde un principio la Empresa decía querer encontrar una solución para este colectivo, unos 25 trabajadores, basada principalmente en recolocaciones y prejubilaciones, y residualmente acudir a alguna baja incentivada.

Pero en realidad, la Empresa ha adoptado una postura totalmente obstruccionista.

En cuanto a las recolocaciones, la Empresa se niega al requerimiento de CGT de que se hagan en Citibank, donde en el primer trimestre de este año han sido contratadas 68 personas. En otras palabras, la Empresa tiene empleo en el banco para gente que viene de la calle, pero no para estos compañeros. Además, la Empresa olvida su responsabilidad con este colectivo ahora desocupado, que en su mayoría procede del banco, desde donde fueron traspasados en contra de su voluntad merced al acuerdo de 2003 firmado por Citibank con CCOO y UGT.

En cambio, las recolocaciones que ofrece la Empresa lo son en CitiRecovery, filial donde rigen las condiciones laborales más precarias de todo el grupo.

Respecto a las prejubilaciones, hasta la fecha la Empresa no ha dado detalle de actuación suya alguna.

Sin embargo, como ya ha sucedido en ocasiones precedentes en época vacacional, cuando los temas laborales suscitan menor atención, toda esta situación ha dado un giro radical, que se ha concretado en la reunión del pasado martes día 1.

Con carácter previo, desde CGT quisimos dejar constancia en el acta de esa reunión de que nuestro sindicato no quiere percibir dinero alguno por participar en esta negociación laboral, y que no hemos participado en reuniones clandestinas al margen de la mesa oficial de negociación. Los otros sindicatos, CCOO y UGT, se abstuvieron de formular declaración semejante. Por algo será.

Tras nuestra declaración, la Empresa intervino para ampliar el ámbito de la negociación, que ya no sólo se circunscribe a la situación laboral de los empleados del área de hipotecas, al pasar a solicitar a los sindicatos la firma de un acuerdo que también incluya Bajas Incentivadas para todo Citifin, alternativa que CCOO y UGT aceptaron en breves minutos.

Dicho de otra forma, la Empresa empezó convocando a la representación sindical para solucionar la situación de falta de ocupación de un pequeño colectivo de trabajadores, y finalmente CCOO y UGT aceptan una auténtica reestructuración para toda la plantilla.

En este preacuerdo que ha alcanzado la Dirección con CCOO y UGT, el cebo lo constituyen las recolocaciones y prejubilaciones, que pretenden revestir con la etiqueta de voluntarias, cuando realmente la voluntariedad es sólo aplicable para la Empresa. Así, las recolocaciones se darán en la compañía del grupo que determine la Dirección, y sólo se ofrecerán a los trabajadores que reúnan las condiciones del puesto, valoración que queda a criterio exclusivo de la Empresa. En cuanto a las prejubilaciones, es la Empresa la que decidirá su número, y también se reserva la prerrogativa de decidir quiénes se van a prejubilar.

En cuanto a las bajas incentivadas, fijan una indemnización de 45 días de salario por año de servicio (la legal en caso de despido improcedente, faltaría más), y una pequeña propina que puede llegar hasta los 15.000 euros en función de la edad del trabajador.

Si no fuera por los antecedentes de negociación laboral habidos en Citibank, donde la Empresa ha pagado fuertemente a CCOO y UGT por su “asesoramiento”, este nuevo acuerdo en Citifin no sería comprensible.

Mientras en CGT negociamos y presionamos para que los trabajadores conserven su empleo (el bien más preciado para el trabajador, sobre todo en época de crisis económica), CCOO y UGT negocian para destruirlo, y como es éste el caso, en una entidad como Citigroup que en España ha obtenido en el año 2007 unos beneficios de 45 millones de euros.

A la vista de tales resultados económicos, resulta ridículo su pretexto de que en caso de no aceptar la firma de este acuerdo Citigroup podría solicitar la aprobación de un Expediente de Regulación de Empleo. Basta recordar que en España solo se han aprobado ERE’s en el sector bancario en aquellas entidades que estaban en bancarrota, que no es el caso de Citibank. Por tanto, no sólo no defienden al trabajador, sino que además pretenden asustarlo.

Resulta extraordinariamente llamativo además, las cantidades indemnizatorias que se fijan en este acuerdo para el caso de baja incentivada. En este grupo bancario, donde en acuerdos anteriores las indemnizaciones eran de 80 días de salario por año de servicio, más otra cuantía lineal, ahora firman poder rescindir contratos casi como si fueran despidos improcedentes. A precio de saldo, para que la Empresa con el mismo presupuesto pueda deshacerse de un número mayor de trabajadores.
En este punto no queremos olvidar lo sucedido hasta la fecha, donde una cosa es lo que estos sindicatos han venido firmando aplicable para los trabajadores, y otra muy distinta son las condiciones infinitamente mejores en las que sus delegados luego abandonan la Empresa. Si es necesario, damos detalles.

Respecto a su insistencia en querer convencer de que las bajas incentivadas son voluntarias, ¿Hace falta que les recordemos que en un anterior acuerdo similar, fue la mismisima Secretaria General de Comfia-CCOO la que pedía al banco que llamase a los trabajadores para “convencerles” de que aceptasen causar baja incentivada ? ¿Hace falta que publiquemos otra vez ese documento ? ¿Por qué no se movilizaron estos sindicatos cuando los trabajadores eran represaliados por negarse a aceptar la baja incentivada que les ofrecía la Empresa ?

Por último, y lo más grave de todo, es que a este acuerdo le dotan de una vigencia de dos años y medio (el resto de la “legislatura” sindical), lo que deja bien claro que la naturaleza de este documento no es solucionar una situación coyuntural, sino que constituye un cheque en blanco para que la Empresa pueda proceder a reestructurar la plantilla, sin problema alguno, durante muy largo tiempo.

En vista de todo lo anterior, y dado que la Dirección, CCOO y UGT, no vemos que vayan a rectificar y dejar de suscribir este despropósito de acuerdo, desde CGT vamos a actuar para que su aplicación sea lo menos perjudicial para el empleado.

En este sentido, recomendamos a todo trabajador que de ser llamado por el Dpto. de RR.HH., o por su supervisor de turno, para tratar de su situación laboral, contacte urgentemente con nuestra Sección Sindical, para que podamos asesorarle y si lo considera oportuno acompañarle a esa entrevista, y de darse la menor intimidación u hostigamiento, procederemos judicialmente.

En todo caso la mejor respuesta esta en manos del propio empleado, rechazando la pertenencia o apoyo a estos sindicatos desclasados, que en Citigroup se han convertido en cómplices de los planes de la Dirección.


Fuente: CGT Citigroup