Ecologistas en Acción denuncia ante la octava reunión de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación (UNCCD) las políticas responsables por el sufrimiento humano de millones de personas desplazados forzadamente a causa de la desertificación y la falta de voluntad política de los Estados para frenar esta situación.

Ecologistas en Acción denuncia ante la octava reunión de la Convención
de Naciones Unidas contra la Desertificación (UNCCD) las políticas
responsables por el sufrimiento humano de millones de personas
desplazados forzadamente a causa de la desertificación y la falta de
voluntad política de los Estados para frenar esta situación.

Con un evento paralelo en la Cumbre contra la Desertificación, que se
celebra en Madrid del 3 al 14 de septiembre, Ecologistas en Acción, la
Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Fundación CEAR
quieren ofrecer la oportunidad de abordar los evidentes vínculos entre
la pérdida de suelo fértil, la pobreza y los flujos migratorios, que es
una de las consecuencias más crueles e importantes de la
desertificación. Todo ello se está agravando a gran velocidad por el
Cambio Climático así como por el modelo económico y las políticas
públicas que lo provocan.

Ecologistas en Acción demanda revisar urgentemente el concepto jurídico
de “refugiado” para poder ampliarlo a nuevas realidades sociales, como
son las que resultan del deterioro del medioambiente. La regulación del
llamado “refugiado ambiental” por el ordenamiento jurídico internacional
resulta imprescindible para llenar una laguna jurídica y proporcionar
una protección jurídica exhaustiva a los cada vez más numerosos
desplazados por razones ambientales. Para 2020, unos 135 millones de
personas corren peligro de tener que abandonar sus tierras por la
continua desertificación, de ellas 60 millones en África subsahariana.
El Cambio Climático aumentará los desplazamientos forzados hasta 200
millones de refugiados ambientales los próximos 30 años.

Las zonas degradadas sufren una merma importante de su población activa
y en las zonas urbanas dispara la situación de vulnerabilidad en los
cinturones de miseria y la falta de acceso a servicios públicos básicos.

Pero en vez de acoger a los refugiados miles de inmigrantes mueren cada
año en las rutas migratorias por las políticas restrictivas de la UE y
la militarización cada vez mayor de las fronteras. Denunciamos al
Gobierno español y la Unión Europea por sus políticas migratorias que
violan sistemáticamente los Derechos Humanos e incumplen la Convención
de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados.

Trece años después del Primer Simposio Internacional sobre
Desertificación y Migraciones en Almería, constatamos que los Gobiernos
y las Naciones Unidas no han tomado las medidas necesarias para evitar
que decenas de miles de personas se mueran al ser expulsados de sus
hábitats por la degradación ambiental. Además, a la hora de buscar los
planes de acción, se omite sistemáticamente las responsabilidades de las
políticas públicas de los Estados, las empresas y los organismos
multilaterales.

Ecologistas en Acción responsabiliza a los Estados y las empresas
transnacionales por la destrucción de la cubierta vegetal, la erosión
del suelo y la falta de agua, problemas provocados por la
sobreexplotación de los recursos naturales y de la modificación de la
naturaleza.

1. Ejemplo : La deuda externa ha incentivado la explotación
indiscriminada de los recursos naturales en los países empobrecidos, ya
que su exportación es una de las pocas formas que tienen estos países
para hacerse con suficientes divisas para poder pagar el servicio de la
deuda.

2. Ejemplo : En el mundo entre 2000 y 2005 se perdieron 7,3 millones de
hectáreas de bosques cada año. Entre las causas de la deforestación y la
degradación de los bosques destacan las políticas gubernamentales de
sustitución de bosques naturales por plantaciones industriales de
árboles –palma aceitera, eucalipto, pino-, así como el avance de la
frontera agrícola por los monocultivos agroindustriales para la
exportación. Esta situación se está agravando por la creciente demanda
de materia prima para producir los mal llamados “biocombustibles”.

3. Ejemplo : La expansión de la agricultura se realiza a expensas de los
hábitat naturales. Existe el riesgo que la deforestación en las zonas
tropicales pueda afectar regiones enteras con sequías e impactar la
totalidad de los bosques tropicales. Ello originaría la emisión de 120
mil millones de toneladas de CO2 causando así la extinción masiva de
especies de flora y fauna, alterando las precipitaciones en gran parte
del hemisferio norte y poniendo en riesgo la disponibilidad global de
alimentos.

4. Ejemplo : En la actualidad, el ciclo del agua está profundamente
alterado. Más de la mitad de los 192 ríos más importantes del mundo se
encuentran afectados por presas que están financiados en buena medida
por dinero público o por el Banco Mundial.

En opinión de Ecologistas en Acción el esquema clásico de desarrollo –la
“revolución verde” para intensificar la agricultura y la
industrialización de las ciudades, para absorber el éxodo rural
provocado por la agricultura industrial- ha demostrado su invalidez para
resolver los problemas sociales y ambientales mundiales. Por ello es
urgente promover políticas y leyes que reconozcan la soberanía
alimentaria como un derecho humano básico. Reclamamos una verdadera
reforma agraria que garantice la igualdad de derechos para las mujeres y
a los campesinos plenos derechos sobre la tierra, defienda y recupere
los territorios de los pueblos indígenas, garantice empleos dignos con
sueldos justos y derechos laborales para todos los trabajadores.

Demandamos un compromiso calendarizado del Gobierno español de adoptar
mecanismos para : proteger jurídicamente a los refugiados ambientales
ampliando el concepto de refugiado ; recuperar las zonas afectadas por la
desertificación y aplicar políticas que eviten su avance ; establecer
reparaciones y responsabilidades judiciales, civiles o penales ; la
creación de un fondo de compensación ; ejecutar las políticas necesarias
para abolir la deuda externa ; así como promover las acciones
legislativas y reglamentarias pertinentes para frenar el Cambio Climático.


Fuente: Ecologistas en Acción