La empresa persigue aumentar sus ingresos un 80% y un 19% los viajeros en cinco años
Renfe invertirá 5.500 millones de euros en los próximos cinco años, aumentará sus ingresos un 79,6% y un 19,3% el número de viajeros. Éstas son las grandes cifras del Plan Estratégico 2005-2009 por el que se regirá la compañía, que establece también una disminución de la aportación del Estado de forma que sólo el 10% de los costes de la empresa saldrán de las arcas públicas. Al margen del plan, la compañía negociará con los sindicatos un expediente de regulación de empleo, con carácter voluntario, para alrededor de 1.000 trabajadores de los 15.000 con que cuenta.

La empresa persigue aumentar sus ingresos un 80% y un 19% los viajeros en cinco años

Renfe invertirá 5.500 millones de euros en los próximos cinco años, aumentará sus ingresos un 79,6% y un 19,3% el número de viajeros. Éstas son las grandes cifras del Plan Estratégico 2005-2009 por el que se regirá la compañía, que establece también una disminución de la aportación del Estado de forma que sólo el 10% de los costes de la empresa saldrán de las arcas públicas. Al margen del plan, la compañía negociará con los sindicatos un expediente de regulación de empleo, con carácter voluntario, para alrededor de 1.000 trabajadores de los 15.000 con que cuenta.

Renfe también tiene su plan. La compañía ferroviaria, convertida en una mera transportista tras el traspaso de las infraestructuras al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), se ha marcado como objetivo tener el parque de trenes más moderno de Europa.

Para ello, en los próximos cinco años invertirá 5.500 millones de euros. De esa inversión global, 4.050 millones se destinarán a la compra de nuevos trenes, y de ellos, 2.151 millones se destinarán a la adquisición de material nuevo para dar servicio y atender a las necesidades comerciales de las nuevas líneas de que se construirán según el plan de infraestructuras del Gobierno.

Asimismo, invertirá otros 1.568 millones de euros en la adquisición de material móvil para sustituir al parque actual, que está obsoleto.

Por línea de negocio, el principal destino de la inversión será cercanías y regionales, con el fin de descongestionar las grandes ciudades. Se destinarán 1.806 millones que servirán para adquirir 439 trenes.

Las unidades para equipar las nuevas líneas de alta velocidad se llevarán una inversión de 1.145 millones, mientras que mercancías recibirá 453 millones para la compra de material y la mejora del parque actual.

Renfe pretende modernizar también sus talleres, donde se realizará la mayor parte del mantenimiento de las nuevas unidades mediante una inversión de 332 millones. Las estaciones de cercanías, gestionadas por Renfe aunque propiedad del Adif, recibirán una inversión de 214 millones.

Con la modernización del parque se pretende atraer a un mayor número de viajeros, y dar un servicio de más calidad y con un alto nivel de puntualidad. Renfe prevé un incremento de viajeros para los próximos cinco años de casi 100 millones más, para pasar de los 480 millones registrados en 2004 a los 578 millones previstos en 2009.

El aumento de viajeros y la mejora de la eficiencia comercial redundará, a su vez, en un aumento de los ingresos. La estimación del plan es alcanzar en 2009 los 2.474 millones de euros, un 79% más que lo ingresado en 2004.

Otro objetivo del plan es reducir la aportación del Estado.Respecto a 2004, las contribuciones públicas se reducirán en en 9 puntos, con lo que las aportaciones serán el 10% del total de los costes (un nivel de autosuficiencia del 90% en 2009 frente a un 80% en 2004). Las unidades de alta velocidad, grandes líneas y mercancías tendrán equilibrio presupuestario.

Pero al margen del plan estratégico, Renfe también tiene pendiente una adecuación de su plantilla. La compañía quiere convocar próximamente a los sindicatos para negociar la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) para cerca de 1.000 trabajadores, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.

Nuevo expediente

El ERE será muy similar al último presentado en 2003, que afectó a 1.500 trabajadores, y que fue acordado con CC OO, UGT y el sindicato de maquinistas Semaf, las centrales mayoritarias, y contó con la oposición de la CGT. A este expediente de regulación se acogieron los trabajadores que habían cumplido 58 años de edad y tenían una antigüedad de 35 años.

Para el nuevo ERE se quiere que el grueso del personal provenga de la unidad de mercancías, altamente deficitaria, y de la de mantenimiento, con alrededor de 500 bajas en cada una de ellas. No obstante, se contratarán 200 nuevos empleados con cualificaciones específicas para las nuevas necesidades.

La compañía ha recortado su plantilla desde 1992 en 18.000 trabajadores y a finales de 2004 contaba con 30.000 efectivos. No obstante, desde el 1 de enero de 2005, Renfe operadora se quedó con la mitad de la plantilla, alrededor de 15.000, mientras que el resto se traspasó al Adif.

RAMÓN MUÑOZ – Madrid

EL PAÍS